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miércoles, julio 17, 2024
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    Apocalipsis 18 - EUNSA (Nuevo Testamento)

    La caída de Babilonia

    1. Después de esto vi a otro ángel que bajaba del cielo, con gran poder, y la tierra quedó iluminada con su claridad.

    2. Y gritó con fuerte voz: -¡Cayó, cayó la gran Babilonia y se convirtió en morada de demonios, en guarida de todo espíritu impuro y en refugio de toda bestia inmunda y odiosa,

    3. porque todas las naciones bebieron del vino del furor de su lujuria, los reyes de la tierra han fornicado con ella, y con su desenfrenado lujo se han enriquecido los mercaderes de la tierra!

    4. Y oí otra voz del cielo que decía: -Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis cómplices de sus pecados ni participéis de sus castigos.

    5. Porque sus pecados llegaron hasta el cielo y se acordó Dios de sus iniquidades.

    6. Devolved con arreglo a lo que ella dio; pagadle el doble de lo que merecen sus obras; y en la copa que os preparó, preparadle el doble.

    7. Tanto como se jactó y se entregó a los placeres, dadle eso mismo en tormento y llanto, porque dice en su corazón: "Estoy sentada como una reina, no soy viuda y jamás veré el llanto".

    8. Por eso en un solo día llegarán sus plagas, la muerte, el llanto y el hambre, y será quemada con fuego, porque poderoso es el Señor Dios que la ha juzgado.

    9. Entonces los reyes de la tierra que fornicaron y se entregaron a los placeres con ella, cuando vean el humo de su incendio, llorarán y se lamentarán por ella.

    10. Se alejarán de ella por el miedo a sus tormentos, y dirán: "¡Ay, ay de la gran ciudad, Babilonia, la ciudad fuerte: en una sola hora ha llegado tu condena!"

    11. "Los comerciantes de la tierra lloran y gimen por ella, porque ya nadie compra sus mercancías:

    12. ni oro, plata, piedras preciosas o perlas; ni lino, púrpura, seda o escarlata; toda madera olorosa, todo objeto de marfil y todos los enseres de madera preciosa, de bronce, de hierro y mármol;

    13. canela, especias aromáticas y perfumes, mirra, incienso; vino, aceite, flor de harina y trigo; bestias de carga, ovejas, caballos y carros; esclavos y vidas humanas.

    14. Todos los frutos que tu alma apetecía se apartaron de ti, y todo lo rico y espléndido pereció para ti, y jamás lo volverás a encontrar.

    15. "Los traficantes en estos negocios, que se habían enriquecido a costa de ella, se mantendrán lejos por miedo a sus tormentos, y, llorando y gimiendo,

    16. dirán: "¡Ay, ay de la gran ciudad, la que vestía de lino, púrpura y escarlata, adornada con oro, piedras preciosas y perlas:

    17. en una sola hora han sido arrasadas tantas riquezas!" "Todos los pilotos y todos los navegantes, los marineros y cuantos bregan en la mar se quedaron lejos,

    18. y gritaban al ver el humo de su incendio: "¿Quién igualaba a la gran ciudad?"

    19. Echaron polvo sobre sus cabezas y gritaron llorando y gimiendo: "¡Ay, ay de la gran ciudad, con cuya opulencia se enriquecieron todos los armadores de barcos: en una sola hora ha sido arrasada!"

    20. "Alégrate por ella, ¡oh cielo!, y los santos, los apóstoles y los profetas, porque Dios ha confirmado vuestra sentencia contra ella.

    21. Un ángel poderoso levantó una piedra como una gran muela de molino y la arrojó al mar diciendo: -Con tal ímpetu será arrojada Babilonia, la gran ciudad, y ya nunca más se la encontrará.

    22. La música de los citaristas y de los cantores, de los flautistas y la de los que tocan la trompeta ya no se oirá más en ti. Ningún artesano de ningún oficio se encontrará en ti jamás, ni el rumor de la muela del molino se oirá nunca en ti.

    23. No lucirá jamás en ti la luz de la lámpara, ni se oirá ya más la voz del esposo y de la esposa, porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra, y todas las gentes se extraviaron con tus hechicerías.

    24. Y en ella se encontró la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los inmolados en la tierra.