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sábado, agosto 17, 2024
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    Eclesiastés 5 - Nacar-Colunga

    La insensatez de hacer votos a la ligera

    1. No seas precipitado en tus palabras y que tu corazón no se apresure a proferir una palabra delante de Dios, que en los cielos está Dios, y tú en la tierra; sean, pues, pocas tus palabras."

    2. Porque de la muchedumbre de las ocupaciones nacen los sueños, y de la muchedumbre de las palabras los despropósitos.

    3. Si haces un voto a Dios, no tardes en cumplirlo, que no hallan favor los negligentes; lo que prometes cúmplelo."

    4. Mejor es no prometer que dejar de cumplir lo prometido.

    5. No consientas que tu boca te haga culpable, y no digas luego ante el sacerdote que fue inadvertencia, pues se irritaría Dios contra tu palabra y destruiría las obras de tus manos;"

    6. pues de la muchedumbre de los cuidados nacen los sueños, y de la muchedumbre de las palabras los despropósitos. Teme, pues, a Dios.

    7. Si ves en la región la opresión del pobre y la violación de la justicia y del derecho, no te sorprendas, porque por encima del grande hay otro más grande que vigila, y por encima de ambos otro mayor.

    La vanidad de la vida

    8. El fruto del campo es para todos, y aun el rey es para el campo.

    9. El que ama el dinero no se ve harto de él y el que ama los tesoros no saca de ellos provecho alguno; también esto es vanidad."

    10. Con la mucha hacienda, muchos son los que la comen; y ¿qué saca de ella el amo más que verla con sus ojos?"

    11. Dulce es el sueño del trabajador, coma poco, coma mucho; pero la hartura no deja dormir al rico."

    12. Hay un trabajoso afán que he visto debajo del sol: riquezas guardadas para el mal de su dueño.

    13. Piérdense esas riquezas en un mal negocio, y a los hijos que engendra no les queda nada en la mano.

    14. Como desnudo salió del seno de su madre, desnudo se tornará, yéndose como vino, y nada podrá tomar de sus fatigas para llevárselo consigo.

    15. También esto es un triste mal, que, como vino, así haya de volverse y nada pueda llevarse en la mano de cuanto trabajó;"

    16. y sobre esto, comer todos los días de su vida en tinieblas, en afán, dolor y miseria.

    17. He aquí lo que he hallado de bien: que es bueno comer, beber y disfrutar en medio de tantos afanes con que se afana el hombre debajo del sol los contados días que Dios le concede, pues ésa es su parte;"

    18. y el haber recibido de Dios riquezas y hacienda y facultad de gozar de ellas, alegrándose con su parte en medio de sus afanes, es también don de Dios;"

    19. no tendrá mucho en qué pensar en los días de su vida, porque Dios le llenó de alegría el corazón.

    20. (TEXTO OMITIDO)