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jueves, julio 18, 2024
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    2 Crónicas 5 - Nacar-Colunga

    1. Así terminó Salomón todo lo que había determinado hacer para la casa de Yahvé. Salomón hizo traer al templo todo cuanto su padre había consagrado, y puso la plata, el oro y todos los vasos en el tesoro de la casa de Dios.

    Salomón traslada el arca al templo

    2. Después convocó a Jerusalén a todos los ancianos de Israel, a todos los príncipes de las tribus y a los jefes de familias de los hijos de Israel; para trasladar el arca de la alianza de Yahvé a la ciudad de David, que es Sión."

    3. Así se reunió todo Israel en torno del rey el día de la solemnidad del séptimo mes;"

    4. y cuando hubieron venido todos los ancianos de Israel, tomaron los levitas el arca

    5. y la llevaron al templo, con el tabernáculo de la reunión y todos los utensilios del tabernáculo. Los sacerdotes y los levitas llevaron todos los vasos del santuario que había en el tabernáculo.

    6. El rey Salomón y todo el pueblo, cuantos se habían reunido, iban delante del arca, e inmolaron carneros y bueyes sin número; tanta fue la muchedumbre de las víctimas."

    7. Los sacerdotes pusieron el arca de la alianza de Yahvé en el lugar para ella destinado; es decir, en el oráculo (debir) del templo, en el santísimo, bajo las alas de los querubines;"

    8. de modo que los querubines cubrían con sus alas el lugar en que había sido puesta, así como las barras;"

    9. y como las barras con que había sido trasladada eran un poco largas, salían las cabezas de ellas un poco fuera del santuario, pero no se veían desde fuera. Allí ha estado siempre el arca hasta hoy.

    10. No había en el arca más que las dos tablas que en ella fueron puestas por Moisés en Horeb cuando Yahvé dio su ley a los hijos de Israel a su salida de Egipto,

    11. Cuando los sacerdotes salieron del santuario, pues todos los sacerdotes que allí se encontraban fueron santificados sin observar la distribución de los servicios,

    12. los levitas cantores, los de Asaf, de Hernán y Jedutún, con sus hijos y hermanos, vestidos de lino fino, hacían resonar los címbalos, los salterios y las cítaras, puestas al oriente del altar, con ciento veinte sacerdotes que tocaban las trompetas.

    13. Todos al mismo tiempo cantaban a una, entre el sonar de las trompetas, los címbalos y los otros instrumentos músicos, y alababan y confesaban a Yahvé: “Porque es bueno, porque su misericordia es eterna.” La casa de Yahvé se llenó de una nube;"

    14. y no pudieron ya estar allí los sacerdotes para ministrar por causa de la nube, porque la gloria de Yahvé llenaba la casa de Dios.