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sábado, agosto 17, 2024
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    Mateo 21 - Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento)

    La entrada triunfal en Jerusalén

    1. Jesús y sus discípulos llegaron al pueblo de Betfagé y se detuvieron junto al Monte de los Olivos, ya muy cerca de la ciudad de Jerusalén.

    2. Al llegar allí, Jesús dijo a dos de sus discípulos: "Vayan a ese pueblo que se ve desde aquí. Tan pronto como entren van a encontrar una burra atada, junto con un burrito. Desátenlos y tráiganmelos.

    3. Si alguien les dice algo, ustedes responderán: "El Señor los necesita; en seguida se los devolverá"".

    4. Esto sucedió para que se cumpliera lo que Dios había anunciado por medio del profeta:

    5. "Díganle a la gente de Jerusalén: ¡Miren, ahí viene su rey! Él es humilde, viene montado en un burro, en un burrito".

    6. Los dos discípulos fueron al pueblo e hicieron lo que Jesús les había ordenado.

    7. Llevaron la burra y el burrito, y pusieron sus mantos sobre ellos. Jesús se montó y fue hacia Jerusalén.

    8. Muchas personas empezaron a extender sus mantos en el camino por donde iba a pasar Jesús. Otros cortaron ramas de árboles y también las pusieron como alfombra en el suelo.

    9. Y toda la gente, tanto la que iba delante de él como la que iba detrás, gritaba: "¡Sálvanos, Mesías nuestro! ¡Bendito tú, que vienes de parte de Dios! Por favor, ¡sálvanos, Dios altísimo!"

    10. Cuando Jesús entró en la ciudad de Jerusalén, toda la gente se alborotó, y decía: --¿Quién es este hombre?

    11. Y los que venían con Jesús contestaban: --¡Es Jesús, el profeta! Él es de Nazaret, el pueblo de Galilea. Jesús y los comerciantes del templo

    Purificación del templo

    12. Cuando Jesús entró en la ciudad de Jerusalén, fue al templo y empezó a sacar a todos los que estaban vendiendo y comprando cosas. Derribó las mesas de los que cambiaban dinero de otros países por dinero del templo, y también tiró los cajones de los que vendían palomas.

    13. Y les dijo: "Dios dice en la Biblia: "Este templo es mi casa y aquí se viene a orar". Pero ustedes lo han convertido en cueva de ladrones".

    14. Luego, algunos ciegos y otros que tenían dificultades para caminar se acercaron a Jesús; y él los sanó.

    15. Los sacerdotes principales y los maestros de la Ley vieron los milagros que él hacía, y oyeron que los niños gritaban alabanzas a Jesús, el Mesías. Eso los enojó mucho,

    16. y dijeron a Jesús: --¿Acaso no oyes lo que estos niños están diciendo? Jesús les contestó: --Sí, los oigo bien. ¿No recuerdan lo que dice la Biblia?: "Los niños pequeños, los que aún son bebés, te cantarán alabanzas".

    17. Jesús salió de Jerusalén y se fue al pueblo de Betania. Allí pasó la noche. Jesús y la higuera

    Maldición de la higuera estéril

    18. Muy de mañana, Jesús fue otra vez a la ciudad de Jerusalén. En el camino tuvo hambre,

    19. y vio por allí una higuera. Pero cuando se acercó, no encontró ningún higo para comer. El árbol sólo tenía hojas. Entonces, Jesús le dijo: "¡Nunca volverás a dar higos!" En aquel mismo instante, el árbol se secó.

    20. Y cuando los discípulos vieron lo que pasó, se asombraron y preguntaron a Jesús: --¿Cómo fue que el árbol se secó tan rápidamente?

    21. Jesús les contestó: --Les aseguro que si ustedes tienen confianza y no dudan del poder de Dios, todo lo que pidan en sus oraciones sucederá. Hasta podrían hacer lo mismo que yo hice con la higuera, y más todavía. Si le dijeran a esta montaña: "Quítate de aquí y échate en el mar", ella les obedecería. La autoridad de Jesús

    La autoridad de Jesús

    23. Jesús entró en el templo y comenzó a enseñar a la gente. Los sacerdotes principales y los líderes del país se acercaron a Jesús y le preguntaron: --¿Quién te dio autoridad para hacer todo esto?

