27.6 C
Miami
viernes, julio 19, 2024
Más


    Job 19 - Nacar-Colunga

    Job confía en que Dios lo justificará

    1. Respondió Job, diciendo:

    2. ¿Hasta cuándo afligiréis mi alma y me majaréis con vanos discursos?

    3. Ya me habéis afrentado diez veces, y me maltratáis sin avergonzaros.

    4. Aun siendo verdad que yo haya errado, sobre mí recaería mi yerro.

    5. ¿Es bien cierto que os insolentáis contra mí y que me reprocháis mi oprobio?

    6. Sabed, pues, que es Dios quien me ha oprimido y me ha envuelto en sus redes.

    7. Si grito: “¡Violencia!” no obtengo respuesta; aunque clame, no hay equidad."

    8. Ha vallado mi camino y no puedo pasar, y sobre mis senderos ha puesto tinieblas.

    9. Me ha despojado de mi gloria y arrancó de mi cabeza la corona.

    10. Me ha demolido en derredor, y perezco, y descuajó como árbol mi esperanza.

    11. Encendióse contra mí su cólera y me contó entre sus enemigos.

    12. A una llegaron sus milicias, se atrincheraron contra mí en su camino y han acampado en torno de mi tienda.

    13. Alejáronse de mí mis hermanos, y mis conocidos se me han hecho extraños.

    14. Desaparecieron mis allegados, me han olvidado mis familiares.

    15. Los huéspedes de mi casa y mis criados me consideran como extraño; soy a sus ojos un forastero."

    16. Llamo a mi siervo, y no me responde, y tengo que suplicarle con mi boca.

    17. Hízose mi aliento repugnante a mi mujer, y yo soy fétido a los hijos de mis entrañas, i

    18. Hasta los niños me desdeñan, y murmuran contra mí cuando intento levantarme.

    19. Me han aborrecido todos mis confidentes, los más caros amigos se vuelven contra mí.

    20. Pégaiise a mi piel y a mi carne mis huesos, y apenas si conservo la piel junto a mis dientes.

    21. ¡Apiadaos, apiadaos de mí siquiera vosotros, mis amigos, porque me ha herido la mano de Dios!

    22. ¿Por qué, como Dios, me perseguís vosotros también, y no os hartáis de mis carnes?

    23. ¡Quién me diera que se escribiesen mis palabras y se consignaran en un libro,

    24. que con punzón de hierro y de plomo se esculpiesen para siempre en la roca!

    25. Porque yo sé que mi Redentor vive, y al fin se erguirá como fiador sobre el polvo;"

    26. y detrás de mi piel yo me mantendré erguido, y desde mi carne yo veré a Dios.

    27. ¡Al cual yo le veré, veránle mis ojos, y no otros! ¡Se consumen mis ríñones en mi interior!

    28. Si decís: “¿Cómo le perseguiremos y qué pretexto encontraremos para acusarle?”

    29. temed por vosotros mismos ante la espada, cuando la cólera se inflamará contra las faltas, para que sepáis que hay un juicio.