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jueves, julio 18, 2024
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    1 Crónicas 21 - Nacar-Colunga

    David censa al pueblo

    1. Alzóse Satán contra Israel e incitó a David a hacer el censo de Israel.

    2. David dijo a Joab y a los jefes del pueblo: “Id a hacer el censo de Israel, desde Berseba hasta Dan, y traédmelo, para que sepa yo su número.”

    3. Joab respondió a David: “¡Ojalá hiciera Yahvé a su pueblo cien veces más numeroso! Pero, rey y señor mío, ¿no son todos servidores tuyos? ¿Para qué pide esto mi Señor ? ¿Para qué hacer una cosa que será imputada como pecado a Israel ?”

    4. El rey persistió en la orden que había dado a Joab, y Joab partió y recorrió todo Israel, y vino luego a Jerusalén. Joab entregó a David el rollo del censo del pueblo,

    5. y había en todo Israel un millón cien mil hombres de guerra, y en Judá cuatrocientos setenta mil.

    6. No hizo entre ellos el censo de Leví y Benjamín, porque abominaba Joab la orden del rey.

    7. Desagradó la orden a Dios y castigó a Israel.

    8. Entonces dijo David a Dios: “He cometido con esto un gran pecado. Perdona, te ruego, la iniquidad de tu siervo, pues he obrado como un insensato.”

    9. Yahvé habló así a Gad, el vidente de David:

    10. “Ve a decir a David: Así habla Yahvé: tres plagas te propongo para que elijas una con que te heriré.”

    11. Gad vino a David y le dijo: “Así habla Yahvé:

    12. Elige: o tres años de hambre, o tres meses durante los cuales huirás de tus enemigos y te alcanzará la espada de tus enemigos, o tres días durante los cuales la espada de Yahvé y la peste estarán sobre la tierra, y el ángel de Yahvé llevará la destrucción a todo el territorio de Israel. Ve, pues, lo que he de responder al que me envía.”

    13. David respondió a Gad: “En gran aprieto me veo, pero caiga yo en las manos de Yahvé, cuya misericordia es inmensa, y no caiga en las manos de los hombres.”

    14. Mandó Yahvé la peste sobre Israel, y cayeron setenta mil hombres de Israel.

    15. Dios mandó un ángel a Jerusalén para destruirla, y, cuando ya estaba destruyéndola, miró Yahvé y se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel destructor: “Basta, retira ya tu mano.” El ángel de Yahvé estaba junto a la era de Ornan, jebuseo.

    16. Y David alzó los ojos y vio al ángel de Yahvé entre la tierra y el cielo, teniendo en su mano, desnuda, la espada, vuelta contra Jerusalén. Entonces David y los ancianos, vestidos de saco, cayeron sobre sus rostros,

    17. y David dijo a Dios: “¿No soy yo el que he mandado hacer el censo del pueblo? Yo soy quien ha pecado y ha hecho el mal; pero estas ovejas, ¿qué han hecho? ¡Yahvé, Dios mío! Pese tu mano sobre mí y sobre la casa de mi padre y no haya plaga en tu pueblo.”

    18. El ángel de Yahvé dijo a Gad que hablase a David para que subiese a alzar un altar en la era de Ornan, jebuseo,

    19. y subió David, cumpliendo la orden que Gad había dado en nombre de Yahvé

    20. Ornan, que estaba trillando el trigo, se volvió y vio al ángel y se escondió con sus cuatro hijos.

    21. Cuando llegó David cerca de Ornan, miró Ornan y vio a David, y, saliendo de la era se prosternó ante David rostro a tierra.

    22. David dijo a Ornan” “Cédeme el campo de tu era para que yo alce en ella un altar a Yahvé; cédemelo por su precio en plata, para que se retire la plaga de sobre el pueblo.”

    23. Ornan respondió a David: “Tómala, y que mi señor el rey haga en ella lo que bien le parezca; mira, te doy los bueyes para el holocausto, los trillos para leña y el trigo para la ofrenda. Todo te lo doy.”

    24. Pero el rey dijo a Ornan: “No, quiero comprártela por su valor en plata, pues no voy a presentar yo a Yahvé lo que es tuyo ni a ofrecerle un holocausto que no me cuesta nada.”

    25. Y dio David a Ornan seiscientos siclos de oro por el lugar,

    26. y edificó allí un altar a Yahvé, y le ofreció holocaustos y sacrificios eucarísticos. Invocó a Yahvé, y Yahvé le respondió por el fuego que del cielo descendió sobre el altar del holocausto.

    27. Entonces habló Yahvé al ángel, que volvió la espada a la vaina.

    El lugar para el templo

    28. Viendo David que Yahvé le había oído en la era de Ornan, jebuseo, sacrificaba allí,

    29. pues el tabernáculo de Yahvé, que Moisés había hecho en el desierto, y el altar de los holocaustos estaban entonces en la altura de Gabaón,

    30. y David no podía ir allá a buscar a Yahvé, pues la espada del ángel le había llenado de espanto.