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viernes, julio 19, 2024
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    Génesis 37 - Nacar-Colunga

    José es vendido por sus hermanos

    1. Habitó Jacob en la tierra por donde peregrinó su padre, en la tierra de Canaán.

    2. Esta es la historia de Jacob: Cuando tenía José diecisiete años, siendo todavía un adolescente, iba con sus hermanos, los hijos de Bala y los hijos de Zelfa, mujeres de su padre, a apacentar el ganado, e hizo llegar José a su padre la pésima fama de aquéllos.

    3. Israel amaba a José más que a todos sus otros hijos, por ser el hijo de su ancianidad, y le hizo una túnica talar.

    4. Viendo sus hermanos que su padre le amaba más que a todos, llegaron a odiarle, y no podían hablarle pacíficamente.

    5. Tuvo también José un sueño, que contó a sus hermanos y que acrecentó más todavía el odio de éstos contra él.

    6. Díjoles: “Oíd, si queréis, este sueño que he tenido.

    7. Estábamos nosotros en el campo atando gavillas, y vi que se levantaba mi gavilla y se tenía en pie, y las vuestras la rodeaban y se inclinaban ante la mía, adorándola.”

    8. Y sus hermanos le dijeron: “¿Es que vas a reinar sobre nosotros y vas a dominarnos?” Estos sueños y las palabras de José fueron causa de que le odiaran todavía más.

    9. Tuvo José otro sueño, que contó también a sus hermanos, diciendo: “He aquí que he tenido otro sueño, y he visto que el sol, la luna y once estrellas me adoraban.”

    10. Contó el sueño a su padre y a sus hermanos, y aquél le increpó, diciéndole: “¿Qué sueño es ese que has soñado? ¿Acaso vamos a postrarnos en tierra ante ti yo, tu madre y tus hermanos?”

    11. Sus hermanos le envidiaban, pero a su padre le daba qué pensar.

    12. Fueron sus hermanos a apacentar el ganado de su padre en Siquem,

    13. y dijo Israel a José: “Tus hermanos están apacentando en Siquem. Ven que te mande a ellos.” El respondió: “Heme aquí.”

    14. “Pues vete a ver si están bien tus hermanos y el ganado, y vuelve a decírmelo.” Y le envió desde el valle de Hebrón, y se dirigió José a Siquem.

    15. Encontróle un hombre errando por el campo y le preguntó: “¿Qué buscas?”

    16. Y él le contestó: “A mis hermanos busco. Haz el favor de decirme dónde están apacentando.”

    17. Contestóle el hombre: “Se han ido de aquí, pues les oí decir: Vamonos a Dotaín.”

    18. Viéronle ellos desde lejos, antes que a ellos se aproximara, y concibieron el proyecto de matarle.

    19. Dijéronse unos a otros: “He aquí que viene el de los sueños;"

    20. vamos a matarle y le arrojaremos a uno de estos pozos, y diremos que le ha devorado una fiera; así veremos de qué le sirven los sueños.”

    21. Rubén, que esto oía, quería librarle de sus manos, y les dijo: “Matarle, no;"

    22. no vertáis sangre; arrojadle a ese pozo que hay en el desierto y no pongáis las manos sobre él.” Quería librarle de sus manos para devolverlo a su padre."

    23. Cuando llegó José hasta sus hermanos, despojáronle de la túnica, la túnica talar que llevaba,

    24. y, cogiéndole, le arrojaron al pozo, un pozo vacío que no tenía agua.

    25. Sentáronse a comer, y, alzando los ojos, vieron venir una caravana de ismaelitas que venía de Galaad, cuyos camellos iban cargados de estoraque, tragacanto y láudano, que llevaban a Egipto;"

    26. y dijo Judá a sus hermanos: “¿Qué sacaríamos de matar a nuestro hermano y ocultar su sangre?

    27. Vamos a vendérselo a esos ismaelitas y no pongamos en él nuestra mano, pues es hermano nuestro y carne nuestra.” Asintieron sus hermanos;"

    28. y, cuando pasaban los mercaderes madianitas, sacaron a José, subiéndole del pozo, y por veinte monedas de plata se lo vendieron a los ismaelitas, que le llevaron a Egipto.

    29. Volvió Rubén al pozo, pero no estaba en él José, y, rasgando sus vestiduras,

    30. volvióse a donde estaban sus hermanos, y dijo: “El joven no parece, ¿adonde iré yo ahora?”

    31. Tomaron la túnica talar de José y, matando un macho cabrío, la empaparon en la sangre,

    32. la tomaron y se la llevaron a su padre, diciendo: “Esto hemos encontrado; mira a ver si es o no la túnica de tu hijo.”

    33. Reconociéndola él, dijo: “La túnica de mi hijo es; una fiera le ha devorado, ha despedazado enteramente a José.”

    34. Rasgó Jacob sus vestiduras, vistióse de saco e hizo duelo por su hijo durante mucho tiempo.

    35. Venían todos sus hijos y sus hijas a consolarle; pero él rechazaba todo consuelo, diciendo: “En duelo bajaré al “seol,” a mi hijo.” Y su padre le lloraba."

    36. los madianitas le vendieron en Egipto a Putifar, ministro del faraón y jefe de la guardia.