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domingo, julio 21, 2024
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    Jeremías 9 - Jünemann Septuaginta en español

    1. Maldad de Judá y su castigo ¿Quién dará a mi cabeza agua, y a mis ojos manantial de lágrimas; y lloraré a este mi pueblo día y noche: a los heridos de hija de mi pueblo?

    2. ¿Quién me diera en el desierto la cabaña última, y abandonaré a mi pueblo y me retiraré de ellos? Porque todos adulteran, asamblea de prevaricadores;

    3. y tendieron su lengua, como arco; mentira, y no fe, ha prevalecido sobre la tierra; que, de males en males han salido, y a mí no han conocido.

    4. Cada cual de su prójimo guardaos, y de sus hermanos no os fiéis(a); pues todo hermano, con suplantación suplantará; y todo amigo engañosamente andará.

    5. Cada cual contra su amigo se mofará; verdad no hablarán, no: ha aprendido su lengua a hablar embustes; han agraviado y no dejado de tornar(b)

    6. Usura sobre usura, y engaño sobre engaño; no han querido saber de mí.

    7. Por esto dice el Señor: «He aquí los quemaré y probaré; porque haré(c) a faz de maldad de hija de mi pueblo.

    8. Dardo hiriente, la lengua de ellos; engañosas, las palabras de su boca; a su prójimo habla pacífico, y dentro de sí tiene enemistad.

    9. ¿Acaso sobre estas cosas no visitaré? dice el Señor; ¿o en este pueblo no vindicará mi alma?

    10. Sobre los montes coged llanto; y sobre las sendas del desierto, lamentación; pues desfallecieron, que no hay hombres; no oyeron voz de haber(d); desde volátiles del cielo y hasta bestias, espantáronse, fuéronse.

    11. Y daré a Jerusalén en transmigración y en morada de dragones; y las ciudades de Judá en desaparecimiento pondré, que no se habiten.

    Amenaza de ruina y exilio

    12. ¿Quién el hombre, el entendido, y entienda esto? y ¿a quién, palabra de boca del Señor(e), a él, anúncieos porqué ha perecido la tierra; quemada fue como desierto, que nadie anda por ella?

    13. Y me dijo el Señor a mí; por haber ellos abandonado mi ley que di a faz de ellos; y no haber escuchado mi voz,

    14. sino haber andado en pos de los placeres de su corazón, el malo; y en pos de los ídolos que les enseñaron sus padres.

    15. Por esto dice el Señor, el Dios de Israel: «He aquí yo los sustentaré con angustias y los abrevaré con agua de hiel;

    16. y los dispersaré en las gentes, las que no conocían ellos y sus padres; y traeré sobre ellos la cuchilla, hasta que sean consumidos en ella.

    17. Esto dice el Señor: Llamad las lamentadoras, y vengan, y cerca de las sabias enviad; y entonen,

    18. y cojan sobre vos treno; y derramen vuestros ojos lágrimas, y vuestros párpados viertan agua;

    19. que voz de lamento se ha oído en Sión: «¡Cómo se nos ha infortunado, avergonzado sobremanera, pues hemos abandonado la tierra y lanzado nuestras tiendas!

    20. Oíd ahora, mujeres(f), palabra de Dios, y reciban vuestras orejas palabras de su boca; y enseñad a vuestras hijas lamento, y una mujer a su prójima treno.

    21. Porque ha ascendido muerte por vuestras ventanas, entrado en vuestra tierra, a perder vuestros párvulos afuera, y vuestros jovencillos, de las calles;

    22. y serán los muertos de los hombres en ejemplo sobre haz de la llanura de vuestra tierra, como hierba tras el segador; y no habrá quien recoja.

    El conocimiento de Dios es la gloria del hombre

    23. Esto dice el Señor: «No se gloríe el sabio en su sabiduría; y no se gloríe el fuerte en su fuerza; y no se gloríe el rico en su riqueza;

    24. sino en esto gloríese el que se gloría: entender y conocer que yo soy el Señor, que hago misericordia, y juicio y justicia sobre la tierra; porque en esto está mi voluntad, dice el Señor.

    25. He aquí días vienen, dice el Señor, y visitaré sobre todos los que han circuncidado sus prepucios:

    26. sobre Egipto, y sobre Idumea(g), y sobre Edom y sobre hijos de Amón y sobre hijos de Moab y sobre todo raído(h) de lo de su rostro, los habitantes del desierto; porque todas las gentes, incircuncisas de carne; y toda casa de Israel, incircuncisos de su corazón».