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jueves, julio 18, 2024
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    Ezequiel 8 - Nacar-Colunga

    Visión de las abominaciones en Jerusalén

    1. El año sexto, el día cinco del sexto mes, me hallaba yo en mi casa, y estaban delante de mí los ancianos de Judá, y allí se posó sobre mí la mano del Señor, Yahvé.

    2. Miré y vi una figura con la apariencia de hombre1. De lo que aparecía, de cintura arriba era fuego, y de cintura abajo era como un esplendor luminoso, como bronce brillante.

    3. Tendió una a modo de mano y me tomó por los pelos de la cabeza. El espíritu me levantó entre la tierra y el cielo, y en visión divina me llevó a Jerusalén, a la entrada de la puerta del atrio interior, del lado del septentrión, donde estaba puesto el ídolo que provoca el celo.

    4. Y allí estaba la gloria del Dios de Israel, semejante a la de la visión que tuve en el campo.

    5. Y me dijo: Hijo de hombre, alza tus ojos hacia el lado del septentrión. Y alzando mis ojos al lado del septentrión, vi al norte de la puerta el altar del ídolo del celo, a la entrada misma.

    6. Y me dijo: Hijo de hombre, ¿ves lo que hacen éstos? ¿Ves las grandes abominaciones que la casa de Israel hace aquí mismo para alejarme de mi santuario? Pero date la vuelta, y verás abominaciones todavía más grandes.

    7. Y me llevó a la entrada del atrio, y, mirando, vi un agujero en la pared.

    8. Y me dijo: Hijo de hombre, horada la pared. Horadé la pared, y apareció una puerta.

    9. Entra, me dijo, y mira las pésimas abominaciones que éstos hacen.

    10. Entré, miré y vi toda suerte de imágenes de reptiles y bestias abominables y todos los ídolos de la casa de Israel pintados en la pared en derredor.

    11. Y setenta hombres de los ancianos de la casa de Israel, entre ellos Jezonías, hijo de Safan, estaban en pie ante ellos, cada uno con su incensario en la mano, de los que subía una nube de incienso.

    12. Y me dijo: Hijo de hombre, ¿has visto lo que hacen los ancianos de Israel en secreto, cada uno en su cámara, llena de imágenes? Pues se dicen: Yahvé no nos ve, se ha alejado de la tierra.

    13. Y me dijo: Pues verás abominaciones todavía mayores que éstos hacen.

    14. Me condujo a la entrada de la puerta de la casa de Yahvé, del lado norte, y estaban allí dos mujeres sentadas, llorando a Tammuz,

    15. y me dijo: ¿Has visto, hijo de hombre? Pues todavía verás abominaciones mucho más grandes que ésta.

    16. Y me llevó al atrio interior de la casa de Yahvé, y allí, a la misma entrada del santuario de Yahvé, entre el vestíbulo y el altar, había unos veinticinco hombres de espaldas al santuario de Yahvé y cara al oriente, que hacia el oriente se postraban.

    17. Y me dijo: Hijo de hombre, ¿has visto? ¿Será cosa ligera para la casa de Judá hacer las abominaciones que en este lugar se hacen, que han llenado la tierra de violencias para irritarme? ¡Hasta se llevan el ramo a las narices!

    18. Pues también yo obraré con furor, no se apiadará mi ojo y no tendré compasión, y cuando griten a mis oídos en voz alta, los escucharé.