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sábado, agosto 17, 2024
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    2 Samuel 12 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    Natán amonesta a David

    1. Y Jehová procedió a enviar a Natán a David. Por eso él entró a donde él y le dijo: “Había dos hombres que se hallaban en una ciudad, el uno rico y el otro de escasos recursos.

    2. El rico tenía muchísimas ovejas y ganado vacuno;

    3. pero el hombre de escasos recursos no tenía más que una cordera, una pequeña, que había comprado. Y estaba conservándola viva, y ella estaba creciendo con él y con sus hijos, todos juntos. De su bocado comía y de su copa bebía, y en su seno yacía, y vino a serle como una hija.

    4. Después de un tiempo le vino una visita al hombre rico, pero él evitó tomar algo de sus propias ovejas y de su propio ganado vacuno para aderezárselo al viajero que le había venido. De modo que tomó la corderita del hombre de escasos recursos y la aderezó para el hombre que le había venido”.

    5. Ante esto, la cólera de David se enardeció en gran manera contra el hombre, de modo que dijo a Natán: “¡Tan ciertamente como que vive Jehová, el hombre que hizo esto merece morir!

    6. Y por la cordera debe dar compensación con cuatro, como consecuencia del hecho de que ha hecho esta cosa, y porque no tuvo compasión”.

    7. Entonces Natán dijo a David: “¡Tú mismo eres el hombre! Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: ‘Yo mismo te ungí por rey sobre Israel, y yo mismo te libré de la mano de Saúl.

    8. Y me hallé dispuesto a darte la casa de tu señor y las esposas de tu señor en tu seno, y a darte la casa de Israel y de Judá. Y si no fuera suficiente, estaba dispuesto a añadirte cosas como estas así como otras cosas.

    9. ¿Por qué despreciaste la palabra de Jehová, haciendo lo que es malo a sus ojos? A Urías el hitita lo derribaste a espada, y a su esposa la tomaste por esposa tuya, y a él lo mataste por la espada de los hijos de Ammón.

    10. Y ahora una espada no se apartará de tu propia casa hasta tiempo indefinido, como consecuencia del hecho de que me despreciaste de modo que tomaste a la esposa de Urías el hitita para que llegara a ser tu esposa’.

    11. Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Aquí estoy levantando contra ti calamidad procedente de tu propia casa; y ciertamente tomaré a tus esposas ante tus mismos ojos y las daré a tu semejante, y él ciertamente se acostará con tus esposas ante los ojos de este sol.

    12. Mientras que tú mismo obraste en secreto, yo, por mi parte, haré esta cosa enfrente de todo Israel y enfrente del sol’”.

    13. David ahora dijo a Natán: “He pecado contra Jehová”. Ante lo cual Natán dijo a David: “Jehová, a su vez, efectivamente deja pasar tu pecado. No morirás.

    14. A pesar de esto, por cuanto indisputablemente has tratado a Jehová con falta de respeto mediante esta cosa, también el hijo mismo, que acaba de nacerte, positivamente morirá”.

    15. Entonces Natán se fue a su propia casa. Y Jehová procedió a asestar un golpe al niño que la esposa de Urías le había dado a luz a David, de modo que enfermó.

    16. Y David se puso a buscar al Dios [verdadero] a favor del muchachito, y emprendió David un ayuno rígido y entró y pasó la noche y se acostó en la tierra.

    17. De modo que los ancianos de su casa se levantaron sobre él para levantarlo de la tierra, pero él no consintió, y no tomó pan en compañía con ellos.

    18. Y al séptimo día aconteció que el niño gradualmente murió. Y los siervos de David tenían miedo de informarle que el niño había muerto; porque decían: “¡Mira! Mientras el niño continuaba vivo sí le hablábamos, y no escuchaba nuestra voz; por eso, ¿cómo podemos decirle: ‘Ha muerto el niño’? Entonces ciertamente hará algo malo”.

    19. Cuando David llegó a ver que sus siervos estaban cuchicheando entre sí, David empezó a discernir que el niño había muerto. Así que David dijo a sus siervos: “¿Ha muerto el niño?”. A lo que dijeron: “Ha muerto”.

    20. Entonces David se levantó de la tierra y se lavó y se untó con aceite y cambió sus mantos y fue a la casa de Jehová y se postró; después de lo cual entró en su propia casa y pidió, y al punto pusieron pan delante de él, y él empezó a comer.

    21. Por lo tanto sus siervos le dijeron: “¿Qué significa esta cosa que has hecho? Por causa del niño, mientras estaba vivo, ayunaste y te quedaste llorando; y tan pronto como el niño hubo muerto te levantaste y empezaste a comer pan”.

    22. A esto él dijo: “Mientras el niño estaba todavía vivo, sí ayuné y seguí llorando, porque me decía: ‘¿Quién hay que sepa si Jehová me haya de mostrar favor, y el niño ciertamente viva?’.

    23. Ahora que ha muerto, ¿para qué estoy ayunando? ¿Puedo yo hacerlo volver de nuevo? Yo estoy yendo a él, pero, en cuanto a él, él no volverá a mí”.

    24. Y David empezó a consolar a Bat-seba su esposa. Además, fue a ella y se acostó con ella. Andando el tiempo ella dio a luz un hijo, y llegó a llamársele por nombre Salomón. Y Jehová mismo sí lo amó.

    25. De modo que él envió por medio de Natán el profeta y lo llamó por nombre Jedidías, por causa de Jehová.

    David captura Rabá

    26. Y Joab continuó peleando contra Rabá de los hijos de Ammón y logró tomar la ciudad del reino.

    27. Por lo tanto Joab envió mensajeros a David y dijo: “He peleado contra Rabá. También he tomado la ciudad de las aguas.

    28. Y ahora reúne a la demás gente y acampa contra la ciudad, y tómala; para que yo mismo no sea el que tome la ciudad, y no tenga que llamarse mi nombre sobre ella”.

    29. Por consiguiente, David reunió a todo el pueblo y fue a Rabá y peleó contra ella y la tomó.

    30. Y llegó a tomar la corona de Malcam de sobre la cabeza de este, y el peso de ella era de un talento de oro, junto con piedras preciosas; y esta llegó a estar sobre la cabeza de David. Y el despojo de la ciudad que él sacó fue muchísimo.

    31. Y a la gente que había en ella, la sacó para ponerla a serrar piedras y a [trabajo relativo a] instrumentos agudos de hierro y a hachas de hierro, y los hizo servir en la fabricación de ladrillos. Y así procedió a hacer a todas las ciudades de los hijos de Ammón. Por fin David y todo el pueblo regresaron a Jerusalén.