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sábado, agosto 17, 2024
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    1 Crónicas 21 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    David censa al pueblo

    1. Y Satanás procedió a levantarse contra Israel y a incitar a David a numerar a Israel.

    2. De modo que David dijo a Joab y a los jefes del pueblo: “Anden, tomen la cuenta de Israel desde Beer-seba hasta Dan y tráiganmela para que sepa yo el número de ellos”.

    3. Pero Joab dijo: “Que Jehová añada a su pueblo cien veces lo que son. ¿Acaso no pertenecen, oh mi señor el rey, todos ellos a mi señor como siervos? ¿Por qué busca esto mi señor? ¿Por qué debe hacerse él causa de culpa para Israel?”.

    4. La palabra del rey, sin embargo, prevaleció sobre Joab, de modo que Joab salió y anduvo por todo Israel, después de lo cual vino a Jerusalén.

    5. Joab entonces dio el total numérico de la inscripción del pueblo a David; y todo Israel ascendió a un millón cien mil hombres que sacaban espada, y Judá a cuatrocientos setenta mil hombres que sacaban espada.

    6. Y a Leví y Benjamín no los inscribió entre ellos, porque la palabra del rey había sido detestable a Joab.

    7. Ahora bien, esta cosa fue mala a los ojos del Dios [verdadero], y por lo tanto derribó a Israel.

    8. Por consiguiente, David dijo al Dios [verdadero]: “He pecado muchísimo al haber hecho esta cosa. Y ahora, por favor, haz que pase el error de tu siervo; porque he obrado muy tontamente”.

    9. Y Jehová procedió a hablar a Gad, el hombre de visiones de David, y dijo:

    10. “Ve, y tienes que hablar a David, y decir: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Hay tres cosas que voy a dirigir contra ti. Escógete una de ellas, para que te la haga”’”.

    11. Por consiguiente, Gad entró a donde David y le dijo: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Di cuál ha de ser:

    12. si por tres años ha de haber hambre; o por tres meses ha de haber una barrida de delante de tus adversarios y que la espada de tus enemigos [te] alcance, o por tres días ha de haber la espada de Jehová, aun la peste, en el país, y el ángel de Jehová cause ruina en todo el territorio de Israel’. Y ahora ve lo que debo responder a Aquel que me envió”.

    13. De modo que David dijo a Gad: “Me es muy angustioso. Por favor, que caiga yo en la mano de Jehová, porque muchísimas son sus misericordias; pero en mano de hombre no se me deje caer”.

    14. Entonces Jehová dio una peste en Israel, de manera que de Israel cayeron setenta mil personas.

    15. Además, el Dios [verdadero] envió un ángel a Jerusalén para arruinarla; y tan pronto empezó a arruinarla, Jehová lo vio, y empezó a sentir pesar respecto a la calamidad; y por eso dijo al ángel que estaba causando la ruina: “¡Basta! Ahora deja caer tu mano”. Y el ángel de Jehová estaba de pie cerca de la era de Ornán el jebuseo.

    16. Cuando David alzó los ojos, llegó a ver al ángel de Jehová de pie entre la tierra y los cielos, con su espada desenvainada en su mano extendida hacia Jerusalén; y David y los ancianos, cubiertos de saco, en seguida cayeron sobre sus rostros.

    17. Y David procedió a decir al Dios [verdadero]: “¿No fui yo el que dijo que se hiciera una numeración del pueblo, y no soy yo el que ha pecado e indisputablemente ha hecho mal? En cuanto a estas ovejas, ¿qué han hecho ellas? Oh Jehová mi Dios, que tu mano, por favor, venga a estar sobre mí y la casa de mi padre; pero no sobre tu pueblo, como azote”.

    18. Y el ángel de Jehová, por su parte, dijo a Gad que dijera a David que David debería subir a erigir un altar a Jehová en la era de Ornán el jebuseo.

    19. Por consiguiente, David subió, por la palabra de Gad que él había hablado en nombre de Jehová.

    20. Mientras tanto, Ornán se volvió y vio al ángel; y sus cuatro hijos con él estaban escondiéndose. Ahora bien, Ornán había estado trillando trigo.

    21. De modo que David llegó hasta Ornán. Cuando Ornán miró y vio a David, inmediatamente salió de la era y se inclinó ante David rostro a tierra.

    22. Entonces David dijo a Ornán: “Dame, sí, el lugar de la era, para que edifique en él un altar a Jehová. Por el dinero en su plena cantidad dámelo, para que se detenga el azote de sobre el pueblo”.

    23. Pero Ornán dijo a David: “Tómalo como tuyo, y que mi señor el rey haga lo que sea bueno a sus propios ojos. Mira, de veras doy el ganado vacuno para ofrendas quemadas y el trillo para leña y el trigo como ofrenda de grano. Todo lo doy en realidad”.

    24. Sin embargo, el rey David dijo a Ornán: “No, sino que sin falta haré la compra por el dinero en su plena cantidad, porque no llevaré lo que es tuyo a Jehová para ofrecer sacrificios quemados sin costo”.

    25. De modo que David dio a Ornán por el lugar siclos de oro hasta el peso de seiscientos.

    26. Entonces David edificó allí un altar a Jehová y ofreció sacrificios quemados y sacrificios de comunión, y procedió a invocar a Jehová, que ahora le contestó con fuego desde los cielos sobre el altar de la ofrenda quemada.

    27. Además, Jehová dijo la palabra al ángel, quien, en conformidad, devolvió su espada a su vaina.

    El lugar para el templo

    28. En aquel tiempo, cuando David vio que Jehová le había contestado en la era de Ornán el jebuseo, continuó sacrificando allí.

    29. Pero el tabernáculo de Jehová que Moisés había hecho en el desierto, y el altar de la ofrenda quemada, estaban en aquel tiempo en el lugar alto de Gabaón.

    30. Y David no había podido ir ante él para consultar a Dios, porque había quedado aterrorizado a causa de la espada del ángel de Jehová.