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miércoles, julio 17, 2024
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    Marcos 1 - Jünemann Septuaginta en español

    Predicación de Juan el Bautista

    1. Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.

    2. Según está escrito en Isaías, el profeta: «He aquí envío mi ángel ante tu faz, que aderezará tu camino;

    3. voz de clamante en el desierto: «Preparad el camino del Señor; rectas hace sus sendas»;

    4. estaba Juan, el bautizante, en el desierto, predicando bautismo de penitencia en remisión de pecados.

    5. Y salía a él toda la Judea región y los jerosolimitanos todos, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.

    6. Y estaba Juan vestido de pelos de camello y ceñidor de cuero en torno de su cintura, y comiendo langostas y miel(a) silvestre.

    7. Y predicaba, diciendo: «Viene el más poderoso que yo en pos, de quien no soy digno de desatar, postrándome, la correa de sus zapatos.

    8. Yo os he bautizado con agua; él, empero, os bautizará con Espíritu Santo.»

    El bautismo de Jesús

    9. Y aconteció, en aquellos días, que vino Jesús desde Nazaret a la Galilea, y fue bautizado en el Jordán por Juan.

    10. Y presto, saliendo del agua, vio henderse los cielos y el Espíritu como paloma descendiendo sobre él.

    11. Y voz hubo de los cielos: «Tú eres el hijo mío, el amado; en ti me he complacido».

    Tentación de Jesús

    12. Y presto el Espíritu le lanza(b) al desierto.

    13. Y estuvo en el desierto cuarenta días, tentado por Satanás, y estaba con las fieras, y los ángeles le servían.

    Jesús principia su ministerio

    14. Y, después de ser entregado(c) Juan, vino Jesús a la Galilea, predicando el evangelio de Dios,

    15. y diciendo: que «cumplido está el tiempo y cerca el reino de Dios: arrepentíos y creed en el Evangelio».

    Jesús llama a cuatro pescadores

    16. Y pasando junto al mar de la Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, redando en el mar; pues eran pescadores.

    17. Y díjoles Jesús: «Venid en pos de mí, y haréos ser pescadores de hombres».

    18. Y al punto, dejando las redes, le siguieron.

    19. Y, caminando un poco, vio a Santiago, al del Zebedeo, y a Juan, su hermano, a ellos también en la barca aderezando las redes;

    20. y presto les llamó. Y, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, fuéronse en pos de él.

    Un hombre que tenía un espíritu inmundo

    21. Y llegaron a Cafarnaúm; y al punto el sábado, entrando en la sinagoga, enseñaba;

    22. y asombráronse de su enseñanza, porque estábales enseñando, como potestad teniendo, y no como los escribas.

    23. Y luego estaba en la sinagoga de ellos un hombre en(d) espíritu inmundo(e), y vociferó,

    24. diciendo: «¿Qué a nosotros y a ti, Jesús Nazareno? ¡Has venido a perdernos! Conózcote quién eres: el Santo de Dios».

    25. E impúsole Jesús, diciendo: «Enmudece, y sal de él».

    26. Y descoyuntándole el espíritu, el inmundo, y gritando con voz grande, salió de él.

    27. Y espantáronse todos ellos, a punto de preguntarse entre sí, diciendo: «¿Qué es esto? ¡Doctrina nueva! Con poder a los mismos espíritus los inmundos manda, y obedécenle».

    28. Y salió su oída luego a doquiera, a toda la región al través de la Galilea.

    Jesús sana a la suegra de Pedro

    29. Y luego de la sinagoga yéndose, fue a la casa de Simón y Andrés, con Santiago y Juan.

    30. Y la suegra de Simón postrada estaba de fiebre; y luego dijéronle de ella.

    31. Y, llegándose, la levantó tomando de la mano, y la ha dejado(f) la fiebre; y servíales.

    Muchos sanados al ponerse el sol

    32. Y, atardeciendo, cuando se puso el sol, traían a él todos los que mal estaban y los endemoniados;

    33. y estaba toda la ciudad agolpada a la puerta.

    34. Y sanó a muchos(g) que mal estaban de diversas enfermedades; y demonios muchos lanzó; y no dejaba los demonios hablar; pues sabían que él el Cristo era.

    Jesús recorre Galilea predicando

    35. Y, al alba, muy de noche, levantándose, fuése y retiróse a lugar desierto, y allí oraba.

    36. Y le siguió Simón y los con él.

    37. Y halláronle, y dícenle: que «todos te buscan»

    38. y díceles: «Vamos a otra parte, a las cercanas villas, para también allí yo predicar; pues a esto he salido(h)».

    39. Y vino predicando a las sinagogas de ellos, a toda la Galilea, y los demonios lanzando.

    Jesús sana a un leproso

    40. Y viene a él un leproso, rogándole y arrodillándose, diciéndole: que «si quieres, puedes limpiarme».

    41. Y, compadecido, extendiendo la mano, lo tocó, y dícele: «Quiero: sé limpio».

    42. Y luego, en diciendo él, se fue de él la lepra y fue limpio(i).

    43. Y, conminándole, luego lanzóle(j), y dícele:

    44. «Mira: a nadie nada digas; mas, ve y muéstrate al sacerdote y ofrece por tu limpieza lo que ordenó Moisés en testimonio a ellos».(k)

    45. Pero él, saliendo, empezó a encomiar grandemente y a divulgar la palabra(l), de suerte que no pudo(m) ya manifiestamente en la ciudad entrar; sino fuera, en desiertos lugares(n); y venían a él de dondequiera.