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sábado, agosto 17, 2024
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    Isaías 57 - Nacar-Colunga

    Condenación de la idolatría de Israel

    1. El justo perece, y no hay quien pare mientes; desaparecen los piadosos, y no hay quien entienda que el justo es arrebatado ante el mal"

    2. para entrar en la paz. Descansan en sus lechos los que siguen su camino recto.

    3. Acercaos, pues, vosotros, hijos de la bruja, generación de la adúltera y de la prostituta.

    4. ¿De quién os burláis, a quien hacéis muecas y sacáis la lengua? ¿No sois vosotros hijos de pecado, raza de mentira?

    5. Encendidos de concupiscencia bajo el terebinto y bajo todo árbol frondoso, sacrificando niños en el lecho de los torrentes, en los huecos de las peñas?

    6. Los lisos chinarros del torrente serán tu parte: he ahí tu porción. A ellos hiciste tus libaciones y elevaste ofrendas. ¿Me voy a consolar con eso ?

    7. Sobre un monte alto, bien alto, pusiste tu cama; también subiste allí para sacrificar."

    8. Detrás de la puerta y el umbral pusiste tu distintivo, pues, lejos de mí, te descubriste y subiste a tu lecho, lo ensanchaste y te prostituíste con aquellos cuyo comercio deseaste, compartiendo su lecho. Contemplaste la estela7,

    9. corriendo a Moloc con ungüentos, multiplicando tus unciones, enviando lejos tus embajadores, haciéndolos descender hasta el seol.

    10. Por el largo viaje te fatigaste; no dijiste: Renuncio. Hallaste el vigor de tu mano; por eso no enfermaste."

    11. ¿De quién temes, que te asustas, para renegar de mí, para no acordarte de mí ni hacerme caso? ¿No me he callado y he cerrado los ojos, y tú no me temiste?

    12. Pues ahora voy a pregonar tu justicia y tus obras, que de nada te servirán.

    13. Grita, que te salven tus ídolos. A todos los llevará el viento, un soplo los arrebatará. Pero el que en mí confía heredará la tierra y poseerá mi monte santo.

    14. Y se dirá: Abrid, abrid camino, allanadlo, quitad los tropiezos del camino de mi pueblo;"

    15. porque así dice el Altísimo, cuya morada es eterna y cuyo nombre es santo: Yo habito en un lugar elevado y santo, pero también con el contrito y humillado, para hacer revivir el espíritu de los humillados y reanimar los corazones contritos.

    16. Pues yo no quiero estar siempre contendiendo, ni quiero estar siempre enojado, porque sucumbiría ante mí todo espíritu y las almas que yo he creado.

    17. Por la iniquidad de su avaricia yo me irrité, y ocultándome, le castigué sañudo, y, rebelde, marchó por los caminos de su corazón.

    18. Sus caminos los he visto yo, pero yo le sanaré, le conduciré y le consolaré a él y a sus afligidos,

    19. haciendo que sus labios prorrumpan en acción de gracias: Paz, paz al que está lejos y al que está cerca, dice Yahvé; yo le curaré."

    20. Pero los impíos son como un mar proceloso, que no puede aquietarse y cuyas olas remueven cieno y lodo.

    21. No hay paz, dice Yahvé, para los impíos.