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sábado, agosto 17, 2024
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    Deuteronomio 9 - La Torah

    Dios destruirá a las naciones de Canaán

    1. Escucha, Israel. Hoy vas a pasar ya el Jordán para ir a desalojar a naciones más grandes y fuertes que tú, ciudades grandes, de murallas que llegan hasta el cielo,

    2. un pueblo grande y corpulento, los anaquitas, a quienes tú conoces y de quienes has oído decir: "¿Quién puede hacer frente a los hijos de Anaq?"

    3. Pero has de saber hoy que Adonai tu Di-s es quien va a pasar delante de ti como un fuego devorador que los destruirá y te los someterá, para que los desalojes y los destruyas rápidamente, como te ha dicho Adonai.

    4. No digas en tu corazón cuando Adonai tu Di-s los arroje de delante de ti: "Por mis méritos me ha hecho Adonai entrar en posesión de esta tierra", siendo así que sólo por la perversidad de estas naciones las desaloja Adonai ante ti.

    5. No por tus méritos ni por la rectitud de tu corazón vas a tomar posesión de su tierra, sino que sólo por la perversidad de estas naciones las desaloja Adonai tu Di-s ante ti; y también por cumplir la palabra que juró a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob.

    La rebelión de Israel en Horeb

    6. Has de saber, pues, que no es por tu justicia por lo que Adonai tu Di-s te da en posesión esa tierra buena, ya que eres un pueblo de dura cerviz.

    7. Acuérdate. No olvides que irritaste a Adonai tu Di-s en el desierto. Desde el día en que saliste del país de Egipto hasta vuestra llegada a este lugar, habéis sido rebeldes a Adonai.

    8. En el Horeb irritasteis a Adonai, y Adonai montó en tal cólera contra vosotros que estuvo a punto de destruiros.

    9. Yo había subido al monte a recoger las tablas de piedra, las tablas de la alianza que Adonai había concluido con vosotros. Permanecí en el monte cuarenta días y cuarenta noches sin comer pan ni beber agua.

    10. Adonai me dio las dos tablas de piedra escritas por el dedo de Di-s, en las que estaban todas las palabras que Adonai os había dicho de en medio del fuego, en la montaña, el día de la Asamblea.

    11. Al cabo de cuarenta días y cuarenta noches, después de darme las dos tablas de piedra, las tablas de la alianza,

    12. me dijo Adonai: "Levántate, baja de aquí a toda prisa, porque tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto, se ha pervertido. Bien pronto se han apartado del camino que yo les había prescrito: se han hecho un ídolo de fundición."

    13. Continuó Adonai y me dijo: "He visto a este pueblo: es un pueblo de dura cerviz.

    14. Déjame que los destruya y borre su nombre de debajo del cielo; y que haga de ti una nación más fuerte y numerosa que ésta."

    15. Yo me volví y bajé del monte, que ardía en llamas, llevando en mis manos las dos tablas de la alianza.

    16. Y vi que vosotros habíais pecado contra Adonai vuestro Di-s. Os habíais hecho un becerro de fundición: bien pronto os habíais apartado del camino que Adonai os tenía prescrito.

    17. Tomé entonces las dos tablas, las arrojé de mis manos y las hice pedazos a vuestros propios ojos.

    18. Luego me postré ante Adonai; como la otra vez, estuve cuarenta días y cuarenta noches sin comer pan ni beber agua, por todo el pecado que habíais cometido haciendo el mal a los ojos de Adonai hasta irritarle.

    19. Porque tenía mucho miedo de la ira y del furor que irritaba a Adonai contra vosotros hasta querer destruiros. Y una vez más me escuchó Adonai.

    20. También contra Aarón estaba Adonai violentamente irritado hasta querer destruirle. Yo intercedí también entonces en favor de Aarón.

    21. Y vuestro pecado, el becerro que os habíais hecho, lo tomé y lo quemé; lo hice pedazos, lo pasé a la muela hasta que quedó reducido a polvo, y tiré el polvo al torrente que baja de la montaña.

    22. Y en Taberá, y en Massá, y en Quibrot Hattaavá, irritasteis a Adonai.

    23. Y cuando Adonai os hizo salir de Cadés Barnea diciendo: "Subid a tomar posesión de la tierra que yo os he dado", os rebelasteis contra la orden de Adonai vuestro Di-s, no creísteis en él ni escuchasteis su voz.

    24. Habéis sido rebeldes a Adonai vuestro Di-s desde el día en que os conoció.

    25. Me postré, pues, ante Adonai y estuve postrado estos cuarenta días y cuarenta noches, porque Adonai había hablado de destruiros.

    26. Supliqué a Adonai y dije: "Señor Adonai, no destruyas a tu pueblo, tu heredad, que tú rescataste con tu grandeza y que sacaste de Egipto con mano fuerte.

    27. Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob, y no tomes en cuenta la indocilidad de este pueblo, ni su maldad ni su pecado,

    28. para que no se diga en el país de donde nos sacaste: "Porque Adonai no ha podido llevarlos a la tierra que les había prometido, y por el odio que les tiene, los ha sacado para hacerlos morir en el desierto."

    29. Pero ellos son tu pueblo, tu heredad, aquellos a quienes tú sacaste con tu gran fuerza y tu tenso brazo."