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miércoles, julio 17, 2024
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    Lamentaciones 3 - Nacar-Colunga

    Esperanza de liberación por la misericordia de Dios

    1. Alef. — Yo soy el varón que ha visto la miseria bajo el látigo de su furor.

    2. Alef. — Llevóme y me metió en tinieblas sin luz alguna.

    3. Alef. — Todo el día vuelve y revuelve su mano contra mí.

    4. Bet. — Ha consumido mi carne y mi piel, ha quebrantado mis huesos.

    5. Bet. — Ha levantado contra mí un muro, me ha cercado de veneno y de dolor.

    6. Bet. — Me hace habitar en tinieblas, como los ya de mucho tiempo muertos.

    7. Guímel. — Me cercó por todos los lados, sin dejarme salida; me puso pesadas cadenas."

    8. Guímel. — Y aunque clamo y voceo, no se hace accesible a mi oración.

    9. Guímel. — Cerró mis caminos con sillares de piedra, torció todos mis senderos.

    10. Dálet. — Fue para mí como oso en acecho, como león en escondrijo.

    11. Dálet. — Me ha complicado mis caminos y me despedazó, me ha asolado por completo.

    12. Dálet. — Tendió su arco y me puso por blanco de sus saetas.

    13. He. — Clavó en mis lomos las flechas de su aljaba.

    14. He. — Soy el escarnio de los pueblos todos, su cantinela de todo el día.

    15. He. — Me hartó de amarguras, me embriagó de ajenjo.

    16. Wau. — Rompióme los dientes con un casquijo, cubrióme de ceniza.

    17. Wau. — Fue privada mi alma de paz, ya no gozo de bien alguno.

    18. Wau. — Y me he dicho: se acabó mi porvenir, y mi esperanza de parte de Yahvé.

    19. Zain. — El recuerdo de mi miseria y abandono es ajenjo y veneno.

    20. Zain. — Cuando me acuerdo, se abate mi alma dentro de mí.

    21. Zain. — Quiero traer a la memoria lo que pueda darme esperanza.

    22. Jet. — No se ha agotado la misericordia de Yahvé, no ha llegado al límite su compasión.

    23. Jet. — Se renuevan todas las mañanas. Grande es tu fidelidad.

    24. Jet. — Mi porción es Yahvé, dice mi alma; por eso quiero esperar en El."

    25. Tet. — Bueno es Yahvé para los que en El esperan, para el alma que le busca.

    26. Tet. — Bueno es esperar callando el socorro de Yahvé.

    27. Tet. — Bueno es al hombre soportar el yugo desde su mocedad.

    28. Yod. — Sentarse en soledad y en silencio, porque es Yahvé quien lo dispone.

    29. Yod. — Poner su boca en el polvo y no perder toda esperanza.

    30. Yod. — Dar la mejilla al que le hiere, hartarse de oprobios.

    31. Kaf. — Porque el Señor no desecha para siempre.

    32. Kaf. — Sino que, después de afligir, se compadece según su gran misericordia.

    33. Kaf. — Porque no aflige por gusto, ni de grado acongoja a los hijos de los hombres.

    34. Lamed. — Aplastar con los pies a los cautivos todos de la tierra.

    35. Lamed. — Violar la justicia de un hombre a los ojos del Altísimo.

    36. Lamed. — Hacer entuerto a uno en su pleito, ¿no ha de verlo el Señor?

    37. Mem. — ¿Quién podrá decir una cosa sin que la disponga el Señor?

    38. Mem. — ¿No proceden de la boca del Altísimo los males y los bienes?

    39. Mem. — ¿Por qué, pues, ha de lamentarse el viviente, el hombre, de su pecado?

    40. Nun. — Escudriñemos nuestros caminos y examinémoslos, y convirtámonos a Yahvé.

    41. Nun. — Alcemos nuestro corazón y nuestras manos a Dios, que está en los cielos.

    42. Nun. — Hemos pecado, hemos sido rebeldes, y no nos perdonaste.

    43. Sámec. — Desencadenaste tu ira y nos perseguiste, mataste sin piedad.

    44. Sámec. — Te has cubierto de una nube para que no llegue a ti la plegaria.

    45. Sámec. — Y nos hiciste oprobio y escarnio en medio de los pueblos.

    46. Ayin. — Abren contra nosotros su boca todos cuantos nos odian.

    47. Ayin. — Nuestra parte es el terror y la fosa, el exterminio y la ruina.

    48. Ayin. — Corren de mis ojos ríos de agua por la ruina de la hija de mi pueblo.

    49. Pe. — Mis ojos derraman lágrimas sin descanso y sin cesar,

    50. Pe. — hasta que Yahvé mire y vea desde lo alto de los cielos.

    51. Pe. — Mis ojos contristan mi alma por todas las hijas de mi ciudad.

    52. Sade. — Me dieron caza como a un ave los que sin causa me aborrecen.

    53. Sade. — Han hundido mi vida en una fosa, arrojando piedras sobre mí.

    54. Sade. — Subieron las aguas por encima de mi cabeza, y me dije: “Muerto soy.”

    55. Qof. — Invoqué tu nombre, ¡oh Yahvé! desde lo hondo de la fosa,

    56. Qof. — y oíste mi voz: “No cierres tus oídos a mis suspiros.”

    57. Qof. — Cuando te invoqué, te acercaste y dijiste: “No temas.”

    58. Res. — Tú, Señor, defendiste la causa de mi alma, has rescatado mi vida.

    59. Res. — Tú ves, Yahvé, mi opresión; ¡hazme justicia!"

    60. Res. — Tú ves todos sus rencores, todas sus maquinaciones contra mí.

    61. Sin. — Tú, ¡oh Yahvé! has oído sus ultrajes, todas sus tramas contra mí,

    62. Sin. — las palabras de mis enemigos y los proyectos que para mí trazan todo el día.

    63. Sin. — Tú ves cuándo se sientan, cuándo se levantan y cómo soy objeto de su satírica cantinela.

    64. Tau. — Tú les darás, ¡oh Yahvé! su merecido según las obras de sus manos.

    65. Tau. — Tú les darás la ceguera de corazón, tu maldición contra ellos.

    66. Tau. — Tú los perseguirás en tu ira y los exterminarás de debajo de los cielos, ¡oh Yahvé!