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domingo, agosto 18, 2024
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    Ezequiel 31 - Nacar-Colunga

    1. El año undécimo, el tercer mes, el primero del mes, fueme dirigida la palabra de Yahvé, diciendo:

    2. Hijo de hombre, di al faraón, rey de Egipto, y a su multitud: ¿A quién te igualaste en tu grandeza?

    3. He aquí que Asur era un cedro del Líbano de bello ramaje, frondoso y de sublime estatura, que mecía su copa entre las nubes.

    4. Las aguas le hicieron crecer, el abismo le encumbró; hizo correr ríos en torno al lugar en que estaba plantado, y mandaba sus acequias a todos los árboles del campo."

    5. Por eso se encumbró sobre todos los árboles del campo y se multiplicaron sus ramas, y su fronda se extendió por la abundancia de aguas.

    6. Anidaban en sus ramas todas las aves del cielo, y parían bajo su copa todas las bestias del campo, y eran muchos los pueblos que habitaban a su sombra.

    7. Era hermoso por su grandeza, por la extensión de sus ramas, por tener sus raíces metidas en abundantes aguas.

    8. No le sobrepujaban los cedros del jardín de Dios, no se le asemejaban en la fronda los cipreses, no eran los plátanos comparables en su fronda, ningún árbol del jardín de Dios le igualaba en hermosura.

    9. Yo le había hecho hermoso y frondoso, y todos los árboles del Edén que había en el jardín de Dios le miraban con envidia.

    10. Por eso, así dice el Señor, Yahvé: Ya que por ser encumbrado en altura, alzando su cima hasta las nubes, se embriagó su corazón de la propia alteza,

    11. le he dado yo en las manos de un fuerte de las gentes, que le tratará según su maldad; le he desechado por su impiedad."

    12. Extranjeros, los más feroces de los pueblos, le abatieron; cayeron sus ramas por los montes y por todos los valles, quedó destrozada su fronda por todas las pendientes de la tierra, y, esquivando su sombra, todos los pueblos de la tierra le abandonaron."

    13. Posáronse sobre sus restos todas las aves del cielo, y en sus ramas hicieron sus yacijas todas las bestias del campo,

    14. para que no se exalten todos los árboles de junto a las aguas, y no lancen su cima hasta las nubes, y no confíen en su altura cuantos son regados por las aguas, porque todos están destinados a morir, a ir a la morada subterránea entre los hijos de los hombres que bajan a la fosa.

    15. Así dice el Señor, Yahvé: El día en que bajó al “seol” enluté el abismo, retuve el curso de los ríos y se estancaron las aguas caudalosas; entristecí al Líbano por él y se secaron todos los árboles del campo."

    16. Con fragor de su ruina hice temblar a las gentes. Cuando le hice bajar al “Seol” entre aquellos que bajan a la fosa, se consolaron en la morada subterránea todos los árboles del Edén, y los más hermosos y selectos del Líbano, todos regados por las aguas.

    17. También bajaron ellos al “Seol” junto a los muertos a la espada, los que fueron su brazo y se acogieron a su sombra en medio de las gentes.

    18. ¿A quién te asemejas tú por gloria y por grandeza entre los árboles del Edén? Pues también serás llevado con los árboles del Edén a la morada subterránea. Yacerás entre los incircuncisos, con los traspasados por la espada. Eso será del faraón y de toda su gente, dice el Señor, Yahvé.