27.6 C
Miami
domingo, agosto 18, 2024
Más


    Ezequiel 33 - Nacar-Colunga

    El deber del atalaya

    1. Fueme dirigida la palabra de Yahvé, diciendo:

    2. Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo y diles: Si hiciera yo venir la espada sobre una tierra, y la gente de la tierra toma un hombre de su territorio y lo pone de atalaya,

    3. y éste, viendo venir la espada sobre la tierra, toca la bocina para dar al pueblo la alarma,

    4. si el que oye el sonido de la bocina no se apercibe y, llegando la espada, le hiere, su sangre será sobre su cabeza.

    5. Oyó el sonido de la trompeta y no se apercibió; su sangre será sobre él; si se hubiese apercibido, habría salvado su vida,"

    6. Mas, si el atalaya, por el contrario, viendo llegar la espada, no toca la trompeta para que la gente se aperciba, y, llegando la espada, hiere a alguno de ellos, éste quedará preso en su propia culpa, pero yo demandaré su sangre al atalaya.

    7. Pues tú, hijo de hombre, te he constituido por atalaya de la casa de Israel. Cuando oigas de mi boca la palabra, apercíbelos de parte mía.

    8. Si yo digo al impío: “¡Vas a morir!” si tú no hablas al impío para apercibirle de su mal camino, el impío morirá por su culpa, pero de su sangre te pediré yo cuenta a ti.

    9. Pero, si tú apercibiste al impío de su camino para que se apartase de él, y él no se apartó, él morirá por su culpa, pero tú habrás salvado tu alma.

    El camino de Dios es justo

    10. Di, ¡oh hijo de hombre! a la casa de Israel: Vosotros decís: “Llevamos sobre nosotros nuestros pecados y nuestras rebeliones, y por eso nos vamos consumiendo; ¿cómo vamos a vivir?”

    11. Diles: Por mi vida, dice el Señor, Yahvé, que yo no me gozo en la muerte del impío, sino en que se retraiga de su camino y viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos. ¿Por qué os empeñáis en morir, casa de Israel?

    12. Hijo de hombre, di también a los hijos de tu pueblo: La justicia del justo no le salvará el día en que pecare, y la impiedad del impío no le será estorbo el día en que se convierta de su iniquidad, como no vivirá el justo por su justicia el día que pecare.

    13. Diciendo yo al justo: “De cierto vivirás,” si él, fiado en su justicia, comete maldad, no serán traídas a la memoria todas sus justicias, sino que por la iniquidad que cometió morirá.

    14. Y diciendo yo al impío: “De cierto morirás,” si él se convirtiere de su pecado e hiciere juicio y justicia,

    15. si devolviere la prenda, restituyere lo robado y caminare por los mandatos de la vida, no haciendo iniquidad, ciertamente vivirá, no morirá.

    16. No se recordará ninguno de los pecados que cometió; hizo juicio y justicia, y de cierto vivirá."

    17. Y dirán los hijos de tu pueblo: No es recta la vía del Señor. ¡Las suyas sí que no son rectas

    18. Si el justo se aparta de su justicia y hace iniquidad, morirá por ésta;"

    19. y si el impío se aparta de su iniquidad y hace juicio y justicia, por eso vivirá.

    20. Y decís: “¡No es recta la vía del Señor!” Yo os juzgaré, ¡oh casa de Israel! a cada uno conforme a sus caminos.

    Nuevas de la caída de Jerusalén

    21. El año duodécimo de nuestro cautiverio, el mes décimo, a cinco del mes, vino a mí un escapado de Jerusalén, diciendo: “La ciudad ha sido tomada.”

    22. La tarde anterior, antes que llegase el fugitivo, había sido sobre mí la mano de Yahvé, que abrió mi boca a la llegada del fugitivo, a la mañana; abrióse mi boca, y en lo sucesivo ya no estuve mudo."

    23. Y me fue dirigida la palabra de Yahvé, diciendo:

    24. Hijo de hombre, los que en la tierra de Israel moran, en aquellas ruinas andan diciendo: Abraham era él solo, y poseyó la tierra; pues nosotros somos muchos, poseeremos la tierra."

    25. Diles, pues; así habla el Señor, Yahvé: Vosotros banqueteáis por los montes, alzáis los ojos a vuestros ídolos, derramáis la sangre, y ¿vais a poseer la tierra?"

    26. Vosotros os apoyáis sobre vuestras espadas, hacéis abominaciones, y cada cual contamina a la mujer de su prójimo, y ¿vais a poseer la tierra?

    27. Diles: Esto dice el Señor, Yahvé: Por mi vida que los que moran entre las ruinas perecerán a la espada, y los que están en campo abierto los daré en pasto a las fieras, y los que se esconden en las rocas y en las cuevas morirán de peste.

    28. Y desolaré la tierra hasta destruir su soberbia y su fortaleza, y los montes de Israel serán asolados, sin que haya quien por ellos pase,

    29. y sabrán que yo soy Yahvé cuando convierta la tierra en un desierto por todas las abominaciones que han cometido.

    30. Y tú, hijo de hombre, mira que los hijos de tu pueblo se burlan de ti junto a las paredes y a las puertas de sus casas, y hablan los unos con los otros, cada uno a su prójimo, diciendo: Ea, vamos a oír qué palabra sale de Yahvé!

    31. Y vienen a ti como en las asambleas del pueblo, y se sientan delante de ti los de mi pueblo para escuchar tus palabras, pero luego no las ponen por obra, y, mientras halagan con su boca, se va su corazón tras su avaricia.

    32. Eres para ellos como una canción de amor (cantada) con hermosa voz y agradable instrumento; oyen tus palabras, pero de ponerlas por obra, nada."

    33. Mas, cuando ello viniere, y viene ya, sabrán que hubo entre ellos un profeta.