26.4 C
Miami
sábado, agosto 17, 2024
Más


    Hechos 21 - EUNSA (Nuevo Testamento)

    Viaje de Pablo a Jerusalén

    1. Separándonos de ellos nos hicimos a la mar y fuimos derechos a Cos, al día siguiente a Rodas y luego a Pátara.

    2. Encontramos una nave que zarpaba para Fenicia, nos embarcamos en ella y partimos.

    3. Avistamos la isla de Chipre y, dejándola a nuestra izquierda, continuamos navegando rumbo a Siria. Llegamos a Tiro, donde la nave debía dejar su carga.

    4. Encontramos a los discípulos y permanecimos allí siete días. Movidos por el Espíritu, ellos le decían a Pablo que no subiese a Jerusalén.

    5. Concluidos aquellos días salimos para continuar el viaje. Nos acompañaron todos con sus mujeres e hijos hasta fuera de la ciudad. Puestos de rodillas en la playa, hicimos oración,

    6. nos despedimos unos de otros y subimos a la nave. Ellos se volvieron a sus casas.

    7. Nosotros, terminado el viaje por mar desde Tiro, arribamos a Tolemaida, saludamos a los hermanos y permanecimos un día con ellos.

    8. Al día siguiente partimos y llegamos a Cesarea, donde fuimos a casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, y nos quedamos con él.

    9. Tenía éste cuatro hijas vírgenes que profetizaban.

    10. Llevábamos allí varios días cuando llegó desde Judea un profeta que se llamaba Ágabo.

    11. Vino a nosotros, tomó el cinturón de Pablo y atándose las manos y los pies dijo: -Esto dice el Espíritu Santo: en Jerusalén, los judíos atarán así al hombre a quien pertenece este cinturón, y le entregarán a manos de los gentiles.

    12. Cuando lo oímos, tanto nosotros como los del lugar le rogamos que no subiera a Jerusalén.

    13. Entonces Pablo respondió: -¿Qué hacéis llorando y afligiendo mi corazón? Yo estoy dispuesto no solamente a que me aten, sino también a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús.

    14. Como no podíamos convencerle, dejamos de insistirle y dijimos: -Hágase la voluntad del Señor.

    15. Después de estos días, acabamos los preparativos y subimos a Jerusalén.

    16. Venían con nosotros algunos discípulos de Cesarea, que nos llevaron a casa de un tal Mnasón, chipriota y antiguo discípulo, en donde nos hospedamos.

    Arresto de Pablo en el templo

    17. En cuanto llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con alegría.

    18. Al día siguiente vino Pablo con nosotros a casa de Santiago, y allí se reunieron también todos los presbíteros.

    19. Después de saludarles les narró una por una las cosas que había obrado Dios en los gentiles por su ministerio.

    20. Ellos, al oírle, glorificaban a Dios, y le dijeron: -Ya ves, hermano, cuántos miles de judíos han recibido la fe, y todos son celosos seguidores de la Ley.

    21. Han oído decir de ti que enseñas a todos los judíos que habitan entre los gentiles que se aparten de Moisés, hablándoles de no circuncidar a sus hijos y no vivir las tradiciones.

    22. ¿Qué podemos hacer? En cualquier caso se enterarán de que has llegado.

    23. Haz entonces lo que vamos a decirte: hay entre nosotros cuatro hombres que deben cumplir un voto;

    24. llévalos contigo, purifícate con ellos y paga sus gastos para que se rapen la cabeza, y vean todos que no hay nada de lo que han oído decir contra ti, sino que también tú caminas en la observancia de la Ley.

    25. En cuanto a los gentiles que han creído, les hemos escrito ya nuestra decisión de que se abstengan de la carne sacrificada a los ídolos, de la sangre, de los animales estrangulados y de la fornicación.

    26. Se llevó entonces Pablo a aquellos hombres y, al día siguiente, después de haberse purificado con ellos, entró en el Templo y anunció el plazo de los días de la purificación, para saber el día en que podría presentar la ofrenda por cada uno de ellos.

    27. Cuando estaban a punto de cumplirse los siete días, unos judíos venidos de Asia, al verlo en el Templo, alborotaron a la muchedumbre y le echaron mano

    28. gritando: -¡Auxilio, hombres de Israel! Éste es el hombre que enseña a todos por todas partes contra el pueblo, la Ley y este lugar, y que ha introducido incluso a unos griegos en el Templo y ha profanado este lugar santo

    29. -era que habían visto con él en la ciudad al efesio Trófimo, y creían que Pablo le había introducido en el Templo.

    30. Se agitó toda la ciudad y se formó un tumulto de gente. Entonces, apresaron a Pablo, lo arrastraron fuera del Templo y cerraron inmediatamente las puertas.

    31. Intentaban matarlo, cuando se le anunció al tribuno de la cohorte que toda Jerusalén se encontraba alborotada.

    32. Éste enseguida se llevó con él a soldados y centuriones y corrió hacia ellos, quienes, al ver al tribuno y a los soldados, dejaron de golpear a Pablo.

    33. Se acercó el tribuno, lo prendió y ordenó que fuera atado con dos cadenas, y le preguntó quién era y qué había hecho.

    34. Como en la muchedumbre unos gritaban una cosa y otros otra, y no podía averiguar nada con claridad a causa del tumulto, mandó conducirlo al cuartel.

    35. Cuando llegó a las escaleras tuvo que ser llevado por los soldados a causa de la violencia de la gente,

    36. pues la multitud seguía detrás gritando: -¡Mátalo!

    Defensa de Pablo ante el pueblo

    37. Cuando iban a entrar en el cuartel le dijo Pablo al tribuno: -¿Me permites decirte una cosa? Él le contestó: -¿Hablas griego?

    38. ¿No eres tú el egipcio que hace pocos días promovió una rebelión y llevó al desierto a cuatro mil sicarios?

    39. Pablo respondió: -Yo soy judío, de Tarso de Cilicia, ciudadano de esta ciudad no desconocida. Te ruego que me permitas hablar al pueblo.

    40. Le concedió el permiso, y Pablo, de pie en lo alto de las gradas, hizo una señal a la gente con la mano. Se produjo entonces un profundo silencio y comenzó a hablarles en lengua hebrea: