32.6 C
Miami
miércoles, julio 17, 2024
Más


    Mateo 5 - EUNSA (Nuevo Testamento)

    El Sermón del monte: Las bienaventuranzas

    1. Al ver Jesús a las multitudes, subió al monte; se sentó y se le acercaron sus discípulos;

    2. y abriendo su boca les enseñaba diciendo:

    3. -Bienaventurados los pobres de espíritu, porque suyo es el Reino de los Cielos.

    4. "Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados.

    5. "Bienaventurados los mansos, porque heredarán la tierra.

    6. "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque quedarán saciados.

    7. "Bienaventurados los misericordiosos, porque alcanzarán misericordia.

    8. "Bienaventurados los limpios de corazón, porque verán a Dios.

    9. "Bienaventurados los pacíficos, porque serán llamados hijos de Dios.

    10. "Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque suyo es el Reino de los Cielos.

    11. "Bienaventurados cuando os injurien, os persigan y, mintiendo, digan contra vosotros todo tipo de maldad por mi causa.

    12. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo: de la misma manera persiguieron a los profetas de antes de vosotros.

    La sal de la tierra

    13. "Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa ¿con qué se salará? No vale más que para tirarla fuera y que la pisotee la gente.

    La luz del mundo

    14. "Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en lo alto de un monte;

    15. ni se enciende una luz para ponerla debajo de un celemín, sino sobre un candelero para que alumbre a todos los de la casa.

    16. Alumbre así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos.

    Jesús y la ley

    17. "No penséis que he venido a abolir la Ley o los Profetas; no he venido a abolirlos sino a darles su plenitud.

    18. En verdad os digo que mientras no pasen el cielo y la tierra, de la Ley no pasará ni la más pequeña letra o trazo hasta que todo se cumpla.

    19. Así, el que quebrante uno solo de estos mandamientos, incluso de los más pequeños, y enseñe a los hombres a hacer lo mismo, será el más pequeño en el Reino de los Cielos. Por el contrario, el que los cumpla y enseñe, ése será grande en el Reino de los Cie

    20. Os digo, pues, que si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.

    Jesús y la ira

    21. "Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No matarás", y el que mate será reo de juicio.

    22. Pero yo os digo: todo el que se llene de ira contra su hermano será reo de juicio; y el que insulte a su hermano será reo ante el Sanedrín; y el que le maldiga será reo del fuego del infierno.

    23. Por lo tanto, si al llevar tu ofrenda al altar recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti,

    24. deja allí tu ofrenda delante del altar, vete primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve después para presentar tu ofrenda.

    25. Ponte de acuerdo cuanto antes con tu adversario mientras vas de camino con él; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al alguacil y te metan en la cárcel.

    26. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que restituyas la última moneda.

    Jesús y el adulterio

    27. "Habéis oído que se dijo: "No cometerás adulterio".

    28. Pero yo os digo que todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio en su corazón.

    29. Si tu ojo derecho te escandaliza, arráncatelo y tíralo; porque más te vale que se pierda uno de tus miembros que no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.

    30. Y si tu mano derecha te escandaliza, córtala y arrójala lejos de ti; porque más te vale que se pierda uno de tus miembros que no que todo tu cuerpo acabe en el infierno.

    Jesús y el divorcio

    31. "Se dijo también: "Cualquiera que repudie a su mujer, que le dé el libelo de repudio".

    32. Pero yo os digo que todo el que repudia a su mujer -excepto en el caso de fornicación- la expone a cometer adulterio, y el que se casa con la repudiada comete adulterio.

    Jesús y los juramentos

    33. "También habéis oído que se dijo a los antiguos: "No jurarás en vano", sino" "que" cumplirás los juramentos que le hayas hecho al Señor".

    34. Pero yo os digo: no juréis de ningún modo; ni por el "cielo", porque es el "trono de Dios";

    35. ni por "la" "tierra", porque "es el estrado de sus pies"; ni por Jerusalén, porque es la "ciudad del Gran Rey".

    36. Tampoco jures por tu cabeza, porque no puedes volver blanco o negro ni un solo cabello.

    37. Que vuestro modo de hablar sea: "Sí, sí"; "no, no". Lo que exceda de esto, viene del Maligno.

    El amor hacia los enemigos

    38. "Habéis oído que se dijo:" Ojo por ojo "y" diente por diente".

    39. Pero yo os digo: no repliquéis al malvado; por el contrario, si alguien te golpea en la mejilla derecha, preséntale también la otra.

    40. Al que quiera entrar en pleito contigo para quitarte la túnica, déjale también el manto.

    41. A quien te fuerce a andar una milla, vete con él dos.

    42. A quien te pida, dale; y no rehúyas al que quiera de ti algo prestado.

    43. "Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo" y odiarás a tu enemigo.

    44. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persigan,

    45. para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre buenos y malos, y hace llover sobre justos y pecadores.

    46. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tenéis? ¿No hacen eso también los publicanos?

    47. Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen eso también los paganos?

    48. Por eso, sed vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.