29.9 C
Miami
sábado, agosto 17, 2024
Más


    Lucas 16 - Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

    Parábola del mayordomo infiel

    1. Jesús contó también esta parábola a sus discípulos: - Un hombre rico tenía un administrador que fue acusado ante su amo de malversar sus bienes.

    2. El amo le llamó y le dijo: "¿Qué es esto que me han dicho de ti? Preséntame las cuentas de tu administración, porque desde ahora quedas despedido de tu cargo."

    3. El administrador se puso a pensar: "¿Qué voy a hacer ahora? Mi amo me quita la administración, y yo para cavar no tengo fuerzas, y pedir limosna me da vergüenza.

    4. ¡Ah, ya sé qué voy a hacer para que, cuando deje el cargo, haya quienes me reciban en sus casas!"

    5. Comenzó entonces a llamar, uno por uno, a los deudores de su amo. Al primero de ellos le preguntó: "¿Cuánto le debes a mi amo?"

    6. Le contestó: "Cien barriles de aceite." Y él le dijo: "Pues mira, toma tus recibos y apunta sólo cincuenta."

    7. Al siguiente le preguntó: "¿Tú cuánto le debes?" Le contestó: "Cien sacos de trigo." El le dijo: "Pues mira, toma tus recibos y apunta sólo ochenta. "

    8. Cuando el amo se enteró de esto, elogió la astucia de aquel administrador inmoral. Y es que, en efecto, los que pertenecen a este mundo son más sagaces en sus negocios que los que pertenecen a la luz.

    9. Por eso os aconsejo que os ganéis amigos utilizando las riquezas de este mundo. Así, cuando llegue el día de dejarlas, habrá quien os reciba en la mansión eterna.

    10. El que es fiel en lo poco, también será fiel en lo mucho, y el que no es fiel en lo poco, tampoco lo será en lo mucho.

    11. De modo que si no sois fieles con las riquezas de este mundo, ¿quién os confiará la verdadera riqueza?

    12. Y si no sois fieles con lo ajeno, ¿quién os dará lo que os pertenece?

    13. Ningún criado puede servir a dos amos al mismo tiempo, porque odiará al uno y querrá al otro, o será fiel al uno y del otro no hará caso. No podéis servir al mismo tiempo a Dios y al dinero.

    14. Todas estas cosas las oían los fariseos, que eran amigos del dinero y se burlaban de Jesús.

    15. El les dijo: - Vosotros pretendéis pasar por hombres de bien delante de la gente, pero Dios sabe lo que hay en vuestro corazón; y aquello que los hombres tienen por elevado, para Dios es sólo basura.

    La ley y el reino de Dios

    16. La ley de Moisés y las enseñanzas de los profetas tuvieron plena vigencia hasta que vino Juan el Bautista; desde entonces se anuncia el reino de Dios y todos se esfuerzan por entrar en él.

    17. Más fácil es que pasen el cielo y la tierra que se pierda una sola coma de la Ley.

    Jesús enseña sobre el divorcio

    18. El que se separa de su mujer para casarse con otra, comete adulterio. Y también comete adulterio el que se casa con una mujer separada.

    El rico y Lázaro

    19. Jesús contó también lo siguiente: - Había una vez un hombre rico que vestía trajes espléndidos, hechos de púrpura y lino, y que todos los días celebraba grandes fiestas.

    20. Y había también un pobre, llamado Lázaro, cubierto de llagas, que estaba echado en el suelo, junto a la puerta del rico.

    21. El pobre deseaba llenar su estómago con lo que caía de la mesa del rico. Y, a veces, hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas.

    22. Cuando el pobre murió, los ángeles le llevaron al seno de Abraham. Tiempo después murió también el rico, y fue enterrado.

    23. Y sucedió que, estando el rico atormentado en el abismo, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro con él.

    24. Entonces exclamó: "¡Padre Abraham, ten compasión de mí! ¡Envíame a Lázaro, que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, pues estoy abrasándome entre estas llamas!"

    25. Abraham le contestó: "Amigo, recuerda que durante tu vida terrena recibiste muchos bienes, y que Lázaro, en cambio, solamente recibió males. Pues ahora él goza aquí de consuelo y a ti te toca sufrir.

    26. Además, entre nosotros y vosotros se abre una sima infranqueable, de modo que nadie puede ir a vosotros desde aquí, ni desde ahí puede venir nadie hasta nosotros."

    27. El rico dijo: "Entonces, padre, te suplico que envíes a Lázaro a casa de mi padre,

    28. para que hable a mis cinco hermanos, a fin de que no vengan también ellos a este lugar de tormento."

    29. Pero Abraham le respondió: "Ellos ya tienen lo que han escrito Moisés y los profetas. Que los escuchen."

    30. El dijo: "No, padre Abraham, eso no les bastará. En cambio, si alguno de los que han muerto va a hablarles, se convertirán."

    31. Abraham le contestó: "Si no quieren escuchar a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán aunque resucite uno de los que han muerto."