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viernes, julio 19, 2024
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    Mateo 7 - Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

    El juzgar a los demás

    1. No juzguéis a nadie, para que Dios no os juzgue a vosotros.

    2. Porque del mismo modo que juzguéis a los demás, os juzgará Dios a vosotros, y os medirá con la misma medida con que vosotros midáis a los demás.

    3. ¿Por qué miras la brizna que tiene tu hermano en su ojo y no te fijas en el tronco que tú mismo tienes en el tuyo?

    4. ¿Cómo podrás decirle a tu hermano: "Deja que te saque la brizna que tienes en el ojo", cuando tienes un tronco en el tuyo?

    5. ¡Hipócrita! Saca primero el tronco de tu ojo, y entonces podrás ver con claridad para sacar la brizna del ojo de tu hermano.

    6. No deis lo sagrado a los perros, no sea que se revuelvan contra vosotros y os hagan pedazos. Ni tampoco echéis vuestras perlas a los cerdos, porque las pisotearán.

    La oración, y la regla de oro

    7. Pedid, y os darán; buscad, y encontraréis; llamad, y Dios os abrirá la puerta.

    8. Pues todo el que pide, recibe, y el que busca, encuentra, y al que llama, Dios le abrirá la puerta.

    9. ¿Quién de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra?

    10. ¿O, si le pide pescado, le dará una serpiente?

    11. Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos se las dará a quienes se las pidan!

    12. Portaos en todo con los demás como queréis que los demás se porten con vosotros. ¡En esto consisten la ley de Moisés y las enseñanzas de los profetas!

    La puerta estrecha

    13. Entrad por la puerta estrecha. La puerta que conduce a la perdición es ancha, y el camino fácil, y muchos son los que pasan por ellos.

    14. En cambio, la puerta por donde se va a la vida eterna es estrecha, y el camino difícil, y son pocos los que los encuentran.

    Por sus frutos los conoceréis

    15. Tened cuidado con los falsos profetas. Llegan a vosotros haciéndose pasar por inocentes ovejas, cuando en realidad son lobos feroces.

    16. Por sus frutos los conoceréis, pues no pueden recogerse uvas de los espinos, ni higos de los cardos.

    17. Todo árbol sano da buenos frutos, mientras que el árbol enfermo da frutos malos.

    18. Y, al contrario, el árbol sano no puede dar fruto malo, como tampoco puede dar buen fruto el árbol enfermo.

    19. Los árboles que dan mal fruto se cortan y se hace una hoguera con ellos.

    20. Así también, vosotros conoceréis por sus frutos a los falsos profetas.

    Nunca os conocí

    21. No todos los que dicen: "Señor, Señor" entrarán en el reino de Dios, sino los que hacen la voluntad de mi Padre celestial.

    22. Muchos me dirán en el día del juicio: "Señor, Señor, mira que en tu nombre hemos anunciado el mensaje de Dios, y en tu nombre hemos expulsado demonios, y en tu nombre hemos hecho muchos milagros."

    23. Sin embargo, yo les contestaré: "Nunca os conocí. ¡Apartaos de mí vosotros, que os habéis pasado la vida haciendo el mal! "

    Los dos cimientos

    24. Todo aquel que escucha mis palabras y obra en consecuencia, puede compararse a un hombre sensato que construyó su casa sobre un cimiento de roca viva.

    25. Vinieron las lluvias, se desbordaron los ríos y los vientos soplaron violentamente contra la casa; pero no cayó, porque estaba construida sobre un cimiento de roca viva.

    26. En cambio, todo aquel que escucha mis palabras, pero no obra en consecuencia, puede compararse a un hombre necio que construyó su casa sobre un terreno arenoso.

    27. Vinieron las lluvias, se desbordaron los ríos y los vientos soplaron violentamente contra la casa; y se hundió, y fue grande su desastre.

    28. Cuando Jesús terminó de hablar, la gente estaba profundamente impresionada por sus enseñanzas,

    29. porque les enseñaba con verdadera autoridad y no como sus maestros de la Ley.