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miércoles, julio 17, 2024
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    Filipenses 4 - EUNSA (Nuevo Testamento)

    Regocijaos en el Señor siempre

    1. Por tanto, hermanos míos muy queridos y añorados, mi gozo y mi corona, ¡permaneced así, queridísimos míos, firmes en el Señor!

    2. Suplico a Evodia y a Síntique que tengan un mismo sentir en el Señor.

    3. También te ruego a ti, fiel compañero, que ayudes a éstas, que trabajaron conmigo por el Evangelio con Clemente y mis otros colaboradores, cuyos nombres están en el libro de la vida.

    4. Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos.

    5. Que vuestra comprensión sea patente a todos los hombres. El Señor está cerca.

    6. No os preocupéis por nada; al contrario: en toda oración y súplica, presentad a Dios vuestras peticiones con acción de gracias.

    7. Y la paz de Dios que supera todo entendimiento custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

    En esto pensad

    8. Por lo demás, hermanos, cuanto hay de verdadero, de honorable, de justo, de íntegro, de amable y de encomiable; todo lo que sea virtuoso y digno de alabanza, tenedlo en estima.

    9. Lo que aprendisteis y recibisteis, lo que oísteis y visteis en mí, ponedlo por obra; y el Dios de la paz estará con vosotros.

    Dádivas de los filipenses

    10. Me alegré mucho en el Señor de que por fin hayáis podido manifestar de nuevo el afecto que ya me teníais, aunque no se había presentado ocasión de expresarlo.

    11. No os lo digo porque esté necesitado, pues he aprendido a contentarme con lo que tengo:

    12. he aprendido a vivir en la pobreza, he aprendido a vivir en la abundancia, estoy acostumbrado a todo en todo lugar, a la hartura y a la escasez, a la riqueza y a la pobreza.

    13. Todo lo puedo en Aquel que me conforta.

    14. No obstante, habéis hecho bien al compartir mi tribulación.

    15. Sabéis bien vosotros, filipenses, que al principio de la evangelización, cuando salí de Macedonia, ninguna iglesia me abrió una cuenta de "debe" y "haber", excepto vosotros,

    16. pues una y otra vez enviasteis a Tesalónica con qué atender a mis necesidades.

    17. No es que yo busque dádivas, sino que deseo que aumenten los intereses en vuestra cuenta.

    18. He recibido todo y tengo de sobra, estoy colmado con los bienes recibidos de parte vuestra por medio de Epafrodito, una ofrenda aceptable, de suave olor, agradable ante Dios.

    19. Mi Dios colmará todas vuestras necesidades, generosamente según su riqueza, con la gloria por Cristo Jesús.

    20. A Dios y Padre nuestro la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

    Salutaciones finales

    21. Saludad a todos los santos en Cristo Jesús. Os saludan los hermanos que están conmigo.

    22. También os saludan todos los santos, en especial los de la casa del César.

    23. La gracia del Señor Jesucristo esté con vuestro espíritu. Amén.