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sábado, agosto 17, 2024
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    Juan 12 - EUNSA (Nuevo Testamento)

    Jesús es ungido en Betania

    1. Jesús, seis días antes de la Pascua, marchó a Betania, donde estaba Lázaro, al que Jesús había resucitado de entre los muertos.

    2. Allí le prepararon una cena. Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban a la mesa con él.

    3. María, tomando una libra de perfume de nardo puro, muy caro, ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. La casa se llenó de la fragancia del perfume.

    4. Dijo Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que le iba a entregar:

    5. -¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios y se ha dado a los pobres?

    6. Pero esto lo dijo no porque él se preocupara de los pobres, sino porque era ladrón y, como tenía la bolsa, se llevaba lo que echaban en ella.

    7. Entonces dijo Jesús: -Dejadle que lo emplee para el día de mi sepultura,

    8. porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis.

    El complot contra Lázaro

    9. Una gran multitud de judíos se enteró de que estaba allí, y fueron no sólo por Jesús, sino también por ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos.

    10. Y los príncipes de los sacerdotes decidieron dar muerte también a Lázaro,

    11. porque muchos, por su causa, se apartaban de los judíos y creían en Jesús.

    La entrada triunfal en Jerusalén

    12. Al día siguiente las muchedumbres que iban a la fiesta, oyendo que Jesús se acercaba a Jerusalén,

    13. tomaron ramos de palmas, salieron a su encuentro y se pusieron a gritar: -"¡Hosanna!" "¡Bendito el que viene en nombre del Señor", "el Rey de Israel!"

    14. Jesús encontró un borriquillo y se montó sobre él, conforme a lo que está escrito:

    15. "No temas, hija de Sión." "Mira a tu rey que llega" "montado en un borrico de asna".

    16. Al principio sus discípulos no comprendieron esto, pero cuando Jesús fue glorificado, entonces recordaron que estas cosas estaban escritas acerca de él, y que fueron precisamente éstas las que le hicieron.

    17. La gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro y le resucitó de entre los muertos, daba testimonio.

    18. Por eso las muchedumbres le salieron al encuentro, porque oyeron que Jesús había hecho este signo.

    19. Entonces los fariseos se dijeron unos a otros: -Ya veis que no adelantáis nada; mirad cómo todo el mundo se ha ido tras él.

    Unos griegos buscan a Jesús

    20. Entre los que subieron a adorar a Dios en la fiesta había algunos griegos.

    21. Así que éstos se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y comenzaron a rogarle: -Señor, queremos ver a Jesús.

    22. Vino Felipe y se lo dijo a Andrés, y Andrés y Felipe fueron y se lo dijeron a Jesús.

    23. Jesús les contestó: -Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del Hombre.

    24. En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no muere al caer en tierra, queda infecundo; pero si muere, produce mucho fruto.

    25. El que ama su vida la perderá, y el que aborrece su vida en este mundo, la guardará para la vida eterna.

    26. Si alguien me sirve, que me siga, y donde yo estoy allí estará también mi servidor. Si alguien me sirve, el Padre le honrará.

    Jesús anuncia su muerte

    27. "Ahora mi alma está turbada; y ¿qué voy a decir?: "¿Padre, líbrame de esta hora?" ¡Pero si para esto he venido a esta hora!

    28. ¡Padre, glorifica tu nombre! Entonces vino una voz del cielo: -Lo he glorificado y de nuevo lo glorificaré.

    29. La multitud que estaba presente y la oyó decía que había sido un trueno. Otros decían: -Le ha hablado un ángel.

    30. Jesús respondió: -Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros.

    31. Ahora es el juicio de este mundo, ahora el príncipe de este mundo va a ser arrojado fuera.

    32. Y yo, cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí.

    33. Decía esto señalando de qué muerte iba a morir.

    34. La multitud le replicó: -Nosotros hemos oído en la Ley que el Cristo permanece para siempre; entonces, ¿cómo dices tú: "Es necesario que sea levantado el Hijo del Hombre"? ¿Quién es este "Hijo del Hombre"?

    35. Jesús les dijo: -Todavía estará un poco de tiempo la luz entre vosotros. Caminad mientras tenéis la luz, para que las tinieblas no os sorprendan; porque el que camina en tinieblas no sabe adónde va.

    36. Mientras tenéis la luz, creed en la luz para que seáis hijos de la luz. Jesús les dijo estas cosas, y se marchó y se ocultó de ellos.

    Incredulidad de los judíos

    37. Aunque había hecho Jesús tantos signos delante de ellos, no creían en él,

    38. de modo que se cumplieran las palabras que dijo el profeta Isaías: "Señor, ¿quién ha creído nuestro mensaje?", "y el brazo del Señor, ¿a quién ha sido revelado?"

    39. Por eso no podían creer, porque también dijo Isaías:

    40. "Les ha cegado los ojos" "y les ha endurecido el corazón" "de modo que no vean con los ojos" "ni entiendan con el corazón ni se conviertan", "y yo los sane".

    41. Isaías dijo esto cuando vio su gloria y habló sobre él.

    42. Sin embargo, creyeron en él incluso muchos de los judíos principales, pero no le confesaban a causa de los fariseos, para no ser expulsados de la sinagoga,

    43. porque amaron más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.

    Las palabras de Jesús juzgarán a los hombres

    44. Jesús clamó y dijo: -El que cree en mí, no cree en mí, sino en Aquel que me ha enviado;

    45. y el que me ve a mí, ve al que me ha enviado.

    46. Yo soy la luz que ha venido al mundo para que todo el que cree en mí no permanezca en tinieblas.

    47. Y si alguien escucha mis palabras y no las guarda, yo no le juzgo, porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.

    48. Quien me desprecia y no recibe mis palabras tiene quien le juzgue: la palabra que he hablado, ésa le juzgará en el último día.

    49. Porque yo no he hablado por mí mismo, sino que el Padre que me envió, Él me ha ordenado lo que tengo que decir y hablar.

    50. Y sé que su mandato es vida eterna; por tanto, lo que yo hablo, según me lo ha dicho el Padre, así lo hablo.