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sábado, agosto 17, 2024
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    Jueces 6 - Nacar-Colunga

    Llamamiento de Gedeón

    1. Los hijos de Israel hicieron mal a los ojos de Yahvé, y Yahvé los entregó en manos de Madián durante siete años.

    2. La mano de Madián pesó fuertemente sobre Israel. Por miedo de Madián se hicieron los hijos de Israel los antros que hay en los montes, las cavernas y las alturas fortificadas.

    3. Cuando Israel había sembrado, subía Madián con Amalee y con los Bene Quedem y marchaban contra ellos;"

    4. acampaban en medio de Israel y devastaban los campos hasta cerca de Gaza, no dejando subsistencia alguna en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos,

    5. pues subían con sus ganados y sus tiendas como una nube de langostas. Ellos y sus camellos eran innumerables y venían a la tierra para devastarla.

    6. Israel vino a ser muy pobre a causa de Madián, y los hijos de Israel clamaron a Yahvé.”

    7. Cuando los hijos de Israel clamaron a Yahvé contra Madián,

    8. Yahvé les envió un profeta, que les dijo: “Así habla Yahvé, Dios de Israel: Yo os hice subir de Egipto y os saqué de la servidumbre;"

    9. yo os libré de la mano de los egipcios y de la mano de todos vuestros opresores; yo los arrojé ante vosotros y os di su tierra."

    10. Entonces os dije: Yo soy Yahvé, vuestro Dios; no temáis a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis. Pero vosotros no habéis escuchado mi voz.”

    11. Vino el ángel de Yahvé y se sentó bajo el terebinto de Ofra, que era propiedad de Joás, abiezerita, cuando Gedeón, su hijo, estaba batiendo el trigo en el lagar para esconderlo de Madián.

    12. Apareciósele el ángel de Yahvé y le dijo: “Yahvé contigo, valiente héroe.”

    13. Gedeón le dijo: “Por favor, mi señor; si Yahvé está con nosotros, ¿por qué nos sucede todo esto? ¿Dónde están todos los prodigios que nos contaron nuestros padres, diciendo: Yahvé nos hizo subir de Egipto? Y ahora Yahvé nos ha abandonado y nos ha puesto en las manos de Madián.”

    14. El ángel de Yahvé se volvió a él y le dijo: “Ve y, con esa fuerza que tú tienes, libra a Israel de las manos de Madián; ¿no soy yo quien te envía?”

    15. Gedeón le dijo: “De gracia, señor, ¿con qué voy a libertar yo a Israel? Mi familia es la más débil de las de Manases, y yo soy el más pequeño de la casa de mi padre.”

    16. El ángel de Yahvé le dijo: “Yo estaré contigo y derrotarás a Madián como si fuera un solo hombre.”

    17. Gedeón le dijo: “Si he hallado gracia a tus ojos, dame una señal de que eres tú quien me habla,

    18. y no te vayas de aquí hasta que vuelva yo con una ofrenda y te la presente.” Y él le dijo: “Aquí me estaré hasta que tú vuelvas.”

    19. Entróse Gedeón y preparó un cabrito, y con un “efá” de harina hizo panes ácimos; y poniendo la carne en un cestillo y el caldo en una olla, los llevó debajo del terebinto y se los presentó."

    20. El ángel de Yahvé le dijo: “Coge la carne y los ácimos, ponlos encima de aquella piedra y vierte sobre ellos el caldo.” Hízolo así Gedeón; y el ángel de Yahvé,"

    21. alzando el báculo que tenía en la mano, tocó con la punta la carne y los panes. Surgió en seguida fuego de la piedra, que consumió la carne y los panes, y el ángel de Yahvé desapareció de su vista.

    22. Viendo Gedeón que era el ángel de Yahvé, dijo: “¡Ay, Señor, Yahvé! ¿Entonces he visto cara a cara al ángel de Yahvé?”

    23. Díjole Yahvé: “La paz sea contigo; no temas, no morirás.”

    24. Gedeón alzó allí un altar a Yahvé y le llamó Yahvé-Salom, que todavía existe en Ofra de Abiezer.

    25. Aquella misma noche le dijo Yahvé a Gedeón: “Coge el toro gordo de tu padre, el toro de siete años; derriba el altar de Baal que tiene tu padre y corta la asera que hay cerca,"

    26. y construye con la leña un altar a Yahvé, tu Dios, en lo alto de este fuerte; y tomando el toro segundo, lo ofreces en holocausto sobre la leña de la asera que cortarás.”

    27. Tomó, pues, Gedeón diez hombres de entre sus criados e hizo como le había mandado Yahvé; pero, como no se atreviese a hacerlo de día, por temor de la casa de su padre y de las gentes de la ciudad, lo hizo de noche."

    28. Cuando, al levantarse a la mañana siguiente, las gentes de la ciudad vieron que el altar de Baal había sido destruido, cortada la asera que había cerca y el toro segundo ofrecido en holocausto sobre el altar construido,

    29. se preguntaban unos a otros: “¿Quién ha hecho esto?” Inquirieron, buscaron, y alguien dijo: “Gedeón, el hijo de Joás, ha hecho esto.” Entonces dijeron a Joás las gentes de la ciudad:

    30. “Saca a tu hijo para que muera, pues ha derribado el altar de Baal y ha cortado la asera que estaba cerca.”

    31. Joás respondió a todos los que estaban delante de él: “¿Os toca a vosotros defender a Baal? ¿Sois vosotros los que le habéis de salvar a él? Quien tome partido por Baal será muerto hoy mismo. Si Baal es dios, que se deñenda a sí mismo, ya que le han derribado su altar.”

    32. Aquel día dieron a Gedeón el nombre de Jerobaal, diciendo: “Que sea Baal quien se vengue de él, pues que ha derribado su altar.”

    33. Todo Madián, Amalee y los Bene Quedem se juntaron y pasaron el Jordán; vinieron a acampar en el valle de Jezrael."

    34. El espíritu de Yahvé revistió a Gedeón, que tocó la trompeta, y los abiezeritas le siguieron”

    35. Envió mensajeros a todo Manases, que se reunió también para seguirle. Mandólos también a Aser, a Zabulón y a Neftalí, que subieron a su encuentro.

    36. Dijo Gedeón a Dios: “Si en verdad quieres salvar a Israel por mi mano, como me has dicho,

    37. voy a poner un vellón de lana al sereno; si sólo el vellón se cubre de rocío, quedando todo el suelo seco, conoceré que libertarás a Israel por mi mano, como me lo has dicho.” Así sucedió."

    38. A la mañana siguiente levantóse muy temprano, y, exprimiendo el vellón, sacó de él el rocío, una cazuela llena de agua.

    39. Gedeón dijo a Dios: “Que no se encienda tu cólera contra mí si hablo todavía otra vez; quisiera hacer otra prueba con el vellón: que sea el vellón el que se quede seco y caiga el rocío sobre todo el suelo.”

    40. Así lo hizo Dios aquella noche: sólo el vellón quedó seco, y todo el suelo estaba cubierto de rocío.