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sábado, agosto 17, 2024
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    1 Reyes 18 - Nacar-Colunga

    Elías regresa a ver a Acab

    1. Pasados muchos días, al tercer año, dirigió Yahvé su palabra a Elías, diciendo: “Ve, preséntate a Ajab, que voy a hacer que caiga la lluvia sobre la haz de la tierra.”

    2. Fue, pues, Elías para presentarse ante Ajab. El hambre era grande en Samaría,

    3. y Ajab mandó a llamar a Abdías, su mayordomo. Abdías era muy temeroso de Yahvé;"

    4. y cuando Jezabel exterminaba a los profetas de Yahvé, escondió a cien profetas, de cincuenta en cincuenta, por cincuenta días en cavernas, proveyéndoles de pan y de agua.

    5. Ajab dijo a Abdías: “Vete por la tierra a todas las fuentes de agua y a todos los torrentes, a ver si por allí hay alguna hierba para que podamos conservar con vida a los caballos y mulos y no nos quedemos sin ganado.”

    6. Dividiéronse, pues, la tierra para recorrerla, y Ajab se fue solo por un camino y Abdías se fue solo por otro.

    7. Cuando iba Abdías por su camino, encontróse con Elías, y como le reconócelo, echóse sobre el rostro, diciendo: “¿Eres tú, mi señor, Elías?”

    8. El le respondió: “Sí, yo soy; vete a decir a tu señor: Ahí está Elías.”

    9. Y Abdías le contestó: “¿Qué pecado he cometido yo para que tú me entregues en manos de Ajab, que seguramente me hará morir?

    10. Vive Yahvé, tu Dios, que no hay nación ni reino adonde no haya mandado mi amo a buscarte; cuando venían diciéndole que no estabas allí, hacía jurar al reino y a la nación que no te habían hallado."

    11. ¿Y ahora tú me dices: Ve a decir a tu amo: Ahí está Elías?

    12. Además, en cuanto yo te deje, el espíritu de Yahvé te llevará yo no sé dónde, y cuando vaya a informar a Ajab, él no te hallará y me matará. Sin embargo, tu siervo teme a Yahvé desde su juventud.

    13. ¿No le han dicho a mi señor lo que yo hice cuando Jezabel mataba a los profetas de Yahvé? Yo oculté a cien profetas de Yahvé, de cincuenta en cincuenta, en cavernas, y los proveí de pan y de agua.

    14. ¿Yahora me mandas: Ve a decir a tu amo: Ahí está Elías, para que me mate?”

    15. Pero Elías le dijo: “Vive Yahvé, Sebaot, a quien sirvo, que hoy mismo me presentaré yo delante de Ajab.”

    16. Abdías, yendo al encuentro de Ajab, le informó, y Ajab se volvió para ir al encuentro de Elías.

    17. Apenas le vio Ajab, le dijo: “¿Eres tú, ruina de Israel?”

    18. Y Elías le respondió: “No soy yo la ruina de Israel, sino tú y la casa de tu padre, apartándoos de los mandamientos de Yahvé y yéndoos tras los baales.

    19. Anda, convoca a todo Israel sobre el monte Carmel y a los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal que comen de la mesa de Jezabel.”

    Elías y los profetas de Baal

    20. Convocó, pues, Ajab a todos los hijos de Israel y a todos los profetas al monte Carmel;"

    21. y acercándose Elías a todo el pueblo, le dijo: “¿Hasta cuándo habéis de estar vosotros claudicando de un lado y de otro? Si Yahvé es Dios, seguidle a El; y si lo es Baal, id tras él.” El pueblo no respondió nada."

    22. Volvió a decir Elías al pueblo: “Sólo quedo yo de los profetas de Yahvé, mientras que hay cuatrocientos cincuenta profetas de Baal.

    23. Que traigan bueyes para que escojan ellos uno, lo corten en pedazos y lo pongan sobre la leña, pero sin poner fuego debajo; yo prepararé otro sobre la leña, sin poner fuego debajo."

