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lunes, agosto 19, 2024
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    Jeremías 12 - La Palabra (HispanoAmericana)

    Queja de Jeremías y respuesta de Dios

    1. Tú tienes razón, Señor, cuando discuto contigo; pero quiero exponerte un caso:¿Por qué prospera la conducta del malvado?¿Por qué viven tranquilos los traidores?

    2. Los plantas, y echan raíces, se desarrollan, dan fruto. Estás presente en su boca, pero lejos de sus sentimientos.

    3. Tú, Señor, me conoces y me ves, has examinado mi actitud hacia ti. Ponlos aparte como ovejas destinadas al matadero, sepáralos para el día de la matanza.

    4. ¿Hasta cuándo guardará luto la tierra y permanecerá agostada la hierba del campo? Por la maldad de los que habitan en él, desaparecen aves y animales*. Porque llegaron a decir: “El Señor no verá nuestro futuro”.

    5. Si corres con la infantería y te cansas, ¿cómo vas a competir con los caballos? Si en lugares tranquilos no te sientes seguro, ¿qué harás en la maleza del Jordán?

    6. Incluso tus hermanos, tu familia, han sido contigo traidores; te van calumniando a tus espaldas. Tampoco te fíes de ellos, aunque te digan buenas palabras.

    7. He abandonado mi casa, he desechado mi heredad; he puesto al amor por quien suspiro en manos de sus enemigos.

    8. Mi heredad era para mí igual que un león en plena selva: lanzaba contra mí su rugido, por eso llegué a detestarla.

    9. ¿Es mi heredad una cueva de hienas, con los buitres rondando junto a ella? ¡Reúnanse, fieras del campo, vengan todas a comer!

    10. Muchos pastores* destrozaron mi viña, han pisoteado mi parcela; convirtieron mi hermosa parcela en una estepa desolada;

    11. la han convertido en desolación y se duele desolada ante mí. Todo el país está desolado y nadie reflexiona sobre ello.

    12. Por todas las dunas de la estepa van llegando depredadores, la espada del Señor devora el país de punta a cabo, nadie puede vivir en paz.

    13. Sembraron trigo, cosecharon cardos; acabaron cansados sin sacar provecho; quedaron decepcionados de su cosecha, por la cólera ardiente del Señor.

    14. Así dice el Señor a todos los malos vecinos que se apoderaron de la herencia que di a mi pueblo Israel: Voy a arrancarlos de su tierra y arrancaré también de en medio de ellos a Judá.

    15. Pero después de arrancarlos, me compadeceré otra vez de ellos y los haré volver a su heredad, cada cual a su terruño.

    16. Y si, igual que enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal, aprenden ahora en serio a jurar por mi nombre diciendo: “Por vida del Señor” según tiene costumbre mi pueblo, entonces vivirán entre mi pueblo.

    17. Pero a la nación que no me escuche, la arrancaré en serio y la destruiré —oráculo del Señor—.