    24. Jesús les contestó: --Yo también voy a preguntarles algo: ¿Quién le dio autoridad a Juan el Bautista para bautizar? ¿Dios o alguna otra persona? Si me responden eso, yo les diré quién me dio autoridad para hacer todo lo que han visto. Ellos comenzaron a discutir y se decían unos a otros: "Si respondemos que Dios le dio autoridad a Juan, Jesús nos preguntará por qué no le creímos.

    26. Por otro lado, nos da miedo decir que un ser humano fue quien se la dio; porque la gente cree que Juan era un profeta enviado por Dios".

    27. Entonces respondieron: --No lo sabemos. Jesús les dijo: --Pues yo tampoco les diré quién me da autoridad para hacer todo esto. Los dos hijos

    Parábola de los dos hijos

    28. Jesús también les dijo: --¿Qué opinan ustedes de esto que voy a contarles? Un hombre tenía dos hijos, y le dijo al mayor de ellos: "Hijo, ve a trabajar en la viña".

    29. "Él le respondió: "¡No quiero ir!" "Pero después cambió de idea y fue a trabajar.

    30. "Luego el hombre también le dijo a su hijo menor que fuera a trabajar, y él le respondió: "¡Sí, señor, iré!" "Pero el muchacho en verdad no fue.

    31. ¿Cuál de los dos hijos hizo lo que el padre quería? Los sacerdotes y los líderes contestaron: --El hijo mayor hizo lo que el padre le pidió. Jesús les dijo: --Les aseguro que la gente de mala fama, como los cobradores de impuestos y las prostitutas, entrará al reino de Dios antes que ustedes.

    32. Porque Juan el Bautista vino y les enseñó cómo hacer lo bueno y obedecer a Dios, pero ustedes no le creyeron. En cambio, los cobradores y las prostitutas sí le creyeron. Y ustedes, aunque vieron eso, no cambiaron de idea, sino que siguieron sin creer en él. La viña alquilada

    Los labradores malvados

    33. "Escuchen este otro ejemplo: El dueño de un terreno sembró una viña y construyó un cerco alrededor de ella. Preparó un lugar para hacer vino con las uvas que cosechara, y construyó una torre para vigilar el terreno. Luego, alquiló la viña a unos hombres y se fue de viaje.

    34. "Cuando llegó el tiempo de la cosecha, el dueño del terreno envió a unos sirvientes para pedir la parte de la cosecha que le correspondía.

    35. Pero los que alquilaron la viña trataron mal a los sirvientes. A uno de ellos lo golpearon, a otro lo mataron, y a otro le tiraron piedras.

    36. "Entonces el dueño envió más sirvientes que al principio, pero los hombres los trataron igual.

    37. Finalmente, el dueño envió a su hijo, porque pensó: "Esos hombres sí respetarán a mi hijo".

    38. "Pero cuando los hombres vieron que había llegado el hijo del dueño, dijeron entre ellos: "Este muchacho heredará la viña cuando el dueño muera. Vamos a matarlo; así nos quedaremos con todo".

    39. "Los hombres agarraron al muchacho, lo sacaron de la viña y lo mataron.

    40. "Cuando venga el dueño de la viña, ¿qué piensan ustedes que hará con esos hombres?

    41. Ellos contestaron: --El dueño matará sin compasión a esos malvados. Luego les alquilará la viña a otros hombres que le entreguen la parte de la cosecha que le corresponde.

    42. Jesús les dijo: --¿No recuerdan lo que dice la Biblia?: "La piedra despreciada por los constructores ahora es la más importante de todas. Así lo hizo Dios, y es algo maravilloso".

    43. "Les aseguro que Dios les quitará a ustedes el derecho de pertenecer a su reino, y se lo dará a los que sí le obedecen en todo.

    44. Cualquiera que caiga sobre la piedra que despreciaron los constructores quedará hecho pedazos. Y si la piedra cae sobre alguien, lo dejará hecho polvo.

    45. Cuando los sacerdotes principales y los fariseos escucharon estas comparaciones y ejemplos, se dieron cuenta de que Jesús hablaba de ellos.

    46. Entonces quisieron apresar a Jesús, pero no se atrevieron a hacerlo porque tenían miedo de la gente, ya que esta pensaba que Jesús era un profeta.