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miércoles, julio 17, 2024
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    Mateo 4 - La Palabra (HispanoAmericana)

    Tentación de Jesús

    1. Después de esto, el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que el diablo lo pusiera a prueba.

    2. Jesús ayunó cuarenta días y cuarenta noches, y al final sintió hambre.

    3. Entonces se le acercó el diablo y le dijo: — Si de veras eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.

    4. Jesús le contestó: — Las Escrituras dicen: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra pronunciada por Dios.

    5. El diablo lo llevó luego a la ciudad santa, lo subió al alero del Templo

    6. y le dijo: — Si de veras eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque dicen las Escrituras: Dios ordenará a sus ángeles que cuiden de ti y te tomen en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra.

    7. Jesús le contestó: — También dicen las Escrituras: No pondrás a prueba al Señor tu Dios.

    8. De nuevo el diablo lo llevó a un monte muy alto y, mostrándole todas las naciones del mundo y su esplendor,

    9. le dijo: — Yo te daré todo esto si te arrodillas ante mí y me adoras.

    10. Pero Jesús le replicó: — Vete de aquí, Satanás, pues dicen las Escrituras: Al Señor tu Dios adorarás y sólo a él darás culto.

    11. El diablo se apartó entonces de Jesús, y llegaron los ángeles para servirle.

    Jesús principia su ministerio

    12. Al enterarse Jesús de que Juan había sido encarcelado, se retiró a Galilea.

    13. Pero no fue a Nazaret* sino que fijó su residencia en Cafarnaún*, junto al lago*, en los términos de Zabulón y Neftalí,

    14. en cumplimiento de lo dicho por medio del profeta Isaías:

    15. ¡Tierra de Zabulón y Neftalí, camino del mar, al oriente del Jordán, Galilea de los paganos!

    16. El pueblo sumido en las tinieblas vio una luz resplandeciente; a los que vivían en país de sombra de muerte, una luz los alumbró.

    17. A partir de aquel momento, Jesús comenzó a predicar diciendo: — Conviértanse, porque ya está cerca el reino de los cielos.

    18. Iba Jesús paseando por la orilla del lago de Galilea, cuando vio a dos hermanos: Simón, también llamado Pedro, y su hermano Andrés. Eran pescadores, y estaban echando la red en el lago.

    19. Jesús les dijo: — Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres.

    20. Ellos dejaron de inmediato punto sus redes y se fueron con él.

    21. Más adelante vio a otros dos hermanos: Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, que estaban en la barca con su padre, reparando las redes. Los llamó,

    22. y ellos, dejando en seguida la barca y a su padre, lo siguieron.

    23. Jesús recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas judías*. Anunciaba la buena noticia del Reino y curaba toda clase de enfermedades y dolencias de la gente.

    24. Su fama se extendió por toda Siria, y le traían a todos los que padecían algún mal: a los que sufrían diferentes enfermedades y dolores, y también a endemoniados, lunáticos y paralíticos. Y Jesús los curaba.

    25. Así que lo seguía una enorme muchedumbre procedente de Galilea, de la Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la orilla oriental del Jordán.