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    1 Samuel 25 - La Biblia del Oso  RV1569

    David y Abigail

    1. Entonces Dauid juró à Saul: y Saul ſe fue à ſu caſa: y tambien Dauid y los ſuyos ſe ſubieron à la fortaleza.

    2. Y Murió Samuel, y juntoſe todo Iſrael y endecharonlo; y ſepultarõlo en ſu caſa en Rama. Y Dauid ſe leuantó, y ſe fue àl deſierto de Pharan.

    3. Y en Maon auia vn hombre que tenia ſu hazienda en el Carmelo, el qual era muy rico: q̃ tenia tres mil ouejas, y mil cabras. Y aconteció, que eſt e tres quilaua ſus ouejas enel Carmelo.

    4. El nombre de aquel varon era Nabal: y el nõbre de ſu muger, Abigail. Y era aquella muger de buen entendimiẽto, y de buena gracia. mas el hõbre era duro, y de malos hechos: y era del linage de Caleb.

    5. Y Dauid oyó enel deſierto, que Nabal tres quilaua ſus ouejas.

    6. Y embió Dauid diez criados, y dixoles: Subid àl Carmelo, y venid à Nabal, y demandadle en mi nombre de paz.

    7. Y dezilde anſi, Que biuas, y ayas paz, y tu familia aya paz: y todo loque à ti pertenece aya paz.

    8. Aora he entendido que tienes treſquiladores. Aora, los paſtores que tienes, han eſtado con noſotros, à los quales nunca hezimos fuerça, ni les faltó coſa en todo el tiempo que han eſtado enel Carmelo.

    9. Pregunta à tus criados, que ellos telo dirán. Hallen por tanto eſtos criados gracia en tus ojos, pues que venimos en buen dia: ruegote que des loque tuuieres à mano à tus ſieruos, y à tu hijo Dauid.

    10. Y como llegaron los criados de Dauid, dixerõ à Nabal todas eſtas palabras en nõbre de Dauid, y callaron.

    11. Y Nabal reſpõdió à los criados de Dauid, y dixo: Quien es Dauid? Y quien es el hijo de Iſai? Muchos ſieruos ay oy, que ſe huyen deſus ſeñores.

    12. Que tôme yo aora mi pan, mi agua, y mi viima q̃ he aparejado para mis treſquilabores, y que la dé à hombres que no ſe de donde ſon?

    13. Y tornãdoſe los criados de Dauid, boluieronſe por ſu camino: Y viniendo dixerõ à Dauid todas eſtas palabras.

    14. Entonces Dauid dixo à ſus criados: Ciñaſe cada vno ſu eſpada. Y ciñoſe cada vno ſu eſpada: tambien Dauid ciñó ſu eſpada, y ſubieron tras Dauid como quatrocientos hombres, y dexaron dozientos conel bagaje.

    15. Y vno de los criados dió auiſo à Abigail muger de Nabal diziendo: Heaqui Dauid ha embiado menſageros del deſierto q̃ ſaludaßen á nueſtro amo, y el los ha reprehendido.

    16. Y aquellos hombres nos han ſido muy buenos, y nunca nos han hecho fuerça: y ninguna coſa nos ha faltado en todo el tiẽpo que con ellos auemos conuerſado, miẽtras hemos eſtado en el campo.

    17. Han nos ſido por muro de dia y de noche todos los dias que hemos apacentado las ouejas con ellos.

    18. aora pues entiende y mira loque has de hazer, porque el mal eſtá del todo reſoluto contra nueſtro amo, y contra toda ſu caſa. que el es vn hombre tan malo, que no ay quien le pueda hablar.

    19. Entonces Abigail tomó luego dozientos panes, y dos cueros de vino, y cinco ouejas guiſadas, y cinco medidas de harina toſtada, v cien hilos de vuas paßadas, y dozientas maßas de higos paßados, y cargólo en aſnos,

    20. Y dixo à ſus criados: Id delante demi, que yo os ſeguiré luego. Y nada declaró à ſu marido Nabal.

    21. Y ſentandoſe ſobre vn aſno decendió por vna parte ſecreta del monte: y heaqui Dauid y los ſuyos q̃ venian delante deella, y ella los encontró.

    22. Y Dauid auia dicho: Ciertamente en vano he guardado todo loq̃ aquel tiene enel deſierto, que nada le aya faltado de todo quanto tiene, y el me ha dado mal pago por el bien.

    23. Anſi haga Dios, y anſi añida à los enemigos de Dauid, que no tengo de dexar de todo loque fuere ſuyo de aqui à mañana, meante à la pared.

