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jueves, julio 18, 2024
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    Daniel 4 - Traducción del Nuevo Mundo (Testigos de Jehová)

    La locura de Nabucodonosor

    1. “Nabucodonosor el rey, a todos los pueblos, grupos nacionales y lenguajes que están morando en toda la tierra: Que se haga grande su paz.

    2. Las señales y maravillas que el Dios Altísimo ha ejecutado conmigo, me ha parecido bueno declararlas.

    3. ¡Cuán grandes son sus señales, y cuán poderosas son sus maravillas! Su reino es un reino hasta tiempo indefinido, y su gobernación es para generación tras generación.

    4. ”Yo, Nabucodonosor, me hallaba tranquilo en mi casa y floreciendo en mi palacio.

    5. Hubo un sueño que contemplé, y empezó a darme miedo. Y hubo imágenes mentales sobre mi cama y visiones de mi cabeza que empezaron a asustarme.

    6. Y de mí se emitía una orden de traer delante de mí a todos los sabios de Babilonia, para que me hicieran saber la interpretación misma del sueño.

    7. ”En aquel tiempo los sacerdotes practicantes de magia, los sortílegos, los caldeos y los astrólogos entraban; y yo decía delante de ellos lo que era el sueño, pero su interpretación no me la hacían saber.

    8. Y al fin llegó a estar delante de mí Daniel, cuyo nombre es Beltsasar conforme al nombre de mi dios, y en quien hay el espíritu de los dioses santos; y delante de él dije lo que era el sueño:

    9. ”‘Oh Beltsasar, el jefe de los sacerdotes practicantes de magia, porque yo mismo bien sé que el espíritu de los santos dioses está en ti y que no hay secreto alguno que te perturbe, infórma[me] las visiones de mi sueño que he contemplado, y su interpretación.

    10. ”’Ahora bien, sucedió que las visiones de mi cabeza sobre mi cama contemplaba, y, ¡mira!, un árbol en medio de la tierra, y la altura de este era inmensa.

    11. El árbol creció y se hizo fuerte, y su altura misma finalmente alcanzó a los cielos, y era visible hasta la extremidad de toda la tierra.

    12. Su follaje era hermoso, y su fruto era abundante, y había alimento para todos en él. Bajo él las bestias del campo buscaban sombra, y en sus ramas mayores los pájaros de los cielos moraban, y de él toda carne se alimentaba.

    13. ”’Continué contemplando en las visiones de mi cabeza sobre mi cama, y, ¡mira!, un vigilante, hasta un santo, que venía bajando de los cielos mismos.

    14. Clamaba con fuerza, y esto es lo que decía: “Corten el árbol, y desmochen sus ramas mayores. Sacudan su follaje, y esparzan su fruto. Que la bestia huya de debajo de él, y los pájaros de sus ramas mayores.

    15. No obstante, dejen su tronco mismo con las raíces en la tierra, aun con una atadura de hierro y de cobre, entre la hierba del campo; y con el rocío de los cielos sea mojado, y con la bestia sea su porción entre la vegetación de la tierra.

    16. Sea cambiado su corazón del de la humanidad, y que se le dé el corazón de una bestia, y pasen siete tiempos sobre él.

    17. Por el decreto de vigilantes es la cosa, y [por] el dicho de santos la solicitud es, con la intención de que sepan los vivientes que el Altísimo es Gobernante en el reino de la humanidad, y que a quien él quiere [darlo] lo da, y coloca sobre él aun al de más humilde condición de la humanidad”.

    18. ”’Este fue el sueño que yo mismo, el rey Nabucodonosor, contemplé; y tú mismo, oh Beltsasar, di lo que es la interpretación, puesto que ninguno de todos los [otros] sabios de mi reino puede hacerme saber la interpretación misma. Pero tú eres competente, porque el espíritu de dioses santos está en ti’.

    19. ”En aquel tiempo Daniel mismo, cuyo nombre es Beltsasar, quedó pasmado por un momento, y sus pensamientos mismos empezaron a asustarlo. ”El rey respondía y decía: ‘Oh Beltsasar, no dejes que el sueño y su interpretación mismos te asusten’. ”Beltsasar respondía y decía: ‘Oh mi señor, [aplique] el sueño a los que te odian, y su interpretación a tus adversarios.

