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jueves, julio 18, 2024
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    Mateo 18 - Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

    ¿Quién es el mayor?

    1. En aquella ocasión, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: - ¿Quién es el más importante en el reino de Dios?

    2. Jesús llamó a un niño y, poniéndolo en medio de todos,

    3. dijo: - Os aseguro que, si no cambiáis de conducta y volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de Dios.

    4. El más importante en el reino de Dios es aquel que se humilla a sí mismo y es capaz de volverse como este niño.

    5. Y el que acepta en mi nombre a un niño como éste, a mí me acepta.

    Ocasiones de caer

    6. Pero aquel que sea causa de pecado para uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le arrojaran al fondo del mar con una piedra de molino atada al cuello.

    7. ¡Ay del mundo a causa de los que incitan al pecado! Porque instigadores de pecado tiene que haberlos necesariamente; pero ¡ay de aquel que incite a los demás a pecar!

    8. Si, pues, tu mano o tu pie van a ser causa de que caigas en pecado, córtatelos y arrójalos lejos de ti, porque es mejor que entres manco o cojo en la vida eterna que con tus dos manos y tus dos pies seasarrojado al fuego eterno.

    9. Y si tu ojo va a ser causa de que caigas en pecado, sácateloy arrójalo lejos de ti, porque es mejor que entres tuerto en la vida eterna que con tus dos ojos seas arrojado al fuego de la gehena.

    Parábola de la oveja perdida

    10. Guardaos, pues, de despreciar a ninguno de estos pequeños,porque os aseguro que en el cielo sus ángeles están siempre en presencia de mi Padre celestial.

    11. (¡El Hijo del hombre ha venido a salvar lo que estaba perdido!)

    12. ¿Qué os parece esto? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿no dejará las otras noventa y nueve en el montee irá en busca de la extraviada?

    13. Y, si logra encontrarla, es seguro que sentirá más alegría por ella que por las noventa y nueve que no se le habían extraviado.

    14. De la misma manera, vuestro Padre celestial no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños.

    Cómo se debe perdonar al hermano

    15. Si alguna vez tu hermano te ofende, ve a buscarle y habla a solas con él para hacerle ver su falta. Si te escucha, ya te lo has ganado.

    16. Si no quiere escucharte, vuelve a verle llevando contigo una o dos personas más, para que "el asunto se resuelva en presencia dedos o tres testigos".

    17. Si tampoco les hace caso a ellos, manifiéstalo a la asamblea.Y, ni siquiera a la asamblea hace caso, tenle por pagano o publicano.

    18. Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo , y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo.

    19. Otra cosa os digo también: si dos de vosotros, estéis donde estéis, os ponéis de acuerdo para pedir algo en oración, mi Padre celestial os lo concederá.

    20. Pues allí donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

    21. Pedro, acercándose entonces a Jesús, le preguntó: - Señor,¿cuántas veces he de perdonar a mi hermano si me ofende? ¿Hasta siete?

    22. Jesús le contestó: - No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.

    Los dos deudores

    23. Por eso, el reino de Dios puede compararse a un rey que quiso hacer cuentas con la gente que tenía a su servicio.

    24. Para empezar, se le presentó uno que le debía muchos millones.

    25. Como este hombre no tenía posibilidades de saldar su deuda,el amo mandó que le vendieran como esclavo a él, a su esposa y a sus hijos,y que vendieran también todas sus propiedades, a fin de resarcirse de lo que debía.

    26. El siervo cayó de rodillas delante de su amo, suplicándole:"Ten paciencia conmigo, que yo te lo pagaré todo."

    27. Y el amo tuvo compasión de su siervo; le perdonó la deuda y le dejó ir libremente.

    28. Pero, al salir, aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros, que le debía una cantidad insignificante. En cuanto le vio, le agarró por el cuello y le dijo: " ¡Págame lo que me debes! "

    29. Su compañero se arrodilló delante de él, suplicándole: "Ten paciencia conmigo, que yo te lo pagaré."

    30. Pero el otro no quiso escucharle, sino que fue y le hizo meter en la cárcel hasta que liquidara la deuda.

    31. Los demás siervos, al ver todo esto, se sintieron consternados y fueron a contarle al amo lo que había sucedido.

    32. Entonces el amo hizo llamar a aquel siervo y le dijo:"Malvado, yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo suplicaste;

    33. pero tú no has querido compadecerte de tu compañero como yo me compadecí de ti."

    34. Y, encolerizado, el amo ordenó que se le castigara hasta que quedara saldada toda su deuda.

    35. Esto mismo - concluyó Jesús - hará mi Padre celestial con aquel de vosotros que no perdone de corazón a su hermano.