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miércoles, julio 17, 2024
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    Jueces 16 - Biblia Latinoamericana (1995)

    Sansón en Gaza

    1. Sansón bajó a Gaza. Allí se encontró con una prostituta y entró en su casa.

    2. Le dijeron a la gente de Gaza: "¡Sansón vino para acá!" Organizaron rondas y se quedaron de guardia toda la noche a la puerta de la ciudad. No se movieron en toda la noche porque decían: "Esperémoslo hasta la mañana y entonces lo mataremos".

    3. Sansón estuvo acostado hasta la medianoche. Se levantó a medianoche, tomó las puertas de la ciudad con su marco y las arrancó junto con su tranca. Se las echó a la espalda y se las llevó a la cumbre de la montaña que está frente a Hebrón.

    Sansón y Dalila

    4. Después de eso se juntó con una mujer del valle de Sorec que se llamaba Dalila.

    5. Los jefes de los filisteos fueron a verla y le dijeron: "Sedúcelo con tus encantos y trata de averiguar de dónde le viene esa fuerza tan grande y cómo podríamos dominarlo, amarrarlo y domarlo. Cada uno de nosotros te dará mil cien siclos de plata".

    6. Dalila preguntó a Sansón: "Dime, te lo ruego, de dónde proviene tu fuerza extraordinaria. ¿Cómo se podría amarrarte y domarte?"

    7. Sansón le dijo: "Si me ataran con siete cuerdas nuevas que todavía no estén secas, perdería mi fuerza y sería como un hombre cualquiera".

    8. Los jefes de los filisteos le entregaron siete cuerdas nuevas que no se habían secado todavía y ella lo amarró;"

    9. había escondido a unos hombres en su pieza. Le gritó: "¡Sansón, los filisteos te atacan!" Rompió de un golpe las cuerdas como se rompe la mecha de estopa cuando se la quema: no descubrieron el secreto de su fuerza.

    10. Dalila dijo a Sansón: "Te burlaste de mí y me contaste mentiras. Dime con qué hay que amarrarte".

    11. Le dijo: "Si me atan con cuerdas nuevas que nunca hayan sido usadas, perderé mi fuerza y seré como un hombre cualquiera".

    12. Dalila lo amarró con cuerdas nuevas; luego dijo: "¡Sansón, los filisteos te atacan!" Le habían preparado una emboscada en su pieza, pero él rompió las cuerdas como si fueran hilo.

    13. Dalila dijo a Sansón: "¿Cuántas veces más me contarás mentiras? Dime con qué habría que atarte". Respondió: "Si tú entretejieras las siete trenzas de mi cabellera en la urdimbre de un telar, si las apretaras con un peine de tejedor, perdería mi fuerza y sería como un hombre cualquiera".

    14. Ella lo durmió, entretejió las siete trenzas de su cabellera con la urdimbre de un telar, las apretó con un peine de tejedor y le dijo: "¡Sansón, los filisteos te atacan!" Se despertó de su sueño y arrancó el peine, la lanzadera y la urdimbre.

    15. Entonces ella le dijo: "¿Cómo puedes decirme que me amas? Tu corazón no está conmigo, ya que tres veces te has burlado de mí y no me has dicho de dónde proviene tu enorme fuerza".

    16. Como siguiera molestándolo y acosándolo todos los días con la misma pregunta, creyó que se iba a morir.

    17. Entonces le abrió su corazón. Le dijo: "Estoy consagrado a Dios desde el vientre de mi madre y nunca ha pasado la navaja por mi cabeza. Si me raparan, se me iría la fuerza y quedaría tan débil como cualquiera".

    18. Dalila vio que esta vez le había revelado su secreto. Mandó a buscar a los jefes de los filisteos y les dijo: "Vengan ahora porque me ha revelado lo más secreto de su corazón". Los jefes de los filisteos fueron a su casa llevando el dinero en la mano.

    19. Después de haber hecho dormir a Sansón en sus rodillas, llamó a un hombre para que le cortara las siete trenzas de su cabellera y comenzó a perder sus fuerzas: su fuerza se le había ido.

    20. Entonces ella dijo: "¡Sansón, los filisteos te atacan!" El se despertó de su sueño y pensó: "Me desataré como las otras veces y me libraré". Pero no sabía que Yavé se había retirado lejos de él.

    21. Los filisteos lo apresaron y le sacaron los ojos. Lo hicieron bajar a Gaza, lo ataron con una cadena doble de bronce y lo pusieron a dar vueltas a la piedra de un molino en la prisión.

    22. Sin embargo, después que le cortaron el pelo, su cabellera volvió a crecer.

    Muerte de Sansón

    23. Los jefes de los filisteos se juntaron para ofrecer un gran sacrificio a Dagón su dios, e hicieron una fiesta. Decían: "Nuestro dios puso en nuestras manos a nuestro enemigo Sansón".

    24. La gente del pueblo lo vio y alababan a su dios diciendo: "Nuestro dios puso en nuestras manos a nuestro enemigo, que desolaba el país y dejaba tantos muertos entre nosotros".

    25. Cuando todos se sintieron bien contentos, dijeron: "¡Llamen a Sansón para que nos entretenga!" Fueron a buscar a Sansón a la prisión y él dio varias vueltas a la vista de todos, luego lo pusieron entre las columnas.

    26. Sansón dijo entonces al joven que lo llevaba de la mano: "Tú guíame, ayúdame a tocar las columnas que sustentan el templo para que pueda apoyarme en ellas".

    27. El templo estaba lleno de hombres y mujeres. Allí estaban todos los jefes de los filisteos, y en la terraza había como tres mil hombres y mujeres que se divertían mirando a Sansón.

    28. Entonces Sansón invocó a Yavé y le dijo: "¡Por favor, Señor Yavé! Acuérdate de mí y dame fuerza por última vez. ¡Quisiera hacerles pagar a los filisteos mis dos ojos de un solo golpe!"

    29. Sansón tocó las dos columnas centrales en las que se sostenía el templo y se apoyó en ellas: su brazo derecho en una y su brazo izquierdo en otra.

    30. Luego Sansón exclamó: "¡Que muera yo con todos los filisteos!" Se estiró con todas sus fuerzas y se derrumbó el templo encima de los jefes y de todo el pueblo que estaba allí. Los que arrastró consigo a la muerte fueron más numerosos que aquellos a los que había dado muerte durante toda su vida.

    31. Los hermanos y toda la familia de su padre bajaron y se lo llevaron. Subieron y lo enterraron entre Sorea y Estaol en la tumba de Manoa su padre. Había sido juez de Israel veinte años.