    20. ”’El árbol que contemplaste, que se hizo grande y llegó a ser fuerte, y la altura del cual finalmente alcanzó a los cielos, y que le era visible a toda la tierra,

    21. y el follaje del cual era hermoso, y el fruto del cual era abundante, y en el cual había alimento para todos; debajo del cual las bestias del campo moraban, y en las ramas mayores del cual los pájaros de los cielos residían,

    22. eres tú, oh rey, porque te has hecho grande y has llegado a ser fuerte, y tu grandeza se ha hecho grande y ha alcanzado a los cielos, y tu gobernación hasta la extremidad de la tierra.

    23. ”’Y porque el rey contempló a un vigilante, hasta a un santo, que venía bajando de los cielos, que también decía: “Corten el árbol, y arruínenlo. No obstante, dejen su tronco mismo con las raíces en la tierra, pero con una atadura de hierro y de cobre, entre la hierba del campo, y con el rocío de los cielos sea mojado, y con las bestias del campo sea su porción hasta que siete tiempos mismos pasen sobre él”,

    24. esta es la interpretación, oh rey, y el decreto del Altísimo es lo que tiene que suceder a mi señor el rey.

    25. Y te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo tu morada llegará a ser, y la vegetación es lo que te darán aun a ti a comer tal como a toros; y con el rocío de los cielos tú mismo estarás mojándote, y siete tiempos mismos pasarán sobre ti, hasta que sepas que el Altísimo es Gobernante en el reino de la humanidad, y que a quien él quiere [darlo] lo da.

    26. ”’Y porque dijeron que se dejara el tronco con las raíces del árbol, tu reino te será seguro después que sepas que los cielos están gobernando.

    27. Por lo tanto, oh rey, que te parezca bueno mi consejo, y remueve tus propios pecados por justicia, y tu iniquidad por medio de mostrar misericordia a los pobres. Quizás ocurra un alargamiento de tu prosperidad’.”

    28. Todo esto le sobrevino a Nabucodonosor el rey.

    29. Al fin de doce meses lunares se halló andando sobre el palacio real de Babilonia.

    30. El rey respondía y decía: “¿No es esta Babilonia la Grande, la cual yo mismo he construido para la casa real con la fortaleza de mi poder y para la dignidad de mi majestad?”.

    31. Mientras la palabra todavía estaba en la boca del rey, hubo una voz que cayó de los cielos: “A ti se te dice, oh Nabucodonosor el rey: ‘El reino mismo se ha ido de ti,

    32. y de la humanidad te echan, sí, y con las bestias del campo tu morada será. Vegetación te darán aun a ti para comer tal como a toros, y siete tiempos mismos pasarán sobre ti, hasta que sepas que el Altísimo es Gobernante en el reino de la humanidad, y que a quien él quiere [darlo] lo da’”.

    33. En aquel momento la palabra misma se cumplió en Nabucodonosor, y de entre la humanidad fue echado, y empezó a comer vegetación tal como los toros, y con el rocío de los cielos su propio cuerpo se mojaba, hasta que su cabello mismo le creció largo como [plumas] de águilas, y sus uñas como [garras] de pájaros.

    34. “Y al fin de los días yo, Nabucodonosor, alcé a los cielos los ojos, y mi propio entendimiento empezó a volverme; y bendije al Altísimo mismo, y a Aquel que vive hasta tiempo indefinido alabé y glorifiqué, porque su gobernación es una gobernación hasta tiempo indefinido, y su reino es para generación tras generación.

    35. Y a todos los habitantes de la tierra se está considerando como meramente nada, y él está haciendo conforme a su propia voluntad entre el ejército de los cielos y los habitantes de la tierra. Y no existe nadie que pueda detener su mano o que pueda decirle: ‘¿Qué has estado haciendo?’.

    36. ”Al mismo tiempo mi entendimiento mismo empezó a volver a mí, y para la dignidad de mi reino mi majestad y mi resplandor mismos empezaron a volver a mí; y hasta mis altos oficiales reales y mis grandes me empezaron a buscar con empeño, y fui restablecido sobre mi propio reino, y grandeza extraordinaria me fue añadida.

    37. ”Ahora yo, Nabucodonosor, alabo y ensalzo y glorifico al Rey de los cielos, porque todas sus obras son verdad y sus caminos son justicia, y porque a los que andan con orgullo él los puede humillar.”