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domingo, agosto 18, 2024
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    Números 24 - Nacar-Colunga

    1. Había visto Balaam que Yahvé se complacía en bendecir a Israel, y por eso no fue ya, como las otras veces, en busca del presagio, sino que se volvió de cara al desierto,

    2. y, alzando los ojos, vio a Israel, acampado, tribu por tribu. Vino sobre él el espíritu de Yahvé,

    3. y, tomando su parábola, dijo: “Oráculo de Balaam, hijo de Beor, oráculo del hombre de los ojos cerrados,

    4. oráculo de quien oye palabra de Dios, del que ve visiones del Omnipotente, de quien al caer se le abrieron los ojos.

    5. ¡Qué bellas son tus tiendas, oh Jacob! ¡Qué bellos tus tabernáculos, oh Israel!

    6. Se extiende como un amplio valle, como un jardín a lo largo de un río, como áloe plantado por Yahvé, como cedro que está junto a las aguas.

    7. Desbórdanse de sus cubos las aguas, su simiente goza de aguas abundantes. Yérguese sobre Agag, su rey; exaltaráse su reino."

    8. El Dios que de Egipto le ha sacado, es para él como la fuerza del unicornio. Devora a las naciones enemigas, tritura sus huesos, las traspasa con sus saetas.

    9. Se agacha, se posa como un león, como una leona, ¿quién la concitará? El que te bendiga será bendecido, y el que te maldiga, maldito será.”

    Profecía de Balaam

    10. Encendido en ira Balac contra Balaam y palmeteando, le dijo: “Te he llamado para maldecir a mis enemigos, y tú los has colmado de bendiciones ya por tres veces,

    11. Ahora huye pronto a tu tierra; yo pensaba honrarte grandemente, pero Yahvé te ha privado de la gloria.”

    12. Respondióle Balaam: “¿No dije yo a tus mensajeros:

    13. Aunque me diera Balac su casa llena de plata y oro, no podré contravenir la orden de Dios, haciendo por mí mismo cosa alguna, ni buena ni mala, contra sus órdenes, y solamente lo que Yahvé me diga, eso le diré?

    14. Ahora, pues, que voy a irme a mi pueblo, ven que te diga lo que este pueblo ha de hacer al tuyo al fin de los tiempos,”

    15. Y, volviendo a tomar la palabra, dijo: “Oráculo de Balaam, hijo de Beor, oráculo del hombre de los ojos cerrados;"

    16. oráculo del que oye palabras de Dios, del que conoce los consejos del Altísimo (Elyón), del que ve visiones del Omnipotente (Saday), de quien al caer se le abrieron los ojos.

    17. La veo, pero no ahora; la contemplo, pero no de cerca: Alzase de Jacob una estrella, surge de Israel un cetro que aplasta las sienes de Moab y el cráneo de los hijos del tumulto."

    18. Edom es su posesión: Seír, presa de sus enemigos; Israel acrecienta su poder,"

    19. de Jacob sale el dominador, que devasta de las ciudades las reliquias.”

    20. Y, mirando a Amelec, prosiguió: “La primera de las naciones es Amalee, pero su fin será eterna ruina.”

    21. Luego, mirando a los quenitas, prosiguió su parábola: “Por fuerte que sea su morada, aunque ponga en las rocas su nido,

    22. el quenita será devastado, hasta que Asur le lleve cautivo.”

    23. Y volviendo a proferir su oráculo, prosiguió: “¿Quién vivirá cuando Dios lo ponga por obra?

    24. Vendrán naves de Quitim, que oprimirán a Asur y oprimirán a Eber; también éste será dado a la ruina.”

    25. Partióse después Balaam y se volvió a su tierra, y también Balac se fue por su camino.