32.6 C
Miami
miércoles, julio 17, 2024
Más


    Marcos 4 - Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

    Parábola del sembrador

    1. En otra ocasión, Jesús se puso a enseñar a la orilla del lago. Y se le reunió tanta gente que decidió subir a una barca que estaba en el lago y acomodarse allí, mientras la gente se quedaba en la orilla.

    2. Entonces Jesús comenzó a enseñarles muchas cosas por medio de parábolas. Les decía en su enseñanza:

    3. - Escuchad: Una vez, un sembrador salió a sembrar.

    4. Al lanzar la semilla, una parte cayó al borde del camino, y llegaron los pájaros y se la comieron.

    5. Otra parte cayó entre las piedras, donde había poca tierra; y como la tierra no era profunda, la semilla brotó muy pronto;

    6. pero, en cuanto salió el sol, se agostó y se secó, porque no tenía raíz

    7. Otra parte de la semilla cayó entre cardos, y los cardos crecieron y la ahogaron antes de que pudiera granar.

    8. Otra parte, en fin, cayó en tierra fértil, y germinó y creció y dio fruto: unas espigas dieron grano al treinta; otras, al sesenta; y otras al ciento por uno.

    9. Jesús añadió: - Quién pueda entender esto, que lo entienda.

    10. Más tarde, cuando Jesús se quedó solo con los doce y algunos otros discípulos, ellos le preguntaron por el significado de las parábolas.

    11. Les dijo: - A vosotros, Dios os permite conocer el secreto de su reino; pero a los otros, los de fuera, les hablo por medio de parábolas,

    12. para que, aunque miren, no vean, y, aunque escuchen, no oigan ni entiendan, no sea que se conviertan y sean perdonados.

    13. Y, luego, Jesús continuó: - ¿No comprendéis esta parábola? Entonces, ¿cómo comprenderéis todas las demás?

    14. El sembrador representa al que anuncia el mensaje.

    15. Hay quienes son como la semilla que cayó al borde del camino: escuchan el mensaje, pero luego llega Satanás y se lleva lo que ya estaba sembrado en ellos.

    16. Otros son como la semilla que cayó entre las piedras: oyen el mensaje y lo reciben con alegría;

    17. pero no tienen raíces y son volubles; así que, cuando les llegan las pruebas o persecuciones a causa del propio mensaje, no pueden mantenerse.

    18. Otros son como la semilla que cayó entre los cardos: oyen el mensaje,

    19. pero lo dejan morir sin que dé fruto, porque sólo se preocupan por los problemas, los negocios y las apetencias de esta vida.

    20. Pero hay otros que son como la semilla que cayó en tierra fértil: estos escuchan el mensaje y lo reciben, y dan fruto al treinta, al sesenta o al ciento por uno.

    Nada oculto que no haya de ser manifestado

    21. También les dijo: - ¿Acaso se enciende una lámpara para taparla con una vasija o meterla debajo de la cama? ¿No se la enciende, más bien, para ponerla en alto y que alumbre?

    22. Pues nada hay escondido que no haya que descubrirse, ni hay nada hecho en secreto que no haya de salir a la luz.

    23. Si alguien puede entender esto, que lo entienda.

    24. También les dijo: - Prestad atención a lo que oís: Dios os medirá con la misma medida con que vosotros medís a los demás, y lo hará con creces.

    25. Porque al que tiene, se le dará más todavía; pero al que no tiene hasta lo poco que tenga se le quitará.

    Parábola del crecimiento de la semilla

    26. También les dijo: - Con el reino de Dios sucede lo mismo que con la semilla que un hombre siembra en la tierra:

    27. que, tanto si duerme como si está despierto, así de noche como de día, la semilla germina y crece, aunque él no sepa cómo.

    28. La tierra, de sí misma, la lleva a dar fruto: primero brota la hierba, luego se forma la espiga, y por último el grano que llena la espiga.

    29. Y cuando el grano ya está en sazón, van los segadores a recogerlo, porque ha llegado el tiempo de la cosecha.

    Parábola de la semilla de mostaza

    30. También les dijo: - ¿A qué compararemos el reino de Dios? ¿Con qué parábola lo expondremos?

    31. Es como el grano de mostaza, que, cuando se siembra en la tierra, es la más pequeña de todas las semillas;

    32. pero, una vez sembrado, crece más que las otras plantas del huerto, y echa ramas tan grandes que a su sombra anidan los pájaros.

    El uso que Jesús hace de las parábolas

    33. Con estas y otras muchas parábolas anunciaba Jesús el mensaje, en la medida en que sus oyentes podían comprenderlo.

    34. Y sin parábolas no les decía nada. Luego, a solas, se lo explicaba todo a sus discípulos.

    Jesús calma la tempestad

    35. Ese mismo día, al anochecer, Jesús dijo a sus discípulos: - Vayamos a la otra orilla del lago.

    36. En seguida, dejando allí a la gente, le llevaron en la barca tal como estaba. Otras barcas iban detrás.

    37. De pronto se levantó una gran tormenta de viento. Las olas, que cubrían la barca, comenzaron a llenarla de agua.

    38. Jesús, entretanto, estaba dormido en la popa, recostado sobre un cabezal . Los discípulos le despertaron, diciendo: - Maestro, ¿no te importa que nos estemos hundiendo?

    39. Jesús se incorporó, increpó al viento y dijo al mar: - ¡Silencio! ¡Cállate! El viento cesó y se hizo una gran calma.

    40. Entonces les dijo: - ¿Por qué tenéis miedo? ¿Dónde está vuestra fe?

    41. Pero ellos seguían aterrados, preguntándose unos a otros: - ¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?