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miércoles, julio 17, 2024
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    Jeremías 1 - Nacar-Colunga

    Llamamiento y misión de Jeremías

    1. Palabras de Jeremías, hijo de Helcías, del linaje de los sacerdotes que habitaban en Aiatot, tierra de Benjamín,

    2. a quien llegó la palabra de Yahvé en los días de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, en el año decimotercero de su reinado,

    3. y después en tiempo de Joaquim, hijo de Josías, rey de Judá, hasta la deportación de Jerusalén en el mes quinto.

    4. Llegóme la palabra de Yahvé, que decía:

    5. Antes que te formara en el vientre te conocí, antes de que tú salieses del seno materno te consagré y te designé para profeta de pueblos.

    6. Y dije: ¡Ah Señor, Yahvé! He aquí que no sé hablar, pues soy un niño.

    7. Y me dijo Yahvé: No digas: Soy un niño, pues irás a donde te envíe yo y dirás lo que yo te mande.

    8. No tengas temor ante ellos, que yo estaré contigo para salvarte, dice Yahvé.

    9. Tendió Yahvé su mano, y, tocando mi boca, me dijo: He aquí que pongo en tu boca mis palabras.

    10. Mira que te constituyo hoy sobre naciones y reinos para arrancar y destruir, para arruinar y asolar, para edificar y plantar.

    11. Y me llegó palabra de Yahvé, que me decía: ¿Qué ves, Jeremías? Yo le contesté: Veo una vara de almendro.

    12. Y me dijo: Bien ves, Jeremías; pues yo velaré sobre mis palabras para cumplirlas."

    13. De nuevo me llegó la palabra de Yahvé, que decía: ¿Qué ves, Jeremías? Yo contesté: Veo una olla hirviendo y de cara al septentrión.

    14. Y me dijo Yahvé: Del septentrión se desencadenará el mal sobre todos los moradores de la tierra;"

    15. pues he aquí que voy a convocar a todos los reinos del septentrión, dice Yahvé, para que vengan y extiendan cada uno su trono a la entrada de las puertas de Jerusalén, y sobre todos sus muros, y sobre todas las ciudades de Judá.

    16. Y pronunciaré contra ellos mis sentencias por todas sus maldades, pues me abandonaron para incensar a dioses extraños y adorar la obra de sus manos.

    17. Tú, pues, ciñe tus lomos, yérguete y diles todo cuanto yo te mandare. No tiembles ante ellos, no sea que yo te haga temblar ante ellos.

    18. Y he aquí que te pongo desde hoy como ciudad fortificada, como férrea columna y muro de bronce, frente a la tierra toda, para los reyes de Judá y sus príncipes, los sacerdotes y el pueblo del país.

    19. Y te combatirán, pero no te podrán, porque yo estaré contigo para salvarte, dice Yahvé.