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sábado, agosto 17, 2024
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    Salmos 10 - Jünemann Septuaginta en español

    Plegaria pidiendo la destrucción de los malvados

    1. (9:22) ¿Por qué, Señor, te has apartado lejos? ¿menosprecias en oportunidades, en tribulación?

    2. (9:23) Ensoberbeciéndose el impío, se quema(g) el pobre; son prendidos(h) en las tramas que excogitan.

    3. (9:24) Porque es alabado el pecador en las concupiscencias de su alma, y el inicuo bendecido.

    4. (9:25) Ha exacerbado al Señor el pecador; según la muchedumbre de su ira, no castigará(i).

    5. (9:26) No está Dios delante de él, se contaminan sus caminos en todo tiempo; (9:27) son quitados tus juicios de ante la faz de él; de todos sus enemigos se enseñoreará. (9:28) Pues dijo en su corazón: «No me moveré, no, de generación en generación; —sin mal»(j).

    6. (9:29) De cuya maldición su boca está henchida y de amargura y de dolo; debajo de su lengua, trabajo y dolor.

    7. (9:30) Sentado está en emboscada, con ricos, en escondites, para matar al inocente,

    8. (9:31) sus ojos al pobre miran, embóscase en escondite, como león en su madriguera; (9:32) embóscase para arrebatar a menesteroso, arrebatar a menesteroso, atrayéndole.

    9. (9:33) En su lazo le humillará. Se inclinará(k) y caerá cuando se hubiere enseñoreado de los pobres.

    10. (9:34) Pues dijo en su corazón: «Se ha olvidado Dios; ha apartado su rostro para no ver, hasta el fin».

    11. (9:35) Levántate, Señor Dios, exáltese tu mano; no te olvides de los pobres.

    12. (9:36) ¿Por qué ha exacerbado el impío a Dios? pues dijo en su corazón: «No indagará».

    13. (9:37) Ves; porque tú trabajo e ira considerarás, para entregarles en tus manos.

    14. (9:38) A ti, pues, abandonado está el menesteroso; al huérfano tú has sido amparador.

    15. (9:39) Quebranta el brazo del pecador y malvado; se buscará su pecado, y jamás se hallará(l).

    16. (9:40) Reinará el Señor por los siglos y por los siglos de los siglos; pereceréis, gentes, de sobre la tierra de él.

    17. (9:41) El deseo de los pobres ha escuchado el Señor; al anhelo del corazón de ellos prestaste tu oreja,

    18. (9:42) para juzgar(m) a huérfano y humilde; para que no prosiga ya hombre ensoberbeciéndose sobre la tierra.