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viernes, julio 19, 2024
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    1 Crónicas 17 - Nacar-Colunga

    Pacto de Dios con David

    1. Una vez que David se hubo establecido en su casa, dijo a Natán, profeta: “Yo estoy habitando una casa de cedro, mientras que el arca de la alianza de Yahvé está bajo una tienda.”

    2. Natán respondió a David: “Haz lo que tienes en tu corazón, pues Dios está contigo.”

    3. Pero aquella noche fue dirigida a Natán la palabra de Dios:

    4. “Ve y dile a David, mi siervo: Así habla Yahvé: No serás tú quien a mí me edifique casa para que more en ella.

    5. Nunca, desde que saqué a Israel hasta hoy, he habitado en casa, sino que anduve de una parte a otra en una tienda.

    6. ¿Dije yo nunca a ninguno de los jueces de Israel, a quienes mandé apacentar a mi pueblo: Por qué no me hacéis una casa de cedro?

    7. Di, pues, ahora a mi siervo David: Así habla Yahvé Sebaot: Yo te cogí de la majada, de detrás del ganado, para que fueras jefe de mi pueblo, Israel;"

    8. he estado contigo por dondequiera que tú has andado; he exterminado ante ti a todos tus enemigos y he hecho tu nombre semejante al de los grandes que hay en la tierra."

    9. He dado un lugar de habitación a mi pueblo, Israel, y le he plantado para que se fije y no sea ya conmovido, ni los hijos de la iniquidad le destruyan,

    10. como antes en el tiempo en que establecí los jueces sobre mi pueblo, Israel. He humillado a todos tus enemigos y te anuncio que Yahvé te edificará a ti casa.

    11. Cuando se cumplan tus días y vayas a reunirte con tus padres, yo alzaré tu descendencia, después de ti, a uno de entre tus hijos, y yo afirmaré su trono.

    12. El será quien me edifique casa, y yo afirmaré para siempre su trono.

    13. Seré padre para él, y él será para mí un hijo, y no apartaré de él mi gracia, como la aparté del que te precedió.

    14. Le estableceré para siempre en mi casa y en mi reino, y su trono será firme por toda la eternidad.”

    15. Natán transmitió a David todas estas palabras y toda la visión,

    16. y el rey David fue a ponerse ante Yahvé y dijo: “¿Quién soy yo, Yahvé Dios, y qué es mi casa para que tú me hayas traído a donde estoy?

    17. Y todavía esto, ¡oh Dios! es poco a tus ojos. Hablas de la casa de tu siervo para tiempo lejano y te dignas mirarme como un hombre de excelencia,

    18. ¡oh Yahvé, Dios! ¿Qué más podrá decirte David de la gloria que concedes a tu siervo? Tú conoces a tu siervo, ¡oh Yahvé!

    19. y por amor de tu siervo y conforme a tu corazón has hecho todas estas grandes cosas, revelando todas estas grandezas, ¡oh Yahvé!

    20. No hay semejante a ti, no hay otro Dios como tú, como con nuestros oídos hemos oído.

    21. ¿Hay sobre la tierra una sola nación que sea como tu pueblo, Israel, cuyo Dios fuese a rescatar un pueblo para hacerse nombrar con tantos milagros y prodigios, y arrojando a naciones delante de tu pueblo, al que redimiste de Egipto?

    22. Tú has hecho de tu pueblo, Israel, tu pueblo para siempre, y tú, ¡oh Yahvé! tú eres su Dios.

    23. Ahora, pues, ¡oh Yahvé! que la palabra que has dicho de tu siervo y de su casa sea perdurable por la eternidad y cúmplela.

    24. Que perdure, para que tu nombre sea glorificado por siempre y se diga: Yahvé Sebaot, Dios de Israel, es en verdad un Dios para Israel. Y que la casa de David, tu siervo, sea firme ante ti,

    25. pues que tú mismo, Dios mío, has revelado a tu siervo que le edificarás casa. Por eso ha osado tu siervo orarte así.

    26. Ahora, pues, ¡oh Yahvé! tú eres Dios y tú has prometido esta giacia a tu siervo.

    27. Bendice, pues, la casa de tu siervo, para que subsista para siempre delante de ti. Porque tú, ¡oh Yahvé! la has bendecido y bendita será por la eternidad.