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sábado, agosto 17, 2024
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    2 Reyes 9 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    Jehú es ungido rey de Israel

    1. Y Eliseo el profeta, por su parte, llamó a uno de los hijos de los profetas y entonces le dijo: “Ciñe tus lomos y toma este frasco de aceite en tu mano y ve a Ramot-galaad.

    2. Cuando hayas entrado allí, ve allí a Jehú hijo de Jehosafat hijo de Nimsí; y tienes que entrar y hacer que él se levante de en medio de sus hermanos, y lo introducirás en la cámara más recóndita.

    3. Y tienes que tomar el frasco de aceite y derramarlo sobre su cabeza y decir: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “De veras te unjo por rey sobre Israel”’. Y tienes que abrir la puerta y huir y no esperar”.

    4. Y el servidor, el servidor del profeta, procedió a irse a Ramot-galaad.

    5. Cuando entró, pues, allí estaban sentados los jefes de la fuerza militar. Él ahora dijo: “Hay una palabra que tengo para ti, oh jefe”. Ante esto, Jehú dijo: “¿Para cuál de todos nosotros?”. Entonces él dijo: “Para ti, oh jefe”.

    6. De manera que él se levantó y entró en la casa; y él procedió a derramar el aceite sobre la cabeza de él y a decirle: “Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: ‘De veras te unjo por rey sobre el pueblo de Jehová, es decir, sobre Israel.

    7. Y tienes que derribar a la casa de Acab tu señor, y yo tengo que vengar la sangre de mis siervos los profetas y la sangre de todos los siervos de Jehová de la mano de Jezabel.

    8. Y toda la casa de Acab tiene que perecer; y tengo que cortar de la casa de Acab a cualquiera que orina contra una pared y a todo imposibilitado e inútil en Israel.

    9. Y tengo que constituir a la casa de Acab como la casa de Jeroboán hijo de Nebat y como la casa de Baasá hijo de Ahíya.

    10. Y a Jezabel se la comerán los perros en la porción de terreno de Jezreel, y no habrá quien la entierre’”. Con eso, abrió la puerta y echó a huir.

    11. En cuanto a Jehú, él salió a donde los siervos de su señor, y ellos empezaron a decirle: “¿Está todo bien? ¿Por qué entró a donde ti ese loco?”. Pero él les dijo: “Ustedes mismos bien conocen al hombre y su clase de habla”.

    12. Pero ellos dijeron: “¡Eso es falso! Infórmanos, por favor”. Entonces él dijo: “Así y así fue como me habló, diciendo: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “De veras te unjo por rey sobre Israel”’”.

    13. Ante eso, ellos tomaron apresuradamente cada cual su prenda de vestir y la pusieron debajo de él, sobre los escalones pelados, y se pusieron a tocar el cuerno y a decir: “¡Jehú ha llegado a ser rey!”.

    Jehú mata a Joram

    14. Y Jehú hijo de Jehosafat hijo de Nimsí procedió a conspirar contra Jehoram. Y sucedía que Jehoram mismo había estado vigilando en Ramot-galaad, él con todo Israel, a causa de Hazael el rey de Siria.

    15. Más tarde Jehoram el rey se volvió para sanarse en Jezreel de las heridas que los sirios lograron infligirle cuando peleó contra Hazael el rey de Siria. Jehú ahora dijo: “Si el alma de ustedes está de acuerdo, no dejen que nadie salga en escape de la ciudad para ir a dar informe en Jezreel”.

    16. Y Jehú procedió a montar [en su carro] e irse a Jezreel; porque Jehoram estaba acostado allí, y Ocozías mismo el rey de Judá había bajado a ver a Jehoram.

    17. Y el atalaya estaba de pie en la torre de Jezreel, y llegó a ver la oleada en masa [de los hombres] de Jehú a medida que él venía, y en seguida dijo: “Hay una oleada en masa [de hombres] que estoy viendo”. A lo que dijo Jehoram: “Toma a un soldado de caballería y envíalo a su encuentro, y que diga: ‘¿Hay paz?’”.

    18. Por consiguiente, uno montado a caballo fue a su encuentro y dijo: “Esto es lo que ha dicho el rey: ‘¿Hay paz?’”. Pero Jehú dijo: “¿Qué tienes que ver tú con ‘paz’? ¡Da la vuelta a detrás de mí!”. Y el atalaya pasó a dar informe, diciendo: “El mensajero llegó hasta ellos, pero no ha vuelto”.

