28.8 C
Miami
jueves, julio 18, 2024
Más


    Proverbios 7 - Nacar-Colunga

    Las artimañas de la ramera

    1. Hijo mío, atiende a mis palabras y pon dentro de ti mis enseñanzas.

    2. Guarda mis preceptos y vivirás; sea mí ley como la niña de tus ojos."

    3. Átatelos al dedo, escríbelos en la tabla de tu corazón.

    4. Di a la sabiduría: “Tú eres mi hermana,” y llama a la inteligencia tu pariente,

    5. para que te preserven de la mujer ajena, de la extraña de lúbricas palabras.

    6. Estaba yo un día en mi casa a la ventana, mirando a través de las celosías,

    7. y vi entre los simples un joven, entre los mancebos un falto de juicio,

    8. que pasaba por la calle junto a la esquina e iba camino de su casa.

    9. Era el atardecer, cuando ya oscurecía, al hacerse de noche, en la tiniebla.

    10. Y he aquí que le sale al encuentro una mujer con atavío de ramera y astuto corazón.

    11. Era parlanchína y procaz, y sus pies no sabían estarse en casa;"

    12. ahora en la calle, ahora en la plaza, acechando por todas las esquinas.

    13. Cogióle y le abrazó y le dijo con toda desvergüenza:

    14. ”Tenía que ofrecer un sacrificio y hoy he cumplido ya mis votos;"

    15. por eso te he salido al encuentro, iba en busca tuya y ahora te hallo.

    16. He ataviado mi lecho con tapices, con telas de hilo recamado de Egipto;"

    17. he perfumado mi cama con mirra, áloe y cinamomo.

    18. Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana, hartémonos de caricias;"

    19. pues mi marido no está en casa, ha salido para un largo viaje.

    20. Se ha llevado la bolsa y no volverá hasta el plenilunio.”

    21. Con la suavidad de sus palabras le rindió y con sus halagos le sedujo;"

    22. y se fue tras ella entontecido como buey que se lleva al matadero, como ciervo cogido en el lazo

    23. hasta que una flecha le atraviesa el flanco, o como el pájaro que se precipita en la red sin saber que le va en ella la vida.

    24. Óyeme, pues, hijo mío, y atiende a las palabras de mi boca.

    25. No dejes ir tu corazón por sus caminos, no yerres por sus sendas;"

    26. porque a muchos ha hecho caer traspasados y son muchos los muertos por ella.

    27. Su casa es el camino del sepulcro, que baja a las profundidades de la muerte.