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miércoles, julio 17, 2024
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    Apocalipsis 19 - Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento)

    Alabanzas en el cielo

    1. Después de esto me pareció escuchar en el cielo las fuertes voces de muchísimas personas, que gritaban: "¡Que todos alaben al Señor! Nuestro Dios es poderoso, y nos ha salvado. Por eso le pertenecen el poder y la gloria,

    2. porque Dios juzga con justicia y de acuerdo con la verdad. Castigó a la gran prostituta, que enseñó a todo el mundo a adorar dioses falsos. Fue castigada por haber matado a los servidores de Dios".

    3. Después volvieron a decir: "¡Que todos alaben a Dios! Pues el humo del fuego que hace arder a la gran prostituta, nunca dejará de subir".

    4. Los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se inclinaron hasta tocar el suelo, diciendo: "¡Así sea! ¡Que todos alaben a Dios!" Y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono.

    5. Entonces oí una voz que venía del trono, la cual decía: "¡Que todos alaben a nuestro Dios! ¡Que lo alabe todo el mundo, los poderosos y los humildes, los que lo sirven y lo honran!" Alabanza

    6. Entonces me pareció oír las voces de mucha gente. Era como el sonido de cataratas y de fuertes truenos, y decían: "¡Que todos alaben a Dios, el Señor todopoderoso, porque él ha comenzado a reinar!

    7. Alegrémonos, llenémonos de gozo y alabémoslo, porque ha llegado el día de la boda del Cordero. Ya está lista su esposa, la cual es la Iglesia;

    8. Dios la ha vestido de lino fino, limpio y brillante". Ese lino fino representa el bien que hace el pueblo de Dios.

    La cena de las bodas del Cordero

    9. El ángel me dijo: "Escribe esto: Benditos sean todos los que han sido invitados a la cena de bodas del Cordero". Y luego añadió: "Esto lo dice Dios, y él no miente".

    10. Entonces me arrodillé a los pies del ángel para adorarlo, pero él me dijo: "¡No lo hagas! Adora a Dios, pues yo también le sirvo, igual que tú y que todos los que siguen confiando en el mensaje que les dio Jesús". Porque el mensaje que Jesús enseñó es lo que anima a la gente a seguir anunciándolo. La victoria del jinete

    El jinete del caballo blanco

    11. Entonces vi el cielo abierto, y allí estaba un caballo blanco. El que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, porque él era justo cuando gobernaba o cuando iba a la guerra.

    12. Sus ojos parecían llamas de fuego; llevaba muchas coronas en su cabeza, y tenía escrito un nombre que sólo él conocía.

    13. Estaba vestido con ropa teñida de sangre, y su nombre era: "El Mensaje de Dios".

    14. Los ejércitos del cielo, vestidos de lino fino, blanco y limpio, lo seguían montados en caballos blancos.

    15. De su boca salía una espada afilada, que representa su mensaje poderoso; con esa espada conquistará a todos los países. Los gobernará con fuerza, y él mismo exprimirá las uvas para sacar el vino que representa el terrible enojo del Dios todopoderoso.

    16. En su manto, y sobre el muslo, llevaba escrito este título: "El rey más poderoso de todo el universo".

    17. Vi entonces que un ángel estaba parado en el sol, y que les gritaba a las aves de rapiña que vuelan en lo alto del cielo: "Vengan y reúnanse para la gran cena de Dios.

    18. Comerán carne de reyes, de jefes militares y de valientes guerreros. También comerán carne de caballos y de sus jinetes; comerán carne de toda clase: de gente libre y de esclavos, de gente importante y de gente poco importante".

    19. Entonces vi al monstruo y a los reyes del mundo con sus ejércitos. Se habían reunido para pelear contra el que estaba montado en aquel caballo blanco, y contra su ejército.

    20. El monstruo fue capturado, junto con el falso profeta que en su presencia había hecho maravillas. El falso profeta había engañado con milagros a los que se dejaron poner la marca del monstruo y adoraron su estatua. Los dos fueron lanzados vivos a un lago donde el azufre arde en llamas.

    21. Luego, con la espada que salía de su boca, el que estaba sentado sobre el caballo blanco mató a todos los soldados del monstruo. Y las aves de rapiña se dieron un banquete con la carne de ellos.