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lunes, agosto 19, 2024
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    Salmos 34 - Nueva Biblia de los Hispanos

    La protección divina Salmo de David, cuando mudó su semblante delante de Abimelec, y él lo echó, y se fue.

    1. Salmo de David cuando se fingió loco delante de Abimelec, quien lo echó, y él se fue. Bendeciré al SEÑOR en todo tiempo; Continuamente estará Su alabanza en mi boca.

    2. En el SEÑOR se gloriará mi alma; Lo oirán los humildes y se regocijarán.

    3. Engrandezcan al SEÑOR conmigo, Y exaltemos a una Su nombre.

    4. Busqué al SEÑOR, y El me respondió, Y me libró de todos mis temores.

    5. Los que a El miraron, fueron iluminados; Sus rostros jamás serán avergonzados.

    6. Este pobre clamó, y el SEÑOR le oyó, Y lo salvó de todas sus angustias.

    7. El ángel del SEÑOR acampa alrededor de los que Le temen, Y los rescata.

    8. Prueben y vean que el SEÑOR es bueno. ¡Cuán bienaventurado es el hombre que en El se refugia!

    9. Teman al SEÑOR, ustedes Sus santos, Pues nada les falta a aquéllos que Le temen.

    10. Los leoncillos pasan necesidad y tienen hambre, Pero los que buscan al SEÑOR no carecerán de bien alguno.

    11. Vengan, hijos, escúchenme; Les enseñaré el temor del SEÑOR.

    12. ¿Quién es el hombre que desea vida Y quiere muchos días para ver el bien?

    13. Guarda tu lengua del mal Y tus labios de hablar engaño.

    14. Apártate del mal y haz el bien, Busca la paz y síguela.

    15. Los ojos del SEÑOR están sobre los justos, Y Sus oídos atentos a su clamor.

    16. El rostro del SEÑOR está contra los que hacen mal, Para cortar de la tierra su memoria.

    17. Claman los justos, y el SEÑOR los oye Y los libra de todas sus angustias.

    18. Cercano está el SEÑOR a los quebrantados de corazón, Y salva a los abatidos de espíritu.

    19. Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas lo libra el SEÑOR.

    20. El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos es quebrantado.

    21. La maldad dará muerte al impío, Y los que aborrecen al justo serán condenados.

    22. El SEÑOR redime el alma de Sus siervos, Y no será condenado ninguno de los que en El se refugian.