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viernes, agosto 16, 2024
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    Marcos 3 - EUNSA (Nuevo Testamento)

    El hombre de la mano seca

    1. De nuevo entró en la sinagoga. Había allí un hombre que tenía la mano seca.

    2. Le observaban de cerca por si lo curaba en sábado, para acusarle.

    3. Y le dice al hombre que tenía la mano seca: -Ponte de pie en medio.

    4. Y les dice: -¿Es lícito en sábado hacer el bien o hacer el mal, salvar la vida de un hombre o quitársela? Ellos permanecían callados.

    5. Entonces, mirando con ira a los que estaban a su alrededor, entristecido por la ceguera de sus corazones, le dice al hombre: -Extiende la mano. La extendió, y su mano quedó curada.

    6. Nada más salir, los fariseos con los herodianos llegaron a un acuerdo contra él, para ver cómo perderle.

    La multitud a la orilla del mar

    7. Jesús se alejó con sus discípulos hacia el mar. Y le siguió una gran muchedumbre de Galilea y de Judea.

    8. También de Jerusalén, de Idumea, de más allá del Jordán y de los alrededores de Tiro y de Sidón, vino hacia él una gran multitud al oír las cosas que hacía.

    9. Y les dijo a sus discípulos que le tuviesen dispuesta una pequeña barca, por causa de la muchedumbre, para que no le aplastasen;

    10. porque sanaba a tantos, que todos los que tenían enfermedades se le echaban encima para tocarle.

    11. Y los espíritus impuros, cuando lo veían, se arrojaban a sus pies y gritaban diciendo: -¡Tú eres el Hijo de Dios!

    12. Y les ordenaba con mucha fuerza que no le descubriesen.

    Elección de los doce apóstoles

    13. Y subiendo al monte llamó a los que él quiso, y fueron donde él estaba.

    14. Y constituyó a doce, para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar

    15. con potestad de expulsar demonios:

    16. a Simón, a quien le dio el nombre de Pedro;

    17. a Santiago el de Zebedeo y a Juan, el hermano de Santiago, a quienes les dio el nombre de Boanerges, es decir, "hijos del trueno";

    18. a Andrés, a Felipe, a Bartolomé, a Mateo, a Tomás, a Santiago el de Alfeo, a Tadeo, a Simón el Cananeo

    19. y a Judas Iscariote, el que le entregó.

    La blasfemia contra el Espíritu Santo

    20. Entonces llegó a casa; y se volvió a juntar la muchedumbre, de manera que no podían ni siquiera comer.

    21. Se enteraron sus parientes y fueron a llevárselo porque decían que había perdido el juicio.

    22. Y los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: -Tiene a Beelzebul, y expulsa los demonios por el príncipe de los demonios.

    23. Y convocándolos les decía con parábolas: -¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás?

    24. Si un reino está dividido en su interior, ese reino no puede sostenerse;

    25. y si una casa está dividida en su interior, esa casa no podrá sostenerse.

    26. Y si Satanás se levanta contra sí mismo, entonces se encuentra dividido y no puede sostenerse, sino que ha llegado su fin.

    27. Pues nadie puede entrar en la casa de uno que es fuerte y arrebatarle sus bienes, si antes no ata al que es fuerte. Sólo entonces podrá arrebatarle su casa.

    28. "En verdad os digo que todo se les perdonará a los hijos de los hombres: los pecados y cuantas blasfemias profieran;

    29. pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo jamás tendrá perdón, sino que será reo de delito eterno.

    30. Porque ellos decían: -Tiene un espíritu impuro.

    La madre y los hermanos de Jesús

    31. Vinieron su madre y sus hermanos y, quedándose fuera, enviaron a llamarlo.

    32. Y estaba sentada a su alrededor una muchedumbre, y le dicen: -Mira, tu madre, tus hermanos y tus hermanas te buscan fuera.

    33. Y, en respuesta, les dice: -¿Quién es mi madre y quiénes mis hermanos?

    34. Y mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dice: -Éstos son mi madre y mis hermanos:

    35. quien hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.