28.8 C
Miami
jueves, julio 18, 2024
Más


    1 Samuel 25 - Nacar-Colunga

    David y Abigail

    1. En tanto murió Samuel, y todo Israel se reunió para llorarle, y fue sepultado en su casa en Rama. David bajó al desierto de Maón.

    2. Había en Maón un hombre muy rico, cuyos bienes estaban en el Carmel; tenía tres mil ovejas y mil cabras. Hallábase en el Carmel para el esquileo de sus ovejas."

    3. Llamábase el hombre Nabal, y su mujer Abigaíl; era una mujer de mueho entendimiento y muy hermosa, mientras que él era un hombre duro y malo; era del linaje de Galeb."

    4. Supo David en el desierto que Nabal estaba de esquileo,

    5. y le mandó diez mozos a los que dijo: “Subid al Carmel e id en busca de Nabal; y después de saludarle de mi parte,"

    6. le habláis de esta manera: La paz sea contigo, con tu casa y con cuanto tienes.

    7. He sabido que estás de esquileo. Pues bien, tus pastores han estado tiempo con nosotros; nunca les hemos hecho ningún mal ni les ha faltado nada del ganado mientras han estado en el Carmel."

    8. Pregúntales a ellos y te lo dirán. Que hallen, pues, gracia a tus ojos estos mozos, ya que llegamos en un día de júbilo. Da, pues, a tus siervos y a tu hijo David lo que halles a mano.”

    9. Cuando llegaron los hombres de David y en nombre de éste repitieron todas sus palabras, se quedaron esperando;"

    10. pero Nabal les respondió: “¿Quién es David y quién el hijo de Isaí? Son hoy muchos los siervos que andan huidos de su señor.

    11. ¿Voy a tomar yo mi comida y mi bebida y el ganado que he matado para mis esquiladores para dárselo a gente que no sé de dónde es?”

    12. Los servidores de David, dando media vuelta, tomaron el camino y se tornaron, y, una vez llegados, repitieron a David lo que Nabal les había dicho.

    13. Entonces David dijo: “Cíñase cada uno su espada.” Ciñéronsela, y se ciñó también David la suya, y salió con unos cuatrocientos hombres, dejando doscientos custodiando el bagaje.

    14. Uno de los criados de Nabal fue a decirle a Abigaíl, su mujer: “David ha mandado del desierto unos mensajeros a saludar a nuestro amo, que los ha tratado duramente.

    15. Siempre esas gentes se mostraron buenas con nosotros y nunca nos molestaron ni nada nos faltó de nuestros rebaños cuando estábamos en el campo.

    16. Antes nos servían de defensa de noche y de día todo el tiempo que estuvimos con ellos guardando el ganado.

    17. Mira tú lo que has de hacer, porque la pérdida de nuestro amo y de su casa es segura, y es tan malo, que no se le puede hablar.”

    18. En seguida Abigaíl tomo doscientos panes, dos odres de vino, cinco carneros ya preparados, cinco medidas de trigo tostado, cien atados de uvas pasas y doscientas masas de higos secos, y, haciéndolo cargar todo sobre asnos,

    19. dijo a sus criados: “Pasad vosotros delante, que yo os sigo.” Nada dijo a su marido;"

    20. y cuando, montada en su asno, bajaba por lo cubierto del monte, se encontró con David y su gente, que bajaban frente a ella.

    21. David se había dicho: “Muy en vano he guardado yo todo cuanto ese hombre tiene en el desierto, y he hecho que nada de lo suyo le faltara; me ha pagado mal por bien."

    22. Que castigue Dios a su siervo David si de aquí al alba queda con vida un solo hombre en todo lo de Nabal.”

    23. En cuanto Abigaíl se dio cuenta de la presencia de David, bajóse del asno y, echándose ante David rostro a tierra,

    24. se prosternó a sus pies y le dijo: “Caiga sobre mí, señor, la falta. Deja que te hable tu esclava y escucha sus palabras.

    25. No haga cuenta mi señor de ese malvado de Nabal, porque es lo que su nombre significa, un necio, y está loco. Yo, mi señor, no vi a los que mi señor envió.

    26. Y ahora, mi señor, como vive Yahvé, que te ha preservado Yahvé de derramar sangre y tomar por tu mano la venganza, ojalá que todos tus enemigos y cuantos te persiguen sean como Nabal.

    27. Ahí tienes este presente que tu sierva trae a mi señor; que se reparta entre la gente que sigue a mi señor."

    28. Perdona, te ruego, la falta de tu sierva, pues, de cierto, Yahvé hará a mi señor casa estable, ya que mi señor combate los combates de Yahvé, y no vendrá sobre ti el mal en todo el tiempo de tu vida.

    29. Si alguno se levanta para perseguirte y buscar tu vida, la vida de mi señor estará atada en el haz de los vivos ante Yahvé, tu Dios, y la de tus enemigos será volteada dentro de lo cavo de la honda.

    30. Cuando Yahvé haga a mi señor todo el bien que le ha prometido y le haga jefe de Israel,

    31. no sentirá mi señor el remordimiento de haber derramado sangre inocente y de haberse vengado por su mano. Cuando, pues, Yahvé favorezca a mi señor, acuérdate de tu esclava.”

    32. David dijo a Abigaíl: “¡Bendito Yahvé, Dios de Israel, que te ha mandado hoy a mi encuentro!

    33. ¡Bendita tu sabiduría y bendita tú, que me has impedido hoy derramar sangre y vengarme por mi mano!

    34. De otro modo, ¡vive Yahvé, Dios de Israel, que no me dejó hacer el mal! si tú no te hubieras apresurado a venir a mi encuentro, que de aquí al alba no le hubiera quedado a Nabal hombre vivo.”

    35. David recibió de la mano de Abigaíl lo que ella había traído, y le dijo: “Sube en paz a tu casa; te he oído y he acogido tu petición.”

    36. Volvióse Abigaíl a casa de Nabal. Hallábase éste sentado a un gran banquete, como de rey, y estaba enteramente ebrio. Nada le dijo ella, ni poco ni mucho, hasta ser de día;"

    37. pero a la mañana, cuando ya había digerido el vino, le contó su mujer lo que había pasado, y el corazón se le quedó como muerto, como una piedra.

    38. Unos diez días después, Yahvé hirió a Nabal y murió éste.

    39. Cuando supo David la muerte de Nabal, se dijo: “¡Bendito Yahvé, que ha defendido mi causa contra el ultraje que me hizo Nabal e impidió a su siervo hacer el mal! Yahvé ha hecho que la maldad de Nabal recayera sobre su cabeza.” Después mandó mensajeros a Abigaíl para proponerla que quería tomarla por mujer.

    40. Llegados a casa de Abigaíl, en el Carmel, los mensajeros la hablaron de esta manera: “David nos envía a ti para decirte que quiere tomarte por mujer.”

    41. Ella se levantó y, postrándose rostro a tierra, dijo: “Que tu sierva sea una esclava para lavar los pies a los servidores de mi señor.”

    42. Levantóse luego Abigaíl y, montando sobre su asno, acompañada de cinco de sus mozas, siguió a los mensajeros de David, y fue su mujer.

    43. David tomó también por mujer a Aji-noam, de Jezrael. Una y otra fueron mujeres de David.

    44. Saúl había dado su hija Micol, mujer de David, a Paltí, de Galim, hijo de Lais.