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miércoles, julio 17, 2024
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    1 Tesalonicenses 5 - EUNSA (Nuevo Testamento)

    1. Sobre el tiempo y el momento, hermanos, no necesitáis que os escriba,

    2. porque vosotros mismos sabéis muy bien que el día del Señor vendrá como un ladrón en la noche.

    3. Así pues, cuando clamen: "Paz y seguridad", entonces, de repente, se precipitará sobre ellos la ruina -como los dolores de parto de la que está encinta-, sin que puedan escapar.

    4. Pero vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, de modo que ese día os sorprenda como un ladrón;

    5. pues todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día. Nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas.

    6. Por tanto, no durmamos como los demás, sino estemos en vela y mantengámonos sobrios.

    7. Los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan;

    8. pero nosotros, que somos del día, mantengámonos sobrios, "estemos revestidos con la coraza" de la fe y de la caridad, "con el yelmo" de la esperanza "de salvación".

    9. Porque Dios no nos ha destinado a la ira, sino a alcanzar la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,

    10. que murió por nosotros, para que, tanto si velamos como si dormimos, vivamos juntos con él.

    11. Por eso, animaos mutuamente y edificaos unos a otros, como ya lo hacéis.

    Pablo exhorta a los hermanos

    12. Os rogamos, hermanos, que apreciéis a los que trabajan entre vosotros, os gobiernan en el Señor y os instruyen.

    13. Tened con ellos las mejores muestras de afecto en consideración a su labor. Que haya paz entre vosotros.

    14. Os exhortamos también, hermanos, a que corrijáis a los indisciplinados, alentéis a los pusilánimes, sostengáis a los débiles y tengáis paciencia con todos.

    15. Estad atentos para que nadie devuelva mal por mal; al contrario, procurad siempre el bien mutuo y el de todos.

    16. Estad siempre alegres.

    17. Orad sin cesar.

    18. Dad gracias por todo, porque eso es lo que Dios quiere de vosotros en Cristo Jesús.

    19. No extingáis el Espíritu,

    20. ni despreciéis las profecías;

    21. sino examinad todas las cosas, retened lo bueno

    22. y apartaos de toda clase de mal.

    23. Que Él, Dios de la paz, os santifique plenamente, y que vuestro ser entero -espíritu, alma y cuerpo- se mantenga sin mancha hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo.

    24. El que os llama es fiel, y por eso lo cumplirá.

    Salutaciones y bendición final

    25. Hermanos, orad también por nosotros.

    26. Saludad a todos los hermanos con el beso santo.

    27. Os pido encarecidamente por el Señor que esta carta les sea leída a todos los hermanos.

    28. La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con vosotros.