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jueves, julio 18, 2024
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    Jueces 7 - La Palabra (HispanoAmericana)

    Gedeón derrota a los madianitas

    1. Jerubaal (o sea, Gedeón) se levantó de madrugada, así como toda su gente, y acampó junto a En Jarod*. El campamento de Madián quedaba al norte, al pie de la colina de Moré, en el valle.

    2. El Señor dijo a Gedeón: — Esa gente que te acompaña es demasiada para que yo pueda entregarles a Madián; se podría enorgullecer Israel a mi costa diciendo: “¡Es mi fuerza la que me ha salvado!”.

    3. Así pues, difunde entre la gente este pregón: “El que tenga miedo y tiemble, que se vuelva”. Gedeón los puso así a prueba. Y se retiraron veintidós mil hombres de gente reclutada, quedando sólo diez mil.

    4. El Señor dijo a Gedeón: — Son todavía demasiados; hazlos bajar a la fuente y allí los someteré a examen. Aquel de quien yo te diga que vaya contigo, irá contigo. Y aquel de quien yo te diga que no vaya contigo, no irá.

    5. Gedeón hizo bajar la gente hasta la fuente. Y el Señor le dijo: — A todos los que laman el agua con la lengua como lo hace un perro, ponlos a un lado; y a todos los que se arrodillen para beber, ponlos al otro.

    6. Los que lamieron el agua (llevándosela con las manos a la boca) resultaron ser trescientos. Todo el resto de la gente se arrodilló para beber.

    7. Entonces el Señor dijo a Gedeón: — Con los trescientos hombres que han lamido el agua los salvaré, y pondré a Madián en tus manos. Que todos los demás regresen a su casa.

    8. Los elegidos se pertrecharon oportunamente y tomaron sus trompetas de guerra. A los restantes israelitas, Gedeón los mandó a su casa y se quedó sólo con los trescientos hombres. Madián había acampado abajo, en el valle.

    9. Aquella noche el Señor dijo a Gedeón: — ¡Ánimo!, baja al campamento, porque lo he puesto en tus manos.

    10. Pero, si te da miedo bajar solo al campamento, que te acompañe tu criado Purá,

    11. y escucha lo que dicen. Cobrarás ánimo y no dudarás en atacar el campamento. Bajó, pues, hasta las mismas avanzadillas del campamento, acompañado de su criado Purá.

    12. Madián, Amalec y todos los hijos de Oriente habían inundado el valle, numerosos como plaga de langostas, y sus camellos eran incontables como la arena de la playa.

    13. Cuando se acercó Gedeón, un hombre estaba contando un sueño a su vecino. Le decía: — He tenido un sueño: una hogaza de pan de cebada* rodaba por el campamento de Madián. Llegó hasta la tienda, chocó contra ella y la volcó de arriba abajo.

    14. El vecino le respondió: — Eso no puede ser otra cosa que la espada de Gedeón, hijo de Joás, el israelita. Dios ha puesto en sus manos a Madián y a todo el campamento.

    15. Cuando Gedeón escuchó el sueño y su interpretación, adoró al Señor. Regresó luego al campamento de Israel y dijo: — ¡Ánimo! pues el Señor ha puesto en sus manos el campamento de Madián.

    16. Gedeón dividió a los trescientos hombres en tres cuerpos. Les dio a cada uno una trompeta de guerra y un cántaro vacío, con una antorcha dentro de cada cántaro.

    17. Y les dijo: — Fíjense en mí y hagan lo que yo haga. Cuando llegue yo al borde del campamento, hagan lo que yo haga.

    18. Yo y todos los que estén conmigo tocaremos las trompetas; entonces ustedes también toquen las trompetas alrededor del campamento y griten: “¡Por el Señor y por Gedeón!”.

    19. Gedeón y los cien hombres que le acompañaban llegaron al borde del campamento cuando comenzaba la guardia de la medianoche y se acababa de hacer el relevo de los centinelas. Tocaron, entonces, las trompetas de guerra y rompieron los cántaros que llevaban en la mano;

    20. los tres cuerpos del ejército tocaron las trompetas, y rompieron los cántaros; en la izquierda tenían las antorchas y en la derecha las trompetas para poder tocarlas. Y gritaron: — ¡Por el Señor y por Gedeón!

    21. Y se quedaron todos quietos, cada uno en su puesto, alrededor del campamento. Todo el campamento se despertó y, lanzando alaridos, se dieron a la fuga.

    22. Mientras los trescientos de Gedeón tocaban las trompetas de guerra, el Señor hizo que los madianitas se mataran unos a otros por todo el campamento y que salieran huyendo hacia Bet Sitá y Sartán, hasta la ribera de Abel Mejolá, frente a Tabat.

    23. Entonces los israelitas de Neftalí, de Aser y de todo Manasés se reunieron y persiguieron a Madián.

    24. Gedeón envió mensajeros que fueron avisando por toda la montaña de Efraín: — Bajen al encuentro de Madián y córtenles la retirada ocupando los vados del Jordán hasta Bet Bará. Se reunieron todos los hombres de Efraín y ocuparon los vados del Jordán hasta Bet Bará.

    25. Hicieron prisioneros a los dos jefes de Madián, Oreb y Zeb; mataron a Oreb en la Peña de Oreb y a Zeb en el Lagar de Zeb. Y, tras perseguir a Madián, presentaron a Gedeón las cabezas de Oreb y Zeb, al otro lado del Jordán.