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domingo, agosto 18, 2024
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    Mateo 13 - Nacar-Colunga

    Parábola del sembrador

    1. Aquel día salió Jesús de casa y se sentó junto al mar.

    2. Se le acercaron numerosas muchedumbres. El, subiendo a una barca, se sentó, quedando las muchedumbres sobre la playa,

    3. y El les dijo muchas cosas en parábolas: Salió un sembrador a sembrar,

    4. y de la simiente, parte cayó junto al camino, y, viniendo las aves, la comieron.

    5. Otra cayó en sitio pedregoso, donde no había tierra, y luego brotó, porque la tierra era poco profunda;"

    6. pero, levantándose el sol, la agostó, y, como no tenía raíz, se secó.

    7. Otra cayó entre cardos, y los cardos crecieron y la ahogaron.

    8. Otra cayó sobre tierra buena y dio fruto, una ciento, otra sesenta, otra treinta.

    9. El que tenga oídos, que oiga.

    Propósito de las parábolas

    10. Acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas en parábolas?

    11. Y les respondió diciendo: A vosotros os ha sido dado conocer los misterios del reino dé los cielos, pero a ésos no.

    12. Porque al que tiene, se le dará más y abundará, y al que no tiene, aun aquello que tiene le será quitado.

    13. Por esto les hablo en parábolas, porque viendo no ven y oyendo no oyen ni entienden;"

    14. y se cumple con ellos la profecía de Isaías: “Cierto oiréis y no entenderéis y no conoceréis.

    15. Porque se ha endurecido el corazón de este pueblo, y se han hecho duros de oídos, y han cerrado sus ojos, para no ver con sus ojos y no oír con sus oídos, y para no entender con su corazón y convertirse, que yo los curaría.”

    16. ¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen!

    17. Pues en verdad os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron.

    Jesús explica la parábola del sembrador

    18. Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador.

    19. A quien oye la palabra del reino y no la entiende, viene el Maligno y le arrebata lo que se había sembrado en su corazón; esto es lo sembrado junto al camino."

    20. Lo sembrado en terreno pedregoso es el que oye la palabra y, desde luego, la recibe con alegría;"

    21. pero no tiene raíces en sí mismo, sino que es voluble y, en cuanto se levanta una tormenta o persecución a causa de la palabra, al instante se escandaliza.

    22. Lo sembrado entre espinas es el que oye la palabra, pero los cuidados del siglo y la seducción de las riquezas ahogan la palabra y queda sin dar fruto.

    23. Lo sembrado en buena tierra es el que oye la palabra y la entiende, y da fruto, uno ciento, otro sesenta, otro treinta.

    Parábola del trigo y la cizaña

    24. Les propuso otra parábola, diciendo: Es semejante el reino de los cielos a uno que sembró en su campo semilla buena.

    25. Pero, mientras su gente dormía, vino el enemigo, sembró cizaña entre el trigo y se fue.

    26. Cuando creció la hierba y dio fruto, entonces apareció la cizaña.

    27. Acercándose los criados al amo, le dijeron: Señor, ¿no has sembrado semilla buena en tu campo? ¿De dónde viene, pues, que haya cizaña?

    28. Y él les contestó: Eso es obra de un enemigo. Dijéronle: ¿Quieres que vayamos y la arranquemos?

    29. Y él les dijo: No, no sea que, al querer arrancar la cizaña, arranquéis también el trigo.

    30. Dejad que ambos crezcan hasta la siega; y al tiempo de la siega diré a los segadores: Tomad primero la cizaña y atadla en haces para quemarla, y el trigo juntarlo para guardarlo en el granero."

    Parábola de la semilla de mostaza

    31. Otra parábola les propuso, diciendo: Es semejante el Reino de los cielos a un grano de mostaza que toma uno y lo siembra en su campo;"

    32. y, con ser la más pequeña de todas las semillas, cuando ha crecido es la más grande de todas las hortalizas y llega a hacerse un árbol, de suerte que las aves del cielo vienen a anidarse en sus ramas.

    Parábola de la levadura

    33. Otra parábola les dijo: Es semejante el Reino de los cielos al fermento que una mujer escondió en tres medidas de harina hasta que todo fermenta.

    El uso que Jesús hace de las parábolas

    34. Todas estas cosas dijo Jesús en parábolas a las muchedumbres, y no les hablaba nada sin parábolas,

    35. para que se cumpliera el anuncio del profeta, que dice: “Abriré en parábolas mi boca, declararé las cosas ocultas desde la creación.”

    36. Entonces, dejando a la muchedumbre, se vino a casa, y sus discípulos se le acercaron, diciéndole: Explícanos la parábola de la cizaña del campo.

    37. El, respondiendo, dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre;"

    38. el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino; la cizaña son los hijos del Maligno;"

    39. el enemigo que la siembra es el demonio; la siega es la consumación del mundo; los segadores son los ángeles."

    40. A la manera, pues, que se recoge la cizaña y se quema en el fuego, así será a la consumación del mundo.

    41. Enviará el Hijo del hombre a sus ángeles y recogerán de su Reino todos los escándalos y a todos los obradores de iniquidad,

    42. y los arrojarán en el horno del fuego, donde habrá llanto y crujir de dientes.

    43. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga.

    El tesoro escondido

    44. Es semejante el Reino de los cielos a un tesoro escondido en un campo, que quien lo encuentra lo oculta y, lleno de alegría, va, vende cuanto tiene y compra aquel campo.

    La perla de gran precio

    45. Es también semejante el Reino de los cielos a un mercader que busca perlas preciosas,

    46. y, hallando una de gran precio, va, vende todo cuanto tiene y la compra.

    La red

    47. Es también semejante el Reino de los cielos a una red barredera, que se echa en el mar y recoge peces de toda suerte,

    48. y, llena, la sacan sobre la playa, y, sentándose, recogen los peces buenos en canastos, y los malos los tiran.

    49. Así será a la consumación del siglo: saldrán los ángeles y separarán a los malos de los justos,

    50. y los arrojarán al horno de fuego; allí habrá llanto y crujir de dientes."

    Tesoros nuevos y viejos

    51. ¿Habéis entendido todo esto? Respondiéronle: Sí.

    52. Y les dijo: Así, todo escriba instruido en la doctrina del Reino de los cielos es como el amo de casa, que de su arca saca lo nuevo y lo añejo.

    Jesús en Nazaret

    53. Cuando hubo terminado Jesús estas parábolas, se alejó de allí,

    54. y, viniendo a su tierra, enseñaba en la sinagoga, de manera que, admirados, se decían: ¿De dónde le viene a éste tal sabiduría y tales prodigios?

    55. ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿Su madre no se llama María, y sus hermanos Santiago y José, Simón y Judas?

    56. ¿Sus hermanas no están todas entre nosotros? ¿De dónde, pues, le viene todo esto?

    57. Y se escandalizaban en El. Jesús les dijo: Sólo en su casa y en su patria es menospreciado el profeta.

    58. Y no hizo allí muchos milagros por su incredulidad.