Salmos 55 - La Biblia del Oso RV1569Plegaria pidiendo la destrucción de enemigos traicioneros Al músico principal; en Neginot. Masquil de David.1. Al Vencedor; en Neginoth. Maskil. de Dauid. Eſcucha, ó Dios, mi oracion, y no te eſcondas de mi ſuplicacion. 2. Eſtáme attento, y reſpondeme; que doy bozes hablando, y bramo, 3. Por la boz del enemigo, por el apprieto del impio; porque echarõ ſobre mi iniquidad, y con furor me han amenazado. 4. Mi coraçon eſtá doloroſo dentro de mi: y terrores de muerte han caydo ſobre mi. 5. Temor, y temblor vino ſobre mi; y ter ror me hà cubierto. 6. Y dixe, Quien me dieße alas como de paloma? bolaria, y deſcanſaria. 7. Ciertamente huyria lexos: moraria en el deſierto. Selah. 8. Appreßurarmeya à eſcapar del viento tempeſtuoſo, de la tempeſtad. 9. Deſhaze, ò Señor, diuide la lẽgua deellos: porque he viſto violencia y renzilla en la ciudad. 10. Dia y noche la cercaron ſobre ſus muros:: y iniquidad y trabajo ay en medio deella. 11. Agrauios ay en medio deella, y nunca ſe aparta de ſus plaças fraude y engaño. 12. Porque no enemigo me affrentó, que ſupportára lo : ni el que me aborrecia, engrandeció contra mi, que eſcondierame deel. 13. Mas tu hombre, ſegun mi eſtimacion, mi ſeñor, y mi familiar. 14. Porq̃ juntos communicauamos ſuauemente los ſecretos: en la Caſa de Dios andauamos en compañia. 15. Condenados ſean à muerte, deſciendan àl infierno biuos: porque ay maldades en ſu compañia, entre ellos. 16. Yo à Dios clamaré; y Iehoua me ſaluará. 17. Tarde y mañana, y à mediodia hablo, y bramo: y el oyrá mi boz. 18. Redimió en paz mi anima de la guerra contra mi; porque con muchos fuerõ contra mi. 19. Dios oyrá, y los quebrantará, y el que permanece deſde la antiguedad. Selah. Porquanto no ſe mudan, ni temen à Dios. 20. Eſtendió ſus manos contra ſus pacificos: enſuzió ſu pao. 21. Ablandan mas que manteca ſu boca, mas guerra en ſu coraçon; enternecen ſus palabras mas que el azeyte, mas ellos ſon cuchillos. 22. Echa ſobre Iehoua tu carga, y el te ſuſtentará: no dará para ſiempre reſualo àl juſto. 23. Y tu, ò Dios, los harás decendir àl pozo de la ſepultura; los varones de ſangre y engañadores no demediarán ſus dias: mas yo confiaré en ti. |