    24. Y como Abigail vido à Dauid, decendió preſtamente del aſno, y proſtrandoſe delante de Dauid ſobre ſu roſtro inclinóſe à tierra:

    25. Y echãdoſe à ſus pies, dixo: Señor mio, en mi ſea eſte peccado: Portanto aora hable tu ſierua en tus oydos, y oye las palabras de tu ſierua.

    26. No ponga aora mi ſeñor ſu coraçon à aquel hombre impio, à Nabal: porq̃ conforme à ſu nombre, anſi es. El ſe llama Nabal, y la locura eſtá cõel: porque yo tu ſierua no vide los criados de mi ſeñor, que embiaſte.

    27. aora pues Señor mio, Biue Iehoua, y biua tu anima, que Iehoua te ha vedado, q̃ vengas contra ſangre, y que tu mano te ſalue. Tus enemigos pues ſean como Nabal, y todos los que procuran mal contra mi Señor.

    28. Aora pues eſta bendicion que tu ſierua ha traydo à mi ſeñor, deſe à los criados que ſiguen à mi ſeñor:

    29. Y yo te ruego q̃ perdones à tu ſierua eſta maldad: porque Iehoua hará caſa firme à mi ſeñor, porquanto mi ſeñor haze las guerras de Iehoua, y mal no ſe hà hallado enti en tus dias,

    30. Aunque alguien ſe aya leuantado à perſeguirte, y buſcar tu anima: mas el anima de mi ſeñor ſerá ligada enel hace de los que biuẽ con Iehoua Dios tuyo, el qual arronjará el anima de tus enemigos pueſta en medio de la palma de la honda.

    31. Y acontecerá que quando Iehoua hiziêre con mi ſeñor cõforme à todo el bien que ha hablado de ti, y te mandâre que ſeas capitan ſobre Iſrael,

    32. Entonces eſto no te ſerá, ſeñor mio, en trompeçon y eſcrupulo de coraçon, q̃ ayas derramado ſangre ſin cauſa, y que aya mi Señor ſaluadoſe à ſi. Guardeſe pues mi ſeñor, y quando Iehoua hiziêre bien à mi ſeñor, acuerdate de tu ſierua.

    33. Entonces Dauid dixo à Abigail: Bendito ſea Iehoua Dios de Iſrael, que te embió paraque oy me encontraßes.

    34. Y benditó ſea tu razonamiento, y bendita ſeas tu, que me has eſtoruado oy de yr à ſangres, y que mi mano me ſaluaße.

    35. Porque biue Iehoua Dios de Iſrael, q̃ me ha defendido de hazerte mal, que ſi no te ouieras dado prießa à venirme àl encuẽtro, de aqui amañana no le quedâra à Nabal meante à la pared.

    36. Y recibió Dauid de ſu mano loque le auia traydo, y dixole; Sube en paz à tu caſa, y mira que yo he oydo tu boz, y tenidote reſpeo.

    37. Y Abigail ſe vino à Nabal, y heaqui que el tenia vanquete en ſu caſa como vanquete de rey; y el coraçon de Nabal eſtaua ya alegre enel, y eſtaua muy borracho y ella no le declaró poco ni mucho, haſta que vino el dia ſiguiente.

    38. Y à la mañana, quando ya el vino auia ſalido de Nabal, ſu muger le declaró los negocios; y el coraçon ſele eſmoreció enſi, y ſe boluió como vna piedra.

    39. Y paßados diez dias Iehoua hirió à Nabal, y murió.

    40. Y como Dauid oyó q̃ Nabal era muerto, dixo; Bendito ſea Iehoua, que juzgó la cauſa de mi affrenta de la mano de Nabal, y detuuo del mal à ſu ſieruo, y Iehoua tornó la malicia de Nabal ſobre ſu cabeça. Y embió Dauid à hablar cõ Abigail para tomarla porſu muger.

    41. Y los criados de Dauid vinieron à Abigail enel Carmelo, y hablâron con ella diziendo: Dauid nos ha embiado à ti para tomarte por ſu muger.

    42. Y ella ſe leuantó y inclinó ſu roſtro à tierra diziendo: Heaqui tu ſierua, paraque ſea ſierua que laue los pies de los ſieruos de mi ſeñor.

    43. Y leuantandoſe luego Abigail, ſentoſe envn aſno, con cinco moças que la ſeguian. y ſiguió los mẽſageros de Dauid, y fue ſu muger.

    44. Tambien tomó Dauid à Achinoã de Iezrael, las quales ambas fueron ſus mugeres.