    19. De modo que él envió un segundo hombre montado a caballo, que, cuando llegó a ellos, procedió a decir: “Esto es lo que ha dicho el rey: ‘¿Hay paz?’”. Pero Jehú dijo: “¿Qué tienes que ver tú con ‘paz’? ¡Da la vuelta a detrás de mí!”.

    20. Y el atalaya pasó a dar informe, diciendo: “Llegó hasta ellos, pero no ha vuelto; y el guiar se parece al guiar de Jehú el nieto de Nimsí, porque es con locura como guía”.

    21. Ante eso, Jehoram dijo: “¡Engancha!”. De manera que su carro de guerra fue enganchado, y Jehoram el rey de Israel y Ocozías el rey de Judá salieron, cada uno en su propio carro de guerra. Continuando al encuentro de Jehú, llegaron a hallarlo en la porción de terreno de Nabot el jezreelita.

    22. Y aconteció que, al momento en que Jehoram vio a Jehú, en seguida dijo: “¿Hay paz, Jehú?”. Pero él dijo: “¿Qué paz podría haber mientras haya las fornicaciones de Jezabel tu madre y sus muchas hechicerías?”.

    23. En seguida Jehoram dio la vuelta con las manos, para huir, y dijo a Ocozías: “¡Hay trampa, Ocozías!”.

    24. Y Jehú mismo llenó su mano con un arco y procedió a asaetear a Jehoram entre los brazos, de manera que la saeta le salió por el corazón, y él se desplomó en su carro de guerra.

    25. Ahora dijo a Bidqar su adjutor: “Álzalo; arrójalo en la porción del campo de Nabot el jezreelita; pues, recuerda: Yo y tú íbamos guiando tiros [de caballos] detrás de Acab su padre, y Jehová mismo alzó esta declaración formal contra él:

    26. ‘“Ciertamente vi ayer la sangre de Nabot y la sangre de sus hijos —es la expresión de Jehová—, y yo ciertamente te lo pagaré en esta porción de terreno”, es la expresión de Jehová’. Ahora, pues, álzalo; arrójalo en la porción de terreno, conforme a la palabra de Jehová”.

    Jehú mata a Ocozías

    27. Y Ocozías el rey de Judá mismo lo vio, y emprendió la fuga por el camino de la casa del jardín. (Más tarde Jehú se fue en seguimiento de él y dijo: “¡A él también! ¡Derríbenlo!”. De manera que lo derribaron mientras estaba en el carro, camino arriba a Gur, que está cerca de Ibleam. Y él continuó su huida hasta Meguidó y llegó a morir allí.

    28. Entonces sus siervos lo llevaron en un carro a Jerusalén, y así lo enterraron en su sepulcro con sus antepasados en la Ciudad de David.

    29. Y había sido en el año undécimo de Jehoram hijo de Acab cuando Ocozías había llegado a ser rey sobre Judá.)

    Muerte de Jezabel

    30. Por fin Jehú llegó a Jezreel, y Jezabel misma lo supo. Y ella procedió a pintarse los ojos con pintura negra, y a arreglarse la cabeza hermosamente, y a mirar abajo por la ventana.

    31. Y Jehú mismo entró por la puerta. Ella ahora dijo: “¿Le fue bien a Zimrí, el que mató a su señor?”.

    32. Ante eso, él alzó el rostro hacia la ventana y dijo: “¿Quién está conmigo? ¿Quién?”. Inmediatamente dos o tres oficiales de la corte miraron abajo, a él.

    33. Por lo tanto él dijo: “¡Déjenla caer!”. Entonces la dejaron caer, y parte de su sangre fue salpicando sobre la pared y sobre los caballos; y él ahora la holló.

    34. Después de eso pasó adentro y comió y bebió, y entonces dijo: “Ustedes, por favor, encárguense de esta maldita y entiérrenla, porque es hija de rey”.

    35. Cuando fueron a enterrarla, no hallaron nada de ella sino el cráneo y los pies y las palmas de las manos.

    36. Cuando volvieron y se lo informaron, él pasó a decir: “Es la palabra de Jehová que él habló por medio de su siervo Elías el tisbita, cuando dijo: ‘En la porción de terreno de Jezreel los perros se comerán la carne de Jezabel.

    37. Y el cuerpo muerto de Jezabel ciertamente llegará a ser como estiércol sobre la faz del campo en la porción de terreno de Jezreel, para que no puedan decir: “Esta es Jezabel”’”.