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jueves, julio 18, 2024
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    Hechos 22 - Biblia Latinoamericana (1995)

    1. Hermanos y padres, escúchenme, pues les quiero dar algunas explicaciones.

    2. Al oír que les hablaba en hebreo, se calmó más aún su agitación. Y Pablo continuó:

    3. Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado en esta ciudad. Teniendo a Gamaliel de maestro, fui instruido en la Ley de nuestros padres en la forma más seria, y era un fanático del servicio de Dios, como ustedes ahora.

    4. Así que perseguí a muerte a este camino e hice encadenar y meter en la cárcel a hombres y mujeres;"

    5. esto lo saben muy bien el sumo sacerdote y el Consejo de los Ancianos. Incluso me entregaron cartas para nuestros hermanos de Damasco, y salí para detener a los cristianos que allí había y traerlos encadenados a Jerusalén para que fueran castigados.

    Pablo relata su conversión

    6. Iba de camino, y ya estaba cerca de Damasco, cuando a eso de mediodía se produjo un relámpago y me envolvió de repente una luz muy brillante que venía del cielo.

    7. Caí al suelo y oí una voz que me decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?"

    8. Yo respondí: "¿Quién eres, Señor?" Y él me dijo: "Yo soy Jesús el Nazareno, a quien tú persigues.

    9. Los que me acompañaban vieron la luz y se asustaron, pero no oyeron al que me hablaba.

    10. Entonces yo pregunté: "Qué debo hacer, Señor?" Y el Señor me respondió: "Levántate y vete a Damasco. Allí te hablarán de la misión que te ha sido asignada.

    11. El resplandor de aquella luz me dejó ciego, y entré en Damasco llevado de la mano por mis compañeros.

    12. Allí vino a verme un tal Ananías, un hombre muy observante de la Ley y muy estimado por todos los judíos que vivían en Damasco.

    13. Me dijo: "Saulo, hermano mío, recobra la vista". Y en el mismo instante pude verle.

    14. Entonces agregó: "El Dios de nuestros padres te ha elegido para que conozcas su voluntad, veas al Justo y oigas su propia voz.

    15. Con todo lo que has visto y oído serás en adelante su testigo ante las personas más diversas.

    16. Y ahora, ¿a qué esperas? Levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados invocando su Nombre.

    Pablo es enviado a los gentiles

    17. Después de regresar a Jerusalén, mientras un día me encontraba orando en el Templo, tuve un éxtasis.

    18. Vi al Señor que me decía: "Muévete y sal pronto de Jerusalén, pues no escucharán el testimonio que les des de mí.

    19. Yo respondí: "Señor, ellos saben que yo recorría las sinagogas encarcelando y azotando a los que creían en ti.

    20. Y cuando se derramó la sangre de tu testigo Esteban, yo me encontraba allí; estaba de acuerdo con ellos e incluso guardaba las ropas de los que le daban muerte.

    21. Pero el Señor me dijo: "Anda; ahora te voy a enviar lejos, a las naciones paganas.

    Pablo en manos del tribuno

    22. Hasta este punto la gente estuvo escuchando a Pablo, pero al oír estas últimas palabras se pusieron a gritar: "¡Mata a ese hombre! ¡No tiene derecho a vivir!"

    23. Vociferaban, agitaban sus vestidos y tiraban tierra al aire.

    24. Entonces el comandante ordenó que lo metieran dentro de la fortaleza y lo azotaran para que confesara por qué motivo gritaban de aquella manera contra él.

    25. Pero cuando quisieron quitarle la ropa, Pablo preguntó al oficial que estaba allí presente: "¿Es conforme a la ley azotar a un ciudadano romano sin haberlo antes juzgado?"

    26. Al oír esto, el oficial fue donde el comandante y le dijo: "¡Qué ibas a hacer! Ese hombre es un ciudadano romano.

    27. El comandante vino y le preguntó: "Dime, ¿eres ciudadano romano?" "Sí", respondió Pablo.

    28. El comandante comentó: "A mí me costó mucho dinero hacerme ciudadano romano. Pablo le contestó: "Yo lo soy por nacimiento.

    29. Al momento se retiraron los que estaban para torturarlo, y el mismo comandante tuvo miedo porque había hecho encadenar a un ciudadano romano.

    Pablo ante el concilio

    30. Al día siguiente hizo soltar a Pablo. Quería conocer con certeza cuáles eran los cargos que los judíos tenían contra él, y mandó que se reunieran los jefes de los sacerdotes y todo el Consejo que llaman Sanedrín. Después hizo bajar a Pablo para que compareciera ante ellos.