Lucas 19 - La Biblia del Oso RV1569Jesús y Zaqueo1. YEntrado paßó adelãte à Iericho. 2. Y heaqui vn varon llamado Zacheo elqual era principe de los publicanos: y era rico: 3. Y procuraua ver à IESVS quien fueße: y no podia à cauſa de la multitud, porque era pequeño de eſtatura. 4. Y corriendo delante, ſubióſe en vn arbol Cabrahigo para verlo: porq̃ auia de paßar por alli. 5. Y como vino à aquel lugar IESVS, mirando vidolo, y dixole, Zacheo da te prießa, deciende: porque oy es meneſter q̃ poſe en tu caſa. 6. Entonces el decendió à prießa, y recibiólo gozoſo. 7. Y viendo eſto todos, murmurauan diziendo que auia entrado a poſar cõ vn hõbre peccador. 8. Entonces Zacheo, pueſto en pie, dixo àl Señor, Heaqui Señor la mitad de mis bienes doy à los pobres: y ſi en algo he defraudado à alguno, lo bueluo con el quatro tanto. 9. Y el Señor le dixo, Oy hà ſido ſalua eſta caſa: porquanto tambien el es hijo de Abraham: 10. Porque el Hijo del hombre vino à buſcar y à ſaluar loque ſe auia perdido. Parábola de las diez minas11. Y oyendo ellos eſtas coſas, proßiguiendo el , dixo vna parabola, porquanto eſtaua cerca de Ieruſalem: y por que pẽſauan que luego auia de ſer manifeſtado el Reyno de Dios. 12. Y dixo, Vn hombre noble ſe partió à vna prouincia lexos para tomar para ſi el reyno, y boluer. 13. Mas llamados diez ſieruos ſuyos, dioles diez minas, y dixoles Negociad entre tanto que vengo. 14. Empero ſus vaßallos lo aborreciã: y embiaron tras deel vna embaxada, diziẽdo, No queremos que eſte reyne ſobre noſotros. 15. Y aconteció, que buelto el, auiendo tomado el reyno, mãdó llamar à ſi à aquello ſieruos, à los quales auia dado el dinero, para ſaber loque auia negociado cada vno. 16. Y vino el primero, diziendo, Señor tu mina hà ganado diez minas. 17. Y el le dize, Eſtá bien. Buen ſieruo: pueſque en lo poco has ſido fiel, tendrás poteſtad ſobre diez ciudades. 18. Y vino otro diziendo, Señor tu mina hà hecho cinco minas. 19. Y tambien à eſte dixo, Tu tambien sé ſobre cinco ciudades. 20. Y vino otro, diziendo, Señor heaqui tu mina, laqual hé tenido guardada en vn pañizuelo: 21. Porque vue miedo de ti, que eres hõbre rezio: tomas loque no puſiſte, y ſiegas loque no ſembraſte. 22. Entonces el le dixo, Mal ſieruo, de tu boca te juzgo: ſabias q̃ yo era hombre rezio, que quito loque no puſe: y que ſiego loque no ſembré: 23. Porque pues no diſte mi dinero àl vãco: y yo viniendo lo demandara con el logro? 24. Y dixo à los que eſtauan preſentes, Quitalde la mina, y dadla àlque tiene las diez minas. 25. Y ellos le dixeron, Señor, tiene diez minas. 26. Porque yo os digo que à qual quiera que tuuiere, le ſerá dado: mas àlque no tuuiere, aun lo que tiene le ſerá quitado. 27. Y tambien à aquellos mis enemigos, que no queriã que yo reynaße ſobre ellos, traedlos acà, y degolladlos delante de mi. La entrada triunfal en Jerusalén28. Y dicho eſto, yua delante ſubiendo à Ieruſalem. 29. Y aconteció que llegando cerca de Beth phage, y de Bethania, àl monte que ſe llama de las Oliuas, embió dos de ſus Diſcipulos. 30. Diziendo, Id àl aldea que eſta delante: en laqual como entrardes, hallareys vn pollino atado en el qual ningun hombre jamas ſehà ſentado: deſataldo, y traeldo. 31. Y ſi alguien os preguntáre, Porque lo deſatays? Dezirleheys anſi, Porq̃ el Señor lo hà meneſter. 32. Y fueron los que auiã ſido embiados, y hallarõ, como el les dixo, [el pollino parado.] 33. Y deſatando ellos el pollino, ſus dueños les dixeron, Porq̃ deſatays el pollino? 34. Y ellos dixeron, Porque el Señor lo ha meneſter. 35. Y truxeronlo à IESVS: y echando ellos ſus veſtidos ſobre el pollino, puſieron encima à IESVS. 36. Y yendo el, tendian ſus capas por el camino. 37. Y como llegaßen ya cerca de la decẽdida del monte de las Oliuas, toda la multitud de los Diſcipulos gozandoſe començaron à alabar à Dios à gran boz de todas las marauillas que auian viſto. 38. Diziendo, Bendito el Rey que viene en nõbre del Señor: paz en el cielo, y gloria en lo altißimo. 39. Entõces algunos de los Phariſeos de las compañas le dixeron, Maeſtro, reprehende à tus Diſcipulos. 40. Y el reſpondiendo, dixoles, Digo os que ſi eſtos calláren, las piedras clamarán. 41. Y como llegó cerca, viendo la ciudad, lloró ſobre ella. 42. Diziendo, Porque tambiẽ tu, ſi conocießes, alomenos en eſte tu dia loque toca à tu paz: mas aota eſtá encubierto de tus ojos. 43. Por loqual vendran dias ſobre ti, que tus enemigos te cercarán con baluarte: y te pondrã cerco, y de todas partes te pondran en eſtrecho: 44. Y te derribarán à tierra: y à tus hijos, loſq̃ eſtan dẽtro de ti: y no dexaran ſobre ti piedra ſobre piedra: porquanto no conociſte el tiempo de tu viſitacion. Purificación del templo45. Y entrando en el Templo, començó à echar fuera à todos los que vendiã y comprauan en el. 46. Diziendoles, Eſcripto eſtá, Mi Caſa, Caſa de oracion es: mas voſotros la aueys hecho cueua de ladrones. 47. Y enſeñaua cada dia en el Templo. mas los principes de los Sacerdotes, y los Eſcribas, y los principes del Pueblo procurauan matarlo: 48. Y no hallauã que hazerle, porque todo el Pueblo eſtaua ſuspenſo oyen dolo. |