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domingo, agosto 18, 2024
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    1 Samuel 15 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    Saúl desobedece y es desechado

    1. Entonces Samuel dijo a Saúl: “Jehová me envió para ungirte por rey sobre su pueblo Israel, y ahora escucha la voz de las palabras de Jehová.

    2. Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ‘Tengo que llamar a cuentas lo que Amaleq hizo a Israel cuando se puso contra él en el camino, al venir subiendo de Egipto.

    3. Ahora ve, y tienes que derribar a Amaleq y darlo por entero a la destrucción con todo cuanto tiene, y no debes tenerle compasión, y tienes que darles muerte, tanto a hombre como a mujer, a niño como a lactante, a toro como a oveja, a camello como a asno’”.

    4. Por consiguiente, Saúl convocó al pueblo y tomó la cuenta de ellos en Telaim, doscientos mil hombres de a pie y diez mil hombres de Judá.

    5. Y Saúl procedió a llegar hasta la ciudad de Amaleq y a emboscarse junto al valle torrencial.

    6. Mientras tanto, Saúl dijo a los quenitas: “Anden, váyanse, bajen de en medio de los amalequitas, para que no te barra con ellos. En cuanto a ti, tú ejerciste bondad amorosa para con todos los hijos de Israel al tiempo que subían de Egipto”. De modo que los quenitas se fueron de en medio de Amaleq.

    7. Después de eso Saúl se puso a derribar a Amaleq desde Havilá hasta Sur, que está enfrente de Egipto.

    8. Y logró tomar vivo a Agag el rey de Amaleq, y a toda la otra gente la dio por entero a la destrucción a filo de espada.

    9. Pero Saúl y el pueblo les tuvieron compasión a Agag y a lo mejor del rebaño y de la vacada y a los gordos y a los carneros y a todo lo que era bueno, y no deseaban darlos por entero a la destrucción. En cuanto a todos los bienes que eran ruines y rechazados, los dieron por entero a la destrucción.

    10. La palabra de Jehová ahora vino a Samuel, diciendo:

    11. “De veras me pesa haber hecho que Saúl reinara como rey, porque se ha vuelto de seguirme, y mis palabras no ha llevado a cabo”. Y esto le causó angustia a Samuel, y él siguió clamando a Jehová toda la noche.

    12. Entonces Samuel madrugó para ir al encuentro de Saúl por la mañana. Pero se dio informe a Samuel, diciendo: “Saúl vino a Carmelo, y, ¡mira!, estaba erigiéndose un monumento, y entonces dio la vuelta y cruzó y descendió a Guilgal”.

    13. Por fin llegó Samuel a Saúl, y Saúl empezó a decirle: “Bendito eres tú de Jehová. He llevado a cabo la palabra de Jehová”.

    14. Pero Samuel dijo: “Entonces, ¿qué significa este sonido del rebaño en mis oídos, y el sonido de la vacada que estoy oyendo?”.

    15. A lo cual dijo Saúl: “De los amalequitas los han traído, porque el pueblo le tuvo compasión a lo mejor del rebaño y de la vacada, con el propósito de hacer sacrificios a Jehová tu Dios; pero lo que quedó lo hemos dado por entero a la destrucción”.

    16. Ante esto, Samuel dijo a Saúl: “¡Deténte! Y yo ciertamente te informaré lo que Jehová me habló anoche”. De modo que él le dijo: “¡Habla!”.

    17. Y Samuel pasó a decir: “¿No fue cuando eras pequeño a tus propios ojos cuando fuiste cabeza de las tribus de Israel, y Jehová procedió a ungirte por rey sobre Israel?

    18. Más tarde Jehová te envió en una misión y dijo: ‘Ve, y tienes que dar por entero a la destrucción a los pecadores, los amalequitas, y tienes que pelear contra ellos hasta que los hayas exterminado’.

    19. ¿A qué se debe, pues, que no obedeciste la voz de Jehová, sino que fuiste lanzándote vorazmente al despojo y haciendo lo que era malo a los ojos de Jehová?”.

    20. Sin embargo, Saúl dijo a Samuel: “Pero he obedecido la voz de Jehová, por cuanto fui a la misión a que me había enviado Jehová y traje a Agag el rey de Amaleq, pero a Amaleq lo he dado por entero a la destrucción.

    21. Y el pueblo se puso a tomar del despojo ovejas y ganado vacuno, lo más selecto de ellos como algo dado por entero a la destrucción, para sacrificarlo a Jehová tu Dios en Guilgal”.

    22. A su vez Samuel dijo: “¿Se deleita tanto Jehová en ofrendas quemadas y sacrificios como en que se obedezca la voz de Jehová? ¡Mira! El obedecer es mejor que un sacrificio, el prestar atención que la grasa de carneros;

    23. porque la rebeldía es lo mismo que el pecado de adivinación, y el adelantarse presuntuosamente lo mismo que [usar] poder mágico y terafim. Puesto que tú has rechazado la palabra de Jehová, él, en conformidad con ello, te rechaza de ser rey”.

    24. Entonces Saúl dijo a Samuel: “He pecado; pues he traspasado la orden de Jehová y tus palabras, porque temí al pueblo y por eso obedecí su voz.

    25. Y ahora, por favor, perdona mi pecado y vuelve conmigo para que me postre ante Jehová”.

    26. Pero Samuel dijo a Saúl: “No volveré contigo, porque has rechazado la palabra de Jehová, y Jehová te rechaza para que no continúes como rey sobre Israel”.

    27. Al volverse Samuel para irse, él se agarró al instante de la falda de su vestidura sin mangas, pero esta se rasgó.

    28. En seguida le dijo Samuel: “Jehová ha arrancado hoy de ti el regir real de Israel, y ciertamente se lo dará a un semejante tuyo que sea mejor que tú.

    29. Y, además, la Excelencia de Israel no resultará falso, y no sentirá pesar, pues Él no es hombre terrestre para que sienta pesar”.

    30. Ante esto, él dijo: “He pecado. Ahora hónrame, por favor, enfrente de los ancianos de mi pueblo y enfrente de Israel, y vuelve conmigo, y ciertamente me postraré ante Jehová tu Dios”.

    31. De modo que Samuel volvió tras Saúl, y Saúl procedió a postrarse ante Jehová.

    32. Tras aquello, Samuel dijo: “Acérquenme a Agag el rey de Amaleq”. Entonces Agag fue a él de mala gana, y Agag empezó a decirse: “Verdaderamente la amarga experiencia de la muerte se ha ido”.

    33. Sin embargo, Samuel dijo: “Tal como tu espada ha privado de hijos a mujeres, de igual manera tu madre será privada en gran manera de hijos entre las mujeres”. Con eso, Samuel se puso a tajar en pedazos a Agag delante de Jehová en Guilgal.

    34. Samuel ahora procedió a irse a Ramá, y Saúl, por su parte, subió a su propia casa en Guibeah de Saúl.

    35. Y Samuel no volvió a ver a Saúl hasta el día de su muerte, porque Samuel se había puesto de duelo por Saúl. En cuanto a Jehová, le pesó haber hecho a Saúl rey sobre Israel.