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domingo, agosto 18, 2024
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    Números 22 - Nacar-Colunga

    Balac manda llamar a Balaam

    1. Partieron los hijos de Israel y acamparon en los llanos de Moab, al otro lado del Jordán, frente a Jericó.

    2. Balac, hijo de Sefor, supo cuanto había hecho Israel a los amorreos;"

    3. y Moab temió grandemente al aparecer aquel pueblo tan numeroso, y se amedrentó ante los hijos de Israel.

    4. Moab dijo a los ancianos de Madián: “Este pueblo va a devorar nuestros contornos como devora un buey la hierba del campo.” Era entonces rey de Moab Balac, hijo de Sefor.

    5. Mandó, pues, mensajeros a Balaam, hijo de Beor, a Petur, que está junto al río, en tierra de los hijos de Amón, para que le llamasen, diciéndole: “Mira, ha salido de Egipto un pueblo que cubre la superficie de la tierra y está ya cerca de mí.

    6. Ven, pues, y maldíceme a este pueblo, pues es más fuerte que yo, a ver si así podemos hacer que le derrotemos, pues sé que es bendito aquel a quien tú bendices, y maldito aquel a quien tú maldices.”

    7. Fueron, pues, ancianos de Moab y ancianos de Madián, llevando en sus manos el precio del conjuro, y, llegados a Balaam, le transmitieron las palabras de Balac.

    8. El les dijo: “Pasad aquí esta noche, y yo os responderé según lo que me diga Yahvé.” Quedáronse los príncipes de Moab con Balaam;"

    9. Dios vino en la noche a Balaam y le dijo: “¿Quiénes son esos que están contigo?”

    10. Balaam respondió a Dios: “Balac, hijo de Sefor, rey de Moab, los ha mandado a mí para decirme:

    11. Un pueblo salido de Egipto está ya aquí y cubre toda la superficie de la tierra; ven, pues, luego a maldecirlo, a ver si puedo derrotarle y rechazarle.”

    12. pero Dios dijo a Balaam: “No vayas con ellos; no maldigas a ese pueblo, porque bendito es.”

    13. Balaam, levantándose de mañana, dijo a los príncipes de Balac: “Idos a vuestra tierra, porque Yahvé se niega a dejarme ir con vosotros.”

    14. Oído esto, los príncipes de Moab se levantaron, y, tornados a Balac, le dijeron: “Balaam se ha negado a venir con nosotros.”

    15. Pero Balac mandó de nuevo a otros príncipes, más en número y más respetables que los primeros,

    16. que, llegados a Balaam, le dijeron: “He aquí lo que te dice Balac, hijo de Sefor: No te niegues a venir a verme,

    17. que yo te colmaré de bienes y haré todo lo que tú me digas; ven, te ruego, a maldecirlo.”

    18. Balaam respondió a los siervos de Balac: “Aunque me diese Balac su casa llena de plata y de oro, no podría yo traspasar las órdenes de Yahvé, mi Dios, ni en poco ni en mucho;"

    19. pero podéis quedaros aquí también esta noche para saber lo que vuelve a decirme Yahvé.”

    20. Durante la noche vino Dios a Balaam y le dijo: “Ya que éstos han venido otra vez a llamarte, levántate y vete con ellos, pero no hagas más que lo que yo te diga.”

    El ángel y el asna de Balaam

    21. Levantóse Balaam de mañana, aparejó su asna y se fue con los príncipes de Moab.

    22. Pero Dios estaba indignado de que fuese, y el ángel de Yahvé se puso delante de él en el camino para cerrarle el paso. Iba Balaam montado en su asna, y llevaba consigo a dos de sus criados.

    23. El asna, al ver al ángel de Yahvé parado en el camino con la espada desenvainada en la mano, se salió del camino y se echó al campo, y Balaam se puso a fustigarla para retraerla al camino.

    24. Entonces el ángel se puso en una estrechura entre las viñas, entre pared de un lado y pared de otro;"

    25. y, al verle el asna, echóse contra una de las paredes, cogiendo entre ella y la pared la pierna de Balaam. Este se puso de nuevo a fustigarla.

    26. El ángel de Yahvé volvió a ponerse en una angostura, de donde ni a derecha ni a izquierda podía desviarse;"

    27. y al verle el asna, se echó debajo de Balaam, quien, enfurecido, la fustigó más.

    28. Abrió entonces Yahvé la boca del asna, que dijo a Balaam: “¿Qué te he hecho yo para que por tres veces me hayas fustigado ?”

    29. Y Balaam respondió: “¿Por qué te burlas de mí? Si tuviera ahora mismo una espada, ahora mismo te mataría.”

    30. Y el asna dijo a Balaam: “¿No soy yo tu asna? Tú me has montado desde que yo soy tuya hasta hoy. ¿Te he hecho yo nunca cosa semejante?” Y él respondió: “No.”

    31. Entonces abrió Yahvé los ojos a Balaam, y éste vio al ángel de Yahvé, que estaba en el camino con la espada desenvainada en la mano. Balaam se postró echándose sobre el rostro,

    32. y el ángel de Yahvé le dijo: “¿Por qué por tres veces has fustigado a tu asna? Es que he salido yo para cerrarte el camino, porque es malo ante mí el que llevas.

    33. El asna me ha visto y ha querido luego apartarse tres veces de delante de mí; si ella no me hubiera esquivado, te hubiera matado a ti, dejándola a ella viva.”

    34. Entonces Balaam dijo al ángel de Yahvé: “He pecado; no sabía que tú me cerrabas el camino; si te parece mal, ahora mismo me volveré.”

    35. El ángel de Yahvé respondió a Balaam: “Ve con esos hombres, pero di solamente lo que te diga yo.” Siguió, pues, Balaam con los príncipes de Balac.

    36. Este, sabiendo que venía Balaam, le salió al encuentro hasta Ir-Moab, que está en la frontera del Amón, en lo último de la frontera.

    37. Balac dijo a Balaam: “He mandado a llamarte. ¿Por qué no viniste? ¿No estoy yo acaso en situación de tratarte con la debida honra?”

    38. Balaam respondió a Balac: “Aquí me tienes ya; pero ¿podré yo decir lo que quisieres? La palabra que Dios ponga en mi boca, ésa será la que te diga.”

    39. Siguió Balaam a Balac, y llegaron a Quiriat-Jusot.

    40. Balac inmoló bueyes y ovejas, mandándoselos a Balaam y a los príncipes que le acompañaban.

    Balaam bendice a Israel

    41. A la mañana siguiente tomó Balac a Balaam y le hizo subir a Bamot-Baal, desde donde se veía un ala del pueblo.