    24. Después invocad vosotros el nombre de vuestro dios y yo invocaré el nombre de Yahvé. El dios que respondiere con el fuego, ése sea Dios”; y todo el pueblo respondió: “Está muy bien.”

    25. Entonces dijo Elías a los profetas de Baal: “Escogeos el buey y haced vosotros primero, pues que sois los más, e invocad el nombre de vuestro dios, pero sin poner fuego debajo.”

    26. Tomaron ellos el buey que les entregaron, aprestáronlo, y estuvieron invocando el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: “Baal, respóndenos.” Pero no había voz ni quien respondiese, mientras estaban ellos saltando en torno del altar que habían hecho.

    27. Al mediodía burlábase de ellos Elías, diciendo: “Gritad bien fuerte; dios es, pero quizá está entretenido conversando, o tiene algún negocio, o está de viaje. Acaso esté dormido, y así le despertaréis.”

    28. Ellos daban voces y más voces y se sajaban con cuchillos y lancetas, según su costumbre, hasta chorrear la sangre sobre ellos.

    29. Pasado el mediodía, siguieron enfurecidos hasta la hora en que suele hacerse la ofrenda de la tarde; pero no hubo voz ni quien escuchase ni respondiese."

    30. Entonces dijo Elías a todo el pueblo: “Acercaos.” Y todo el pueblo se acercó a él. Preparó el altar de Yahvé, que estaba en ruina;"

    31. y tomando Elías doce piedras, según el número de las tribus de los hijos de Jacob, a quien había dicho Yahvé: “Israel será tu nombre,”

    32. alzó con ellas un altar al nombre de Yahvé. Hizo en derredor una zanja tan grande como la superficie en que se siembran dos “satos” de simiente;"

    33. compuso la leña, cortó el buey en pedazos y púsolo sobre la leña.

    34. Dijo luego: “Llenad de agua cuatro cántaros y echadla sobre el holocausto y sobre la leña.” Después dijo: “Haced lo mismo otra vez.” Otra vez lo hicieron. Dijo aún: “Hacedlo por tercera vez.” Y por tercera vez lo hicieron.

    35. Corría el agua todo en derredor del altar y había llenado el agua también la zanja.

    36. Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, llegóse el profeta Elías y dijo: “Yahvé, Dios de Abra-ham, de Isaac y de Israel: que se sepa hoy que tú eres Dios de Israel y que yo soy tu siervo, que todo esto hago por mandato tuyo.

    37. Respóndeme, Yahvé; respóndeme, para que todo este pueblo conozca que tú, ¡oh Yahvé! eres Dios y que tú conviertes a ti su corazón.”

    38. Bajó entonces fuego de Yahvé, que consumió el holocausto y la leña, las piedras y el polvo, y aún lamió las aguas que había en la zanja.

    39. Viendo esto el pueblo, cayeron todos sobre sus rostros y dijeron: “¡Yahvé es Dios, Yahvé es Dios!”

    40. Y díjoles Elías: “ Tomad a los profetas de Baal, sin dejar que escape ninguno.” Tomandolos a ellos y llevólos Elías al torrente Cisón, donde los degolló.

    Elías ora por lluvia

    41. Entonces dijo Elías a Ajab: “Sube a comer y a beber, porque ya suena gran ruido de lluvia.”

    42. Y subió Ajab a comer y a beber. Elías subió a la cumbre del Carmel y se postró en tierra, poniendo el rostro entre las rodillas;"

    43. y dijo a su siervo: “Sube y mira hacia el mar.” Subió él, miró y dijo: “No se ve nada.” Elías le dijo: “Vuelve a hacerlo siete veces.”

    44. Y a la séptima vez dijo el siervo: “Veo una nubécula, como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar.” El le dijo: “Ve y dile a Ajab: Unce y baja, no te lo impida luego la lluvia.”

    45. Y en esto se cubrió el cielo de nubes, sopló el viento y cayó gran lluvia. Subió Ajab y vino a Jezrael.

    46. Fue sobre Elías la mano de Yahvé, que ciñó sus lomos, y vino corriendo a Jezrael delante de